La década de los setenta se presentó con graves problemas para el abastecimiento por una doble carencia: primero de recursos y después de infraestructura. El primero se solventó con el trasvase Tajo-Segura y el segundo con el Plan de Ampliaciones de los Abastecimientos.
La Ley 21/1971 sobre aprovechamiento conjunto Tajo-Segura fija un máximo trasvasable en primera fase de 600 hm3/año,

de los que 110 hm3 son destinados exclusivamente para el abastecimiento de población por la Ley 52/1980 reguladora del régimen económico de su explotación. Iniciado el uso del nuevo recurso en el año 1978, la insatisfecha demanda aparece claramente en el fuerte incremento que experimenta durante los primeros años. En 1987 la dotación total se capta por primera vez. Desde entonces ha sido preciso incorporar nuevos recursos para atender la demanda real.