Cañete da un paso atrás en su afán por revisar la ley de Costas
Mié, 18/01/2012
¿Recular para volver a coger impulso? ¿Simple retirada estratégica? El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, "ha dado un paso atrás" en su afán por reformar la ley Costas. Al menos, esto interpretan los grupos conservacionistas que se reunieron ayer con él, y para quienes el anuncio de esta revisión de la ley fue considerado casus belli.
Arias Cañete declaró el viernes que pensaba abordar una "reforma sustancial de la ley de Costas", y lo justificó diciendo que quiere una ley "plenamente compatible con el crecimiento económico, la generación de empleo y la contribución a la crisis". Sus palabras fueron contestadas por la ex ministra Cristina Narbona y las organizaciones ecologistas, que temen que el Gobierno liberalice y desproteja la franja litoral en un falso atajo hacia la recuperación económica.
El ministro fue ayer más moderado. Precisó que quiere "mantener los niveles de protección ambiental" en la costa; que su intención "no es desprotegerla, sino simplificar los trámites", según explicó Francisco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción. Resolver los litigios derivados de la aplicación de la ley de Costas estaría detrás de este plan.
Arias Cañete quiso enfriar el debate afirmando que la reforma sólo está en estudio; que se ha encargado un informe jurídico sobre el alcance de la revisión; y que la documentación será entregada a los grupos conservacionistas, que serán considerados interlocutores sociales.
Pese a todo, permanecen ciertos recelos, pues el ministro habló de "nuevos usos en la costa". "Seremos beligerantes: no vamos a admitir que se relaje la normativa ambiental", añadió Francisco Segura refiriéndose también al plan para agilizar y simplificar los estudios de impacto que acompañan a las obras y proyectos. "No queremos que cambie la ley de Costas, sino que sea aplicada bien por todas las administraciones. Si se hace así, se resuelve el grueso de los problemas", explicó Mario Rodríguez, director ejecutivo interino de Greenpeace.
El ministro adelantó que pedirá a la UE un aplazamiento en la aplicación de la directiva europea de aguas, que obliga a nuestro país a elaborar planes de cuenca antes del finales del 2010. La directiva exige la redacción de estos planes con el fin de recuperar el buen estado ecológico de los ecosistemas fluviales antes del 2015. El Gobierno pedirá esta excepción con el objetivo de evitar una sanción de las instituciones europeas, pues los referidos planes no se presentaron en su debido momento (con la excepción de Catalunya y Baleares) por los conflictos entre comunidades autónomas que comparten los mismo ríos.
En estos encuentros, el ministro se pronunció en contra de nuevos regadíos, y a favor de un uso eficiente del agua; pero no aclaró si propondrá trasvases. Greenpeace le reclamó que España no se incorpore al grupo de países de la UE que no defiende una reducción del 30% en los gases invernadero (para el 2020, respecto a 1990), y que apueste por la pesca artesanal. Amigos de la Tierra reclamó la renuncia a los cultivos transgénicos y SEO BirdLife que se mantenga el trámite para declarar las primeras zonas de especial protección de la aves marinas.
Arias Cañete declaró el viernes que pensaba abordar una "reforma sustancial de la ley de Costas", y lo justificó diciendo que quiere una ley "plenamente compatible con el crecimiento económico, la generación de empleo y la contribución a la crisis". Sus palabras fueron contestadas por la ex ministra Cristina Narbona y las organizaciones ecologistas, que temen que el Gobierno liberalice y desproteja la franja litoral en un falso atajo hacia la recuperación económica.
El ministro fue ayer más moderado. Precisó que quiere "mantener los niveles de protección ambiental" en la costa; que su intención "no es desprotegerla, sino simplificar los trámites", según explicó Francisco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción. Resolver los litigios derivados de la aplicación de la ley de Costas estaría detrás de este plan.
Arias Cañete quiso enfriar el debate afirmando que la reforma sólo está en estudio; que se ha encargado un informe jurídico sobre el alcance de la revisión; y que la documentación será entregada a los grupos conservacionistas, que serán considerados interlocutores sociales.
Pese a todo, permanecen ciertos recelos, pues el ministro habló de "nuevos usos en la costa". "Seremos beligerantes: no vamos a admitir que se relaje la normativa ambiental", añadió Francisco Segura refiriéndose también al plan para agilizar y simplificar los estudios de impacto que acompañan a las obras y proyectos. "No queremos que cambie la ley de Costas, sino que sea aplicada bien por todas las administraciones. Si se hace así, se resuelve el grueso de los problemas", explicó Mario Rodríguez, director ejecutivo interino de Greenpeace.
El ministro adelantó que pedirá a la UE un aplazamiento en la aplicación de la directiva europea de aguas, que obliga a nuestro país a elaborar planes de cuenca antes del finales del 2010. La directiva exige la redacción de estos planes con el fin de recuperar el buen estado ecológico de los ecosistemas fluviales antes del 2015. El Gobierno pedirá esta excepción con el objetivo de evitar una sanción de las instituciones europeas, pues los referidos planes no se presentaron en su debido momento (con la excepción de Catalunya y Baleares) por los conflictos entre comunidades autónomas que comparten los mismo ríos.
En estos encuentros, el ministro se pronunció en contra de nuevos regadíos, y a favor de un uso eficiente del agua; pero no aclaró si propondrá trasvases. Greenpeace le reclamó que España no se incorpore al grupo de países de la UE que no defiende una reducción del 30% en los gases invernadero (para el 2020, respecto a 1990), y que apueste por la pesca artesanal. Amigos de la Tierra reclamó la renuncia a los cultivos transgénicos y SEO BirdLife que se mantenga el trámite para declarar las primeras zonas de especial protección de la aves marinas.