Desde que en la década de los sesenta se planteó la ejecución del trasvase Tajo-Segura, siguiendo las geniales directrices de D. Manuel Lorenzo Pardo propuestas treinta años antes, la problemática hidráulica española se ha venido definiendo, acertadamente, a través de estos dos retos: -la irregularidad en el tiempo -la irregularidad en el espacio. Al primero de estos problemas hidrológicos, que se dan en mayor o menor medida en todos los países del mundo, dan respuesta los embalses reguladores, de larga tradición en nuestro país y que, recientemente, parece que están sujetos a amplias controversias debido a que afectan de forma sensible al medio natural, sin pararse a reflexionar lo que su construcción ha significado para nuestro país. A aclarar en alguna medida este extremo van dedicadas estas páginas.