Augas de Galicia tiene previsto iniciar hoy la segunda fase del Plan Umia, el experimento a base de corteza de eucalipto que pretende servir de antídoto contra la proliferación de la cianobacteria Microcystis y combatir la contaminación que genera en el río desde que se construyó el embalse en 2001. Ahora se verterán 11 toneladas de corteza, que se unen a las 25 arrojadas desde que en julio se inició el tratamiento. Aún falta una tercera fase para completar 60 toneladas anunciadas. La Xunta no ha ofrecido, sin embargo, datos sobre los resultados obtenidos en el primer ciclo de este ensayo, que comenzó cuando la bacteria ya había hecho su aparición en el lecho del río. Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente se han limitado a señalar que "es un buen indicador que se acometa esta segunda fase porque, de lo contrario no hubiesen continuado los trabajos". El plan supone una inversión de 344.000 euros.

Se trata de un experimento en el que Augas de Galicia ha puesto todas sus esperanzas para en 2012 normalizar e incluso evitar los niveles de contaminación de otros años, que alcanzan su punto máximo con las altas temperaturas del verano y se estancan con las primeras lluvias del otoño.

Obras sin plazo
El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, ha lamentado la falta de información de la Xunta respecto a los resultados del proyecto. "Estamos ante un apagón informativo y, aunque yo soy el primero que quiere que este experimento funcione, lo que hemos visto a finales del verano no son precisamente buenos resultados, cuando hemos estado en alerta uno y dos", declaró.

Rey solicitará esta semana una entrevista con el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, para recabar información sobre el plan y respecto a la adjudicación de las obras de abastecimiento que permitirán garantizar la captación de agua potable mediante la instalación de pozos alternativos, con un presupuesto de 700.000 euros.

Rey asegura que este plan de emergencia es más seguro que el experimento de corteza de eucalipto porque el agua potable esta garantizada cuando la actividad de la depuradora se ralentiza por los efectos de la cianobacteria. El experimento que se desarrolla en el Umia parte de los buenos resultados obtenidos por el Equipo de Hidrobioloxía de la Universidade de Santiago en el embalse de Forcadas (A Coruña).