El caudal de los ríos desciende hasta un 3% anual desde 1945
Mar, 07/02/2012
El caudal de los ríos españoles ha descendido en medio siglo hasta un 3% anual respecto a la media histórica, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Un estudio ha analizado las tendencias en los caudales de 187 cuencas fluviales de la península ibérica entre 1945 y 2005. Los resultados muestran un descenso generalizado de los caudales anuales de invierno y primavera en la mayor parte de las cuencas ibéricas.
En algunos casos puntuales, el caudal ha disminuido en más de un 3% respecto a la media histórica. La investigación, publicada en la revista Journal of Hydrology, apunta al cambio climático como una de las posibles causas de esta caída.
El descenso generalizado de caudales podría asociarse a la disminución de las lluvias y al aumento térmico observados en las ultimas décadas. La tendencia negativa se ha observado tanto en los tramos de ríos regulados como en los no regulados. "El proceso podría acelerarse durante el siglo XXI de acuerdo a las proyecciones climáticas de los actuales modelos de cambio climático para la península ibérica", según indicó Sergio Vicente, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología.
El investigador apunta además que otras posibles causas son los cambios en los usos y en las cubiertas del suelo. Así, el abandono generalizado de campos de cultivo y de pastos en las zonas de montaña, así como su colonización por parte de matorrales y bosques, hace que aumente la infiltración y la evapotranspiración directa por parte de la vegetación. El resultado es que disminuyen las aportaciones a los ríos.
Otros factores que inciden son la expansión de las superficies regables (con los consiguientes mayores consumos de agua en los cultivos y mayores niveles de evaporación), así como el aumento de abastecimientos a la poblaciones o el mayor gasto de agua por habitante y año.
La tónica negativa es desigual. Los descenso más acusados de caudal se aprecian en la cuenca del Segura y en un tramo de la del Guadiana, donde son superiores al 3% anual respecto a la media de la segunda mitad del siglo XX. Por su parte, en el resto del Guadiana, el Júcar y la primera mitad del Tajo, el descenso anual se ha situado entre el 1% y el 3% anual respecto a la media. En primavera, casi la mitad de la cuenca del Guadalquivir y más de un cuarto de la del Guadiana han bajado su caudal en más de un 3% anual respecto al valor medio.
Por contra, en otoño e invierno zonas de Galicia, Norte de Castilla y León, cuenca baja del Tajo, este de Andalucía y nordeste de Madrid aumentaron la cantidad de agua de sus ríos entre un 1% y un 3% respecto a la media hídrica.
Las zonas donde el caudal ha aumentado están influidas principalmente por un cambio en el régimen de precipitaciones (sobre todo en otoño) y cambios en el caudal fluvial debidos a la regulación de los embalses.
Se ha comprobado que la regulación de los ríos con presas y embalses no afecta a las tendencias encontradas, que son negativas en general; pero sí a la magnitud de los cambios. "Las cuencas más reguladas son las que presentan descensos más marcados. Además, en invierno baja el caudal de los ríos porque los embalses deben almacenar agua para las demandas estivales, lo que genera grandes diferencias estacionales", dice Vicente.
En algunos casos puntuales, el caudal ha disminuido en más de un 3% respecto a la media histórica. La investigación, publicada en la revista Journal of Hydrology, apunta al cambio climático como una de las posibles causas de esta caída.
El descenso generalizado de caudales podría asociarse a la disminución de las lluvias y al aumento térmico observados en las ultimas décadas. La tendencia negativa se ha observado tanto en los tramos de ríos regulados como en los no regulados. "El proceso podría acelerarse durante el siglo XXI de acuerdo a las proyecciones climáticas de los actuales modelos de cambio climático para la península ibérica", según indicó Sergio Vicente, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología.
El investigador apunta además que otras posibles causas son los cambios en los usos y en las cubiertas del suelo. Así, el abandono generalizado de campos de cultivo y de pastos en las zonas de montaña, así como su colonización por parte de matorrales y bosques, hace que aumente la infiltración y la evapotranspiración directa por parte de la vegetación. El resultado es que disminuyen las aportaciones a los ríos.
Otros factores que inciden son la expansión de las superficies regables (con los consiguientes mayores consumos de agua en los cultivos y mayores niveles de evaporación), así como el aumento de abastecimientos a la poblaciones o el mayor gasto de agua por habitante y año.
La tónica negativa es desigual. Los descenso más acusados de caudal se aprecian en la cuenca del Segura y en un tramo de la del Guadiana, donde son superiores al 3% anual respecto a la media de la segunda mitad del siglo XX. Por su parte, en el resto del Guadiana, el Júcar y la primera mitad del Tajo, el descenso anual se ha situado entre el 1% y el 3% anual respecto a la media. En primavera, casi la mitad de la cuenca del Guadalquivir y más de un cuarto de la del Guadiana han bajado su caudal en más de un 3% anual respecto al valor medio.
Por contra, en otoño e invierno zonas de Galicia, Norte de Castilla y León, cuenca baja del Tajo, este de Andalucía y nordeste de Madrid aumentaron la cantidad de agua de sus ríos entre un 1% y un 3% respecto a la media hídrica.
Las zonas donde el caudal ha aumentado están influidas principalmente por un cambio en el régimen de precipitaciones (sobre todo en otoño) y cambios en el caudal fluvial debidos a la regulación de los embalses.
Se ha comprobado que la regulación de los ríos con presas y embalses no afecta a las tendencias encontradas, que son negativas en general; pero sí a la magnitud de los cambios. "Las cuencas más reguladas son las que presentan descensos más marcados. Además, en invierno baja el caudal de los ríos porque los embalses deben almacenar agua para las demandas estivales, lo que genera grandes diferencias estacionales", dice Vicente.