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Levante Pág.   Miercoles, 04/06/2003

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La presa de las Tres Gargantas comienza a llenarse 
 
     
     
 

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El faraónico proyecto continúa envuelto en la polémica y con advertencias de grietas

Anna Martínez Riba, Pekín. efe

China celebra ya la subida de las aguas de la presa de las Tres Gargantas, el faraónico proyecto hidrológico que promete controlar las grandes inundaciones del río Yangtzé y proporcionar la energía suficiente al centro del país para garantizar su desarrollo económico. A partir de ahora, el nivel de las aguas subirá de cuatro a cinco metros diarios hasta que se alcancen los 135 metros el 15 de junio, después de lo cual se reabrirá al tráfico fluvial el tercer río más largo del mundo y uno de los más devastadores.

Las inundaciones estivales del río Yangtzé, que junto al Río Amarillo constituye la arteria principal de China, se cobran cada año la vida de miles de campesinos que trabajan las fértiles tierras robadas a base de diques y barreras inútiles ante la subida de las aguas. En agosto dos generadores eléctricos proveerán 5.500 millones de kilowatios/hora, mientras que en el año 2009, cuando se termine el proyecto tras 16 años de trabajos, habrá 26 generadores alimentando la región.

El multimillonario proyecto ha estado plagado de polémicas desde su inicio, en 1993, entre ellas el traslado forzoso de más de un millón de personas a otras regiones, para dejar paso a las aguas. La polémica en torno a esta obra, con una altura de 185 metros, se ha reactivado tras las últimas inspecciones, que demostraron que las obras de reparación de las grietas no fueron un éxito completo.Un ingeniero que inspeccionó las obras antes de que comenzara a llenarse la reserva expresó su inquietud por las persistentes grietas.

Las denuncias de apropiación indebida de los fondos destinados a garantizar una nueva vida a las familias trasladadas o el rechazo de la población local de los recién llegados, que hablan además otro dialecto son un ejemplo.

Las Tres Gargantas se extienden a lo largo de 200 kilómetros por el río Yangtzé y son uno de los parajes naturales más apreciados de China. La región esconde millones de reliquias naturales bajo sus tierras. Un ejército de arqueólogos trabaja contrarreloj para rescatar el máximo de piezas posibles antes de que las aguas lo cubran todo.