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El grupo alemán RWE quiere competir con Aguas de Barcelona (Agbar) y FCC por el liderazgo en el sector español del agua. Después de adquirir Pridesa y Ondagua, RWE busca alianzas con socios españoles y está interesada en el Canal de Isabel II, dicen los ejecutivos de la compañía.
R. CASADO. Madrid RWE pagó 94,5 millones de euros a Iberdrola por el 75% de Ondagua y Pridesa en el año 2002. El restante 25% sigue en manos de Iberdrola, aunque la eléctrica española también venderá esta participación a RWE en tres años. 'Nos gusta tener socios locales para desarrollar los negocios', explica Tomás Hainich, presidente de la filial española de RWE Aqua, en una entrevista con EXPANSION.
Pridesa, que se dedica al tratamiento y desalación de agua, y Ondagua, distribuidora de agua, sumaron una facturación de 150 millones de euros en 2002 y emplean a cerca de mil personas.
Privatizaciones Hainich no arriesga objetivos de facturación en el futuro.
Pero sí asegura que 'el objetivo de RWE es que las dos empresas crezcan, tanto de forma orgánica como mediante adquisiciones'. Por un lado, el grupo alemán estudiará privatizaciones de servicios de agua. 'Ahora hay poca actividad, pero seguro que se abren oportunidades después de las elecciones municipales de mayo'. En el terreno de las adquisiciones, Hainich aventura la posibilidad de cambios en el Canal de Isabel II, empresa pública de la Comunidad de Madrid, que factura más de trescientos millones de euros.
'Si esta compañía busca un socio privado, lo estudiaremos con mucho interés. Nos gusta participar en sociedades mixtas con empresas públicas', indica Hainich.
Con operaciones de ese tipo, Tomás Hainich asegura que 'RWE pretende ser el tercer gran grupo de agua español, junto a Aguas de Barcelona (Agbar) y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). La empresa catalana, participada por La Caixa y Suez, facturó 840 millones de euros en 2002 en su actividad de agua y saneamiento. Tiene presencia en España y Latinoamérica. FCC, que cuenta como socio internacional con el grupo francés Vivendi Environnement, logró unos ingresos de 384 millones de euros en el negocio de agua el pasado ejercicio.
RWE ha apostado fuerte por el negocio del agua, pese a que otras compañías energéticas salen de esa actividad (caso de Iberdrola). En los últimos dos años, el grupo alemán ha adquirido la empresa británica Thames Water y la estadounidense American Water. En 2002, RWE facturó 2.850 millones de euros en esa actividad, sobre unas ventas totales de 46.600 millones de euros.
Desalación Dentro de esa estrategia de crecimiento, Hainich indica que 'RWE entró en España por su potencial de desarrollo y por la tecnología de Pridesa'. De hecho, Pridesa va a liderar el negocio de plantas de desalación de agua de mar RWE en todo el mundo.
Luis Castilla, director general de Pridesa, indica que ser la cabecera en esa actividad puede permitir la aparición de oportunidades en países como Estados Unidos. 'Cada planta en ese país exige un presupuesto de entre doscientos y trescientos millones de euros', explica Castilla.
Pridesa ya tiene negocios en el exterior. Hace dos meses se adjudicó una planta de tratamiento de agua potable en Londres, que supone una inversión de noventa millones de libras.
Luis Castilla agradece la tranquilidad para la compañía que ha supuesto la entrada de RWE en Pridesa, después de varios cambios accionariales. En 2000, los socios fundadores vendieron la compañía a Iberdrola, que un año después la puso en venta.
Otra oportunidad de desarrollo para Pridesa puede llegar con el Plan Hidrológico Nacional (PHN) diseñado por el Gobierno español. Los ejecutivos de RWE no quieren opinar sobre ese proyecto. 'Aunque tenemos nuestras propias ideas', dice Luis Castilla, que recuerda que el plan 'contempla la construcción de varias desaladoras'. Ahora, en España hay diez grandes desaladoras. La de Carboneras (Almería), en la que participa Pridesa, exige una inversión de 186 millones de euros y permite producir 42 hectómetros cúbicos de agua al año, que satisface la necesidad de medio millón de personas.
Estructura RWE quiere impulsar otras actividades en España. En electricidad, después de intentar comprar Hidrocantábrico, construye una central de producción en Tarragona, con Iberdrola. También tiene una licencia para vender gas.
No existe una estructura que agrupe las actividades de RWE en España. Cada una depende de la central. El único vínculo es el representante institucional del grupo en España, que es Baldomero Falcones, ex directivo de Santander Central Hispano.
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