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La Diputación Provincial de Jaén ha iniciado la redacción de un proyecto para una nueva canalización del agua desde el pantano del Rumblar hasta la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Zocueca, con el objetivo de dejar en desuso la existente en la actualidad, sometida a las escorrentías del olivar y a los vertidos de varios núcleos de población -–motivo por el que se cree que se contaminó el agua-- y disponer de un canal nuevo libre de riesgos de posibles contaminaciones.
Según informó Diputación en un comunicado remitido a Europa Press, esta propuesta puede suponer "la solución definitiva" al problema existente con los plaguicidas en esta zona y que han afectado a una población cercana a los 83.000 habitantes. Esta idea está considerada como la de mayores garantías para el futuro, de ahí que el Consorcio de Aguas haya demandado la ayuda económica y técnica del organismo provincial.
De acuerdo con el informe presentado por el Consorcio, las obras a ejecutar deberán ser consideradas "de emergencia", por lo que se ha dado paso a su redacción por parte del Área Técnica de Infraestructuras y Equipamientos Municipales del ente provincial.
Con ellas, según recoge el informe, "se eliminarían todas las posibles fuentes de contaminación de cualquier naturaleza y además se aseguraría el caudal de entrada a planta en épocas de riego o carencia", ya que el vaso actual al que llega el agua para su posterior reparto es de capacidad reducida.
Para ejecutar este proyecto, cuya cuantía está por determinar aunque se prevé elevada, la Diputación se ha puesto en contacto con la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para que, en virtud de las competencias que ambas tienen en este asunto -–la Confederación es la responsable del agua en alta y la que debe autorizar las obras--, contribuyan a la financiación de la obra.
En la actualidad, el pantano del Rumblar abastece de agua a las poblaciones de Guarromán, Baños de la Encina, Marmolejo, Andújar, Villanueva de la Reina, Bailén, Jabalquinto, Mengíbar, Villatorres y Cazalilla.
Del propio embalse, ubicado en Baños de la Encina, salen los aportes para este municipio y Guarromán, mientras que del embalse regulador que el Rumblar tiene en Zocueca se suministran los ocho pueblos restantes. El agua del pantano llega al embalse regulador a través de unas conducciones de ocho kilómetros de longitud que van a dar a la Estación de Tratamiento de Agua de Potable, de la que el agua se reparte a los municipios.
Este proyecto se inicia una vez que entre los días 20 y 27 del pasado mes de diciembre se declaró la no potabilidad del agua por registrar índices de plaguicidas por encima de la media establecida por la normativa.
Las medidas de urgencia que la empresa Aguas Jaén S.A., adoptó para sofocar el problema fueron la dosificación de carbón activo en la ETAP del Rumblar y la solicitud a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de un desembalse de la presa en Baños de la Encina para disminuir la concentración del contaminante. Desde entonces, las analíticas al agua se repiten de forma periódica para controlar que los índices se mantienen por debajo de los niveles establecidos.
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