Hasta 45.000 vecinos del Bajo Andarax, sin agua por una chapuza de la Junta
Mié, 13/06/2012
El abastecimiento de agua potable para los siete pueblos y 45.000 habitantes del Bajo Andarax almeriense corre peligro este verano, después de que un sondeo construido por la Junta se haya averiado y haya dejado de funcionar sólo ocho meses después de ser inaugurado.
Los peores augurios tras las dificultades iniciales para poner en marcha la extracción de agua del pozo, que necesitó varios meses para ser puesto en servicio, se han visto cumplidos ahora con una avería al atorarse la bomba de extracción, por causas que aún se desconocen, lo que ha llevado a la Mancomunidad de municipios a poner el grito en el cielo y a pedir a los vecinos que ahorren agua en la medida de sus posibilidades para evitar futuros cortes.
Desde la Mancomunidad, presidida por el alcalde de Gádor, el popular Eugenio Gonzálvez, se apunta a una deficiente ejecución del pozo de La Calderona II, al tiempo que se critica que el contratista de la obra eluda responsabilidades y que la Junta no haya adoptado medidas hasta el momento para intervenir con urgencia en la recuperación del sondeo. De ahí que el organismo supramunicipal haya anunciado acciones legales contra la asistencia técnica, el contratista y demás intervinientes en la deficiente realización del sondeo.
«La situación es tan crítica y caótica», mantiene Gonzálvez, «que el Bajo Andarax bebe agua por la solidaridad de los regantes, porque si no es por su ayuda cinco de los siete pueblos estarían hoy sin agua».
El presidente de la Mancomunidad también ha tenido palabras de agradecimiento para Aqualia, concesionaria del servicio, que ya lleva soportado un gasto provisional cercano a los 80.000 euros en un intento de paliar sobre la marcha el grave efecto que esta situación provoca.
La falta de suministro está obligando también a la Mancomunidad a realizar una «excesiva» compra de agua al municipio de Almería a un precio de 60 céntimos el metro cúbico, y a abrir otros sondeos en la zona con fondos propios, con el consiguiente gasto que ello supone.
Pero además, la junta rectora de la Mancomunidad de municipios ha mostrado su preocupación ante la paralización que sufren las obras de abastecimiento y saneamiento, incluidas en el plan de inversiones del Bajo Andarax, y ha asegurado que si la Consejería de Medio Ambiente no termina las actuaciones pendientes, los 30 millones de euros invertidos hasta ahora para completar el ciclo integral del agua en la comarca se habrán tirado a la basura.
Gonzálvez ha explicado que no se trata de un problema de recursos o de recortes, sino de la «parálisis administrativa que vive la Junta de Andalucía y de falta de voluntad política, puesto que no se trata de hacer nuevas inversiones, sino de terminar las ya contempladas».
Un sondeo construido por la Administración andaluza deja de funcionar a los ocho meses y pone en peligro el suministro para el verano.
Los peores augurios tras las dificultades iniciales para poner en marcha la extracción de agua del pozo, que necesitó varios meses para ser puesto en servicio, se han visto cumplidos ahora con una avería al atorarse la bomba de extracción, por causas que aún se desconocen, lo que ha llevado a la Mancomunidad de municipios a poner el grito en el cielo y a pedir a los vecinos que ahorren agua en la medida de sus posibilidades para evitar futuros cortes.
Desde la Mancomunidad, presidida por el alcalde de Gádor, el popular Eugenio Gonzálvez, se apunta a una deficiente ejecución del pozo de La Calderona II, al tiempo que se critica que el contratista de la obra eluda responsabilidades y que la Junta no haya adoptado medidas hasta el momento para intervenir con urgencia en la recuperación del sondeo. De ahí que el organismo supramunicipal haya anunciado acciones legales contra la asistencia técnica, el contratista y demás intervinientes en la deficiente realización del sondeo.
«La situación es tan crítica y caótica», mantiene Gonzálvez, «que el Bajo Andarax bebe agua por la solidaridad de los regantes, porque si no es por su ayuda cinco de los siete pueblos estarían hoy sin agua».
El presidente de la Mancomunidad también ha tenido palabras de agradecimiento para Aqualia, concesionaria del servicio, que ya lleva soportado un gasto provisional cercano a los 80.000 euros en un intento de paliar sobre la marcha el grave efecto que esta situación provoca.
La falta de suministro está obligando también a la Mancomunidad a realizar una «excesiva» compra de agua al municipio de Almería a un precio de 60 céntimos el metro cúbico, y a abrir otros sondeos en la zona con fondos propios, con el consiguiente gasto que ello supone.
Pero además, la junta rectora de la Mancomunidad de municipios ha mostrado su preocupación ante la paralización que sufren las obras de abastecimiento y saneamiento, incluidas en el plan de inversiones del Bajo Andarax, y ha asegurado que si la Consejería de Medio Ambiente no termina las actuaciones pendientes, los 30 millones de euros invertidos hasta ahora para completar el ciclo integral del agua en la comarca se habrán tirado a la basura.
Gonzálvez ha explicado que no se trata de un problema de recursos o de recortes, sino de la «parálisis administrativa que vive la Junta de Andalucía y de falta de voluntad política, puesto que no se trata de hacer nuevas inversiones, sino de terminar las ya contempladas».
Un sondeo construido por la Administración andaluza deja de funcionar a los ocho meses y pone en peligro el suministro para el verano.