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El PSOE ha optado por no presentar alegaciones al trasvase de aguas del Ebro previsto en el Plan Hidrológico Nacional, aunque ha constatado en un documento enviado al Ministerio de Medio Ambiente su oposición a esta
"gran obra"
y su posición favorable a impulsar medidas de ahorro económico y energético.
La secretaria de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del PSOE, Cristina Narbona, ha manifestado que ese
"gran trasvase"
de más de 1.000 hectómetros cúbicos de agua desde el Ebro a varios puntos del litoral mediterráneo es
"irracional"
desde el punto de vista económico y energético, ya que sería superior al de instalar desaladoras para disponer de la misma cantidad de agua dulce. Asimismo, ha destacado que esas depuradoras podrían utilizar fuentes de energía limpias como la eólica, la solar o la biomasa y ahorrar así las emisiones contaminantes que provocan en la actualidad esas instalaciones.
La dirigente socialista observó que aunque la dirección federal del PSOE ha optado por no presentar alegaciones al trasvase (el periodo finaliza el próximo día 2 de agosto), sí lo harán algunas agrupaciones locales o provinciales del partido, además del Gobierno regional, presidido por el socialista Marcelino Iglesias.
Cristina Narbona acusa al Gobierno de
"ocultar"
información a los ciudadanos, e insta al Ejecutivo a aclarar a los futuros usuarios del agua procedente del Ebro del coste que tendrá la misma y de la
"factura energética"
que deberán abonar.
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