Local Valencia Múltiple	ABC	Pág.   Sabado, 03/05/2003 Autor: ABC
	Olivas tacha de «oportunista» la amenaza de CiU de llevar el PHN a los tribunales
	[2,115 Caracteres] VALENCIA. El presidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas, criticó ayer al conseller en cap del Gobierno catalán, Artur Mas, por sus declaraciones sobre la posible reforma del Plan Hidrológico Nacional que responden, a su juicio, «a un oportunismo político ante las próximas elecciones catalanas». Olivas respondió así a Mas, quien en un artículo publicado en el semanario «La veu de l´Ebre» advierte de que, si el PP modifica la ley del PHN «a su medida» para poder aprobar un trasvase de agua del Ebro de más de 500 hectómetros cúbicos, «CiU llevará la decisión a los tribunales». El conseller en cap «sospecha» que el Gobierno central quiere cambiar la Ley del PHN para poder aprobar un trasvase en función de su conveniencia, y se pregunta «cómo el PP explicará aquí y en la UE que lo que aceptó hace dos años ahora no lo quiere». En declaraciones a EFE, Olivas enmarcó estas declaraciones «en una estrategia electoral diseñada por Mas, que quiere confundir a la opinión pública en beneficio propio, y además en un tema tan importante como el agua». El presidente del Gobierno valenciano recordó que Convergencia i Unió «aprobó con sus votos» la Ley del Plan Hidrológico Nacional en el Parlamento, en la que se prevé un caudal ecológico del Ebro de 100 metros cúbicos por segundo, por lo que criticó este «cambio de postura inexplicable justo en puertas de unas elecciones». «En términos de mínima coherencia y seriedad política, esta nueva actitud es inexplicable», señaló Olivas, para quien Artur Mas «sabe que aunque intente boicotear el trasvase, sus intentos fracasarán porque la decisión ultima de aprobar el Plan corresponde al Gobierno. Por tanto, diga lo que diga, se ejecutará todo según los plazos previstos». Según el jefe del Consell, el Gobierno central «siempre ha buscado el máximo consenso en todo este asunto» y ha previsto encontrarse «numerosas piedras en el camino, algunas esperadas y otras no, e incluso algunas sorprendentes, como ésta que ahora intenta poner Artur Mas».