La sequía retrasará la reanudación de la obras de recrecimiento del pantano de Santolea
Lun, 16/04/2012
La reanudación de las ALCAÑIZ obras de recrecimiento del pantano de Santolea en Castellote, paradas desde agosto del año pasado, se retrasarán al menos hasta el mes de octubre, cuando finalice la campaña de riegos en el Bajo Aragón, que acaba de empezar.
La Confederación Hidrográfica del Ebro, CHE, ha optado por demorar los trabajos a causa de la sequía, debido a que para acometer la obra principal de recrecimiento de la presa «es necesario vaciar por completo el pantano», según indicaron fuentes del citado organismo. En ese sentido, desde la CHE insisten en que «por el momento, esa acción quedará aplazada porque las obras están condicionadas a la explotación del embalse». Así, desde que en verano finalizaron las pruebas de carga de la presa de cola, no se han registrado avances en el proyecto de un embalse que se encuentra al 17 por ciento de su capacidad.
A esta circunstancia hay que añadir que desde hace seis meses, la empresa constructora, AcuaEbro, trabaja en un modificado técnico del proyecto que afectará a la cimentación de la obra. Los ingenieros se afanan por el momento en completar nuevos estudios geotécnicos más precisos que los que se realizaron cuando se diseñó la presa. Cuestiones trascendentales para optimizar la impermeabilización y el método de contacto entre la presa actual y la nueva recrecida, que contará con 12 metros más de altura.
Está previsto que la capacidad pase de los 47,67 hectómetros cúbicos actuales hasta los 111. De esta forma, las mismas fuentes de la CHE explicaron que «al ser un proyecto muy complejo, es normal que se planteen mejoras una vez que se trabaja sobre el terreno. Cuando acabe la campaña de riegos se programará de nuevo el vaciado para retomar las obras de inmediato».
La Confederación rechaza, no obstante, la posibilidad de que las obras se encuentren detenidas a causa de ese modificado, y se remiten a la situación de sequía para justificar el parón. Pero los usuarios del río Guadalope no comparten esa opinión. José María Pascual, el presidente de la Comunidad de Regantes, se mostró tajante al afirmar que «hasta que no acaben el modificado no se van a retomar los trabajos».
En la actualidad, los usuarios de las 7.000 hectáreas de regadío de la cuenca del Guadalope se encuentran regando con normalidad. De momento, hasta el río llegan 2,5 metros cúbicos por segundo de agua, por lo que Pascual asegura que la situación «es normal. Aunque algunos están nerviosos, habrá agua suficiente para toda la campaña, a menos que lleguen las siete plagas de Egipto. Nunca he visto el río vacío».
El problema llegaría entonces en la campaña del próximo año, pero el presidente de los regantes se mostró esperanzado en que a lo largo de esta primavera se produzcan nuevas lluvias para llenar Santolea, que contiene en la actualidad 8,2 hectómetros cúbicos de agua embalsada de un total de 47,67.
Inversiones previstas A pesar de estos problemas, la continuidad de las obras está garantizada con la previsión de 3,45 millones de euros para 2012 en los Presupuestos Generales del Estado. Para el año 2013 se invertirán 6,8 millones; 7,36 en 2014 y 8,03 en 2015.
No tendrá la misma suerte otro proyecto vital para los regantes de Albalate del Arzobispo, Andorra, Alcorisa, Alloza y Ariño: la elevación de aguas del Ebro. Según confirmó el presidente de la Mancomunidad Turolense de Elevación de Aguas del Ebro a Andorra, Antonio del Río, «el proyecto se ha caído de los presupuestos generales».
Por el momento, la primera fase ya está concluida. Ha costado 27 millones de euros con cargo a los fondos Miner. Pero la tubería que elevará el agua desde el embalse de Mequinenza solo ha llegado hasta Alloza, a lo largo de 37 kilómetros.
Queda pendiente, por lo tanto, una segunda fase de 34,3 millones El proyecto de recrecimiento permitirá incrementar la capacidad del pantano, que pasará de los 47,67 hectómetros cúbicos actuales a 111.
JOSÉ MARÍA PASCUAL Comunidad de regantes para la que el Ministerio de Medio Ambiente no ha programado ninguna partida. Las obras de esta segunda fase de la elevación consistirán en la creación de las balsas de bombeo en Samper y en la Val de Arcos. Asimismo, se creará otra balsa de distribución en Albalate para enviar agua al propio Albalate, y la balsa de Piogordo, infraestructura con la que se pretendía abastecer a Alcorisa, Alloza, Andorra y Ariño.
El volumen de agua concedida por la Confederación Hidrográfica del Ebro asciende a un caudal de 5,8 hectómetros cúbicos por año, equivalente a una cantidad media al año de 186 litros por segundo. De ellos, está previsto que 1,1 hectómetros cúbicos de agua por año se destinen al abastecimiento de las poblaciones, 0,6 para uso pecuario, y 4,1 para usos industriales.
La Confederación Hidrográfica del Ebro, CHE, ha optado por demorar los trabajos a causa de la sequía, debido a que para acometer la obra principal de recrecimiento de la presa «es necesario vaciar por completo el pantano», según indicaron fuentes del citado organismo. En ese sentido, desde la CHE insisten en que «por el momento, esa acción quedará aplazada porque las obras están condicionadas a la explotación del embalse». Así, desde que en verano finalizaron las pruebas de carga de la presa de cola, no se han registrado avances en el proyecto de un embalse que se encuentra al 17 por ciento de su capacidad.
A esta circunstancia hay que añadir que desde hace seis meses, la empresa constructora, AcuaEbro, trabaja en un modificado técnico del proyecto que afectará a la cimentación de la obra. Los ingenieros se afanan por el momento en completar nuevos estudios geotécnicos más precisos que los que se realizaron cuando se diseñó la presa. Cuestiones trascendentales para optimizar la impermeabilización y el método de contacto entre la presa actual y la nueva recrecida, que contará con 12 metros más de altura.
Está previsto que la capacidad pase de los 47,67 hectómetros cúbicos actuales hasta los 111. De esta forma, las mismas fuentes de la CHE explicaron que «al ser un proyecto muy complejo, es normal que se planteen mejoras una vez que se trabaja sobre el terreno. Cuando acabe la campaña de riegos se programará de nuevo el vaciado para retomar las obras de inmediato».
La Confederación rechaza, no obstante, la posibilidad de que las obras se encuentren detenidas a causa de ese modificado, y se remiten a la situación de sequía para justificar el parón. Pero los usuarios del río Guadalope no comparten esa opinión. José María Pascual, el presidente de la Comunidad de Regantes, se mostró tajante al afirmar que «hasta que no acaben el modificado no se van a retomar los trabajos».
En la actualidad, los usuarios de las 7.000 hectáreas de regadío de la cuenca del Guadalope se encuentran regando con normalidad. De momento, hasta el río llegan 2,5 metros cúbicos por segundo de agua, por lo que Pascual asegura que la situación «es normal. Aunque algunos están nerviosos, habrá agua suficiente para toda la campaña, a menos que lleguen las siete plagas de Egipto. Nunca he visto el río vacío».
El problema llegaría entonces en la campaña del próximo año, pero el presidente de los regantes se mostró esperanzado en que a lo largo de esta primavera se produzcan nuevas lluvias para llenar Santolea, que contiene en la actualidad 8,2 hectómetros cúbicos de agua embalsada de un total de 47,67.
Inversiones previstas A pesar de estos problemas, la continuidad de las obras está garantizada con la previsión de 3,45 millones de euros para 2012 en los Presupuestos Generales del Estado. Para el año 2013 se invertirán 6,8 millones; 7,36 en 2014 y 8,03 en 2015.
No tendrá la misma suerte otro proyecto vital para los regantes de Albalate del Arzobispo, Andorra, Alcorisa, Alloza y Ariño: la elevación de aguas del Ebro. Según confirmó el presidente de la Mancomunidad Turolense de Elevación de Aguas del Ebro a Andorra, Antonio del Río, «el proyecto se ha caído de los presupuestos generales».
Por el momento, la primera fase ya está concluida. Ha costado 27 millones de euros con cargo a los fondos Miner. Pero la tubería que elevará el agua desde el embalse de Mequinenza solo ha llegado hasta Alloza, a lo largo de 37 kilómetros.
Queda pendiente, por lo tanto, una segunda fase de 34,3 millones El proyecto de recrecimiento permitirá incrementar la capacidad del pantano, que pasará de los 47,67 hectómetros cúbicos actuales a 111.
JOSÉ MARÍA PASCUAL Comunidad de regantes para la que el Ministerio de Medio Ambiente no ha programado ninguna partida. Las obras de esta segunda fase de la elevación consistirán en la creación de las balsas de bombeo en Samper y en la Val de Arcos. Asimismo, se creará otra balsa de distribución en Albalate para enviar agua al propio Albalate, y la balsa de Piogordo, infraestructura con la que se pretendía abastecer a Alcorisa, Alloza, Andorra y Ariño.
El volumen de agua concedida por la Confederación Hidrográfica del Ebro asciende a un caudal de 5,8 hectómetros cúbicos por año, equivalente a una cantidad media al año de 186 litros por segundo. De ellos, está previsto que 1,1 hectómetros cúbicos de agua por año se destinen al abastecimiento de las poblaciones, 0,6 para uso pecuario, y 4,1 para usos industriales.