La construcción de centrales hidroeléctricas en el archipiélago es una prioridad del Gobierno canario para conseguir una mayor penetración de las energías renovables y cumplir con el objetivo del Plan Energético de Canarias (Pecan) de que el 30 por ciento de la demanda eléctrica en 2015 se satisfaga con energías alternativas al petróleo.
Es posible llenar las islas de parques eólicos y fotovoltaicos, pero estas instalaciones de generación de electricidad tienen dos problemas: dependen del sol y el viento que haya en cada momento y el sistema no puede asimilar la energía cuando se produce más energía de la necesaria, ha indicado Francisca Luengo,viceconsejera de Industria y Energía del Ejecutivo canario.

Para solventar estos problemas hace falta alguna infraestructura que almacene la energía, y las centrales hidroeléctricas son el mejor sistema de almacenamiento masivo que se conoce, ha asegurado en una entrevista a Efe Manuel García Román, ingeniero especializado en Hidrología y profesor de la Universidad de La Laguna.

Las centrales hidroeléctricas reversibles, también denominadas de bombeo, permitirían acumular los excedentes de energía y que se puedan utilizar cuando hay ceros eólicos y solares o en horas puntas de demanda, ha resaltado Luengo.

El Ejecutivo canario tiene prevista la construcción de centrales hidroeléctricas en Tenerife, La Palma y La Gomera, aparte de la instalación que se está construyendo en El Hierro y las proyectadas en Gran Canaria.

El Cabildo de Gran Canaria comenzó en junio los trámites para construir una central hidroeléctrica utilizando un salto de agua entre las presas de Chira y Soria.

Un mes más tarde, el pleno de la institución grancanaria aprobó provisionalmente el del Plan Territorial Especial de Ordenación de los corredores de transporte de energía eléctrica que preveía otra central hidroeléctrica en la isla, que estaría ubicada en el municipio de La Aldea.

En Tenerife, el Cabildo está elaborando los planes territoriales especiales para buscar una ubicación para las infraestructuras energéticas, y por el momento valora dos opciones: una gran central hidroeléctrica o tres de menores dimensiones.

La utilización de la energía hidroeléctrica es la única forma que hay para penetrar las energías renovables en el sistema eléctrico canario, ha señalado Francisca Luengo, porque permitiría almacenar energía cuando, por ejemplo, no hay demanda.

El procedimiento de las centrales hidroeléctricas reversibles consiste en aprovechar los excesos de energía eólica o solar para bombear agua desde un estanque inferior a otro superior para almacenarla, ha explicado Manuel García Román.

Cuando se produzca el "cero" eólico o fotovoltaico el agua se deja caer para que mueva una turbina y así genere energía hidroeléctrica, que compensa la bajada en la producción de las otras dos fuentes.

García Román, también doctor en Matemáticas, ha indicado que Canarias tiene un territorio con ventajas relacionadas con sus características orográficas, ya que hay zonas muy cercanas con cotas muy diferentes que facilitarían la implantación de este tipo de infraestructuras.

La gran diferencia de cota en zonas cercanas es una gran ventaja, ya que cuanto mayor sea el desnivel entre los dos embalses, mayor será la cantidad de energía que es posible almacenar, ha añadido.

Por otro lado, cuanto más cercanos estén los embalses, menor será la longitud de la tubería que los debe unir y las pérdidas de energía hidráulica en el transporte serán menores.