La menor actividad industrial compensa la poca lluvia y mantiene el nivel de las presas
Mié, 25/01/2012
Langreo, L. M. D.El descenso de la producción industrial, más acentuado en los últimos meses del año, ha compensado la escasez de precipitaciones y permite tener los pantanos que abastecen al centro de Asturias -Tanes, Rioseco y Alfilorios- al mismo nivel del año pasado. Las tres presas embalsan un total de 32,35 hectómetros cúbicos de agua, un nivel muy similar al de hace 12 meses, cuando se guardaban 33,19 hectómetros.
Pese a estar viviendo uno de los inviernos más secos de los últimos años -según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el último diciembre fue el más seco desde 1988 a nivel nacional-, los embalses de abastecimiento de agua se mantienen en unos niveles aceptables que aseguran el suministro, prácticamente iguales a los del año pasado. El complejo de Tanes, formado por las presas de Rioseco y Tanes, en el parque natural de Redes, acumulan a día de hoy 26,24 hectómetros cúbicos, lo que supone el 69,89% de su capacidad, que es de 37,55 hectómetros cúbicos. Los de Rioseco y Tanes son los embalses de Cadasa (Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento en el Principado de Asturias), y dan de beber a la mayor parte de las viviendas del centro de Asturias, así como a buena parte de sus empresas. Por su parte, Alfilorios, que abastece a Oviedo, embalsa un total de 6,11 hectómetros cúbicos, el 74,84 por ciento del total de 8,16 hectómetros.
El año pasado, a estas alturas, Tanes y Rioseco estaban al 67,36% de su capacidad, un nivel ligeramente inferior al actual, a pesar de que ha llovido relativamente poco y que apenas ha nevado, a excepción de un par de jornadas, y sólo en lo más alto de las principales cumbres de la comarca. Por su parte, Alfilorios sí que estaba notablemente más lleno el año pasado que este: un 96,87 por ciento frente al 74,84 actual. En términos globales, entre ambos sistemas de pantanos, la capacidad de agua embalsada es algo inferior este 2012.
El principal motivo por el cual los niveles de agua se mantienen pese al, hasta el momento, seco invierno, es el retroceso de la producción industrial de Asturias. A menor actividad empresarial, menor consumo de agua y de otros recursos naturales. Las dificultades de la industria asturiana, además, se intensificaron en el tramo final de 2011, y se están manteniendo. Según las estimaciones de producción elaboradas por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), el sector industrial sufrió una caída de actividad del 5,9 por ciento en noviembre de 2011, el último mes con datos disponibles. Se trata de la mayor reducción de este índice, que marca el nivel de funcionamiento de las empresas industriales, desde enero de 2010, cuando la economía española estaba en situación técnica de recesión, un estado al que, al parecer, va a volver Asturias y todo el país.
Los pantanos de las comarcas mineras perdieron casi un tercio de sus reservas hídricas en apenas dos meses, entre finales de agosto y octubre. Los embalses llegaron a tener topes históricos en agosto, pero el volumen de agua acumulada descendió de forma considerable desde entonces. Las escasísimas lluvias registradas en ese periodo explicaron el fenómeno, que hizo que el nivel del agua descendiera desde el 93% de la capacidad hasta el 63% que se registraba a mediados de octubre. Desde entonces, la tendencia ha cambiado, en parte por la llegada del invierno -llueve, pero menos que otros años- y por el progresivo descenso de la actividad empresarial.
Los embalses de Tanes, Rioseco y Alfilorios suman 32,35 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad similar a la que había hace un año.
Pese a estar viviendo uno de los inviernos más secos de los últimos años -según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el último diciembre fue el más seco desde 1988 a nivel nacional-, los embalses de abastecimiento de agua se mantienen en unos niveles aceptables que aseguran el suministro, prácticamente iguales a los del año pasado. El complejo de Tanes, formado por las presas de Rioseco y Tanes, en el parque natural de Redes, acumulan a día de hoy 26,24 hectómetros cúbicos, lo que supone el 69,89% de su capacidad, que es de 37,55 hectómetros cúbicos. Los de Rioseco y Tanes son los embalses de Cadasa (Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento en el Principado de Asturias), y dan de beber a la mayor parte de las viviendas del centro de Asturias, así como a buena parte de sus empresas. Por su parte, Alfilorios, que abastece a Oviedo, embalsa un total de 6,11 hectómetros cúbicos, el 74,84 por ciento del total de 8,16 hectómetros.
El año pasado, a estas alturas, Tanes y Rioseco estaban al 67,36% de su capacidad, un nivel ligeramente inferior al actual, a pesar de que ha llovido relativamente poco y que apenas ha nevado, a excepción de un par de jornadas, y sólo en lo más alto de las principales cumbres de la comarca. Por su parte, Alfilorios sí que estaba notablemente más lleno el año pasado que este: un 96,87 por ciento frente al 74,84 actual. En términos globales, entre ambos sistemas de pantanos, la capacidad de agua embalsada es algo inferior este 2012.
El principal motivo por el cual los niveles de agua se mantienen pese al, hasta el momento, seco invierno, es el retroceso de la producción industrial de Asturias. A menor actividad empresarial, menor consumo de agua y de otros recursos naturales. Las dificultades de la industria asturiana, además, se intensificaron en el tramo final de 2011, y se están manteniendo. Según las estimaciones de producción elaboradas por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), el sector industrial sufrió una caída de actividad del 5,9 por ciento en noviembre de 2011, el último mes con datos disponibles. Se trata de la mayor reducción de este índice, que marca el nivel de funcionamiento de las empresas industriales, desde enero de 2010, cuando la economía española estaba en situación técnica de recesión, un estado al que, al parecer, va a volver Asturias y todo el país.
Los pantanos de las comarcas mineras perdieron casi un tercio de sus reservas hídricas en apenas dos meses, entre finales de agosto y octubre. Los embalses llegaron a tener topes históricos en agosto, pero el volumen de agua acumulada descendió de forma considerable desde entonces. Las escasísimas lluvias registradas en ese periodo explicaron el fenómeno, que hizo que el nivel del agua descendiera desde el 93% de la capacidad hasta el 63% que se registraba a mediados de octubre. Desde entonces, la tendencia ha cambiado, en parte por la llegada del invierno -llueve, pero menos que otros años- y por el progresivo descenso de la actividad empresarial.
Los embalses de Tanes, Rioseco y Alfilorios suman 32,35 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad similar a la que había hace un año.