El PP propone un concurso hecho a la medida de Aguas de Valencia
Mié, 20/06/2012
El millonario contrato de suministro de agua en alta parece "atado y bien atado" denunciaron ayer los portavoces socialista y de EU, que sospechan que la ganadora del proceso que se repetirá será la adjudicataria de hace cuatro años, Aguas de Valencia. Entonces solo se presentaron la compañía valenciana y su competidora Aguas de Barcelona.
Y es que entre repetir el concurso, con un nuevo pliego y nuevas ofertas, rescatarlo y convertirlo en público al 100% o repetir lo imprescindible, el PP optó por la última opción, la más conservadora. El grupo mayoritario no quiere riesgos con este contrato de 50 años y 2.500 millones de negocio.
El pleno de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), integrada por los 44 Ayuntamientos del entorno de Valencia y titular del servicio, votó ayer retrotraer el concurso anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) al momento de la constitución de la Mesa de Contratación y la elaboración de los informes. Solo recordar que el TSJ anuló la adjudicación en 2008 a Aguas de Valencia porque los informes de valoración de las ofertas los hizo una empresa no habilitada para ello.
Ayer, el presidente de la Emshi, Arturo Ros, reaccionó con contundencia cada vez que los consejeros socialistas y de EU pedían una y otra vez en el pleno que se rescatara el servicio o que se comenzara de nuevo.
"Eso no es lo que dice la sentencia", amonestó Ros al portavoz socialista, Ramón Marí, cuando planteó que para darle plena limpieza al concurso lo mejor sería iniciarlo de nuevo. Marí replicó que el fallo sí lo permite. "No establece limitaciones", reiteró.
Los socialistas defendieron que la situación es diferente a la de julio de 2008, "por lo que iniciarlo de nuevo permitiría a muchas empresas presentar ofertas más interesantes y beneficiosas para los vecinos de Valencia y comarca", subrayó el consejero socialista. Al calor del debate, Marí recordó lo dura que es la sentencia del TSJ contra la Emshi y su anterior presidente, Enrique Crespo, imputado en el caso Emarsa, y mencionó cómo Crespo salpica al vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.
Josep Vicent Bort, representante de Compromís, apostó por el rescate, es decir, por que el servicio lo preste una empresa 100% pública. Bort echó en cara a los populares que Aguas de Valencia, actual adjudicataria no haya invertido ni un solo millón de euros de los 52 que debía de haber gastado en los cuatro primeros años de contrato.
La llamada tasa técnica, un impuesto finalista que se cobra a los consumidores para pagar obras de mejora ordinarias, tampoco se ha gastado. En 2009 y 2010, según las memorias de Emimet, se invirtió menos de la mitad de lo recaudado por este concepto. Es decir, 12,5 millones de euros frente a los 31 millones recaudados aproximadamente.
Pese a ello, los populares acordaron que se suspendan las inversiones de Aguas de Valencia en la red de agua en alta hasta que se adjudique de nuevo el concurso.
Los técnicos de la Emshi aclararon tras el pleno que la Mesa de Contratación se constituirá en breve con ellos mismos, el presidente de la Emshi, Arturo Ros, y un representante por grupo político con representación en la entidad. Luego se decidirá quién valora de nuevo las ofertas.
Y es que entre repetir el concurso, con un nuevo pliego y nuevas ofertas, rescatarlo y convertirlo en público al 100% o repetir lo imprescindible, el PP optó por la última opción, la más conservadora. El grupo mayoritario no quiere riesgos con este contrato de 50 años y 2.500 millones de negocio.
El pleno de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), integrada por los 44 Ayuntamientos del entorno de Valencia y titular del servicio, votó ayer retrotraer el concurso anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) al momento de la constitución de la Mesa de Contratación y la elaboración de los informes. Solo recordar que el TSJ anuló la adjudicación en 2008 a Aguas de Valencia porque los informes de valoración de las ofertas los hizo una empresa no habilitada para ello.
Ayer, el presidente de la Emshi, Arturo Ros, reaccionó con contundencia cada vez que los consejeros socialistas y de EU pedían una y otra vez en el pleno que se rescatara el servicio o que se comenzara de nuevo.
"Eso no es lo que dice la sentencia", amonestó Ros al portavoz socialista, Ramón Marí, cuando planteó que para darle plena limpieza al concurso lo mejor sería iniciarlo de nuevo. Marí replicó que el fallo sí lo permite. "No establece limitaciones", reiteró.
Los socialistas defendieron que la situación es diferente a la de julio de 2008, "por lo que iniciarlo de nuevo permitiría a muchas empresas presentar ofertas más interesantes y beneficiosas para los vecinos de Valencia y comarca", subrayó el consejero socialista. Al calor del debate, Marí recordó lo dura que es la sentencia del TSJ contra la Emshi y su anterior presidente, Enrique Crespo, imputado en el caso Emarsa, y mencionó cómo Crespo salpica al vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.
Josep Vicent Bort, representante de Compromís, apostó por el rescate, es decir, por que el servicio lo preste una empresa 100% pública. Bort echó en cara a los populares que Aguas de Valencia, actual adjudicataria no haya invertido ni un solo millón de euros de los 52 que debía de haber gastado en los cuatro primeros años de contrato.
La llamada tasa técnica, un impuesto finalista que se cobra a los consumidores para pagar obras de mejora ordinarias, tampoco se ha gastado. En 2009 y 2010, según las memorias de Emimet, se invirtió menos de la mitad de lo recaudado por este concepto. Es decir, 12,5 millones de euros frente a los 31 millones recaudados aproximadamente.
Pese a ello, los populares acordaron que se suspendan las inversiones de Aguas de Valencia en la red de agua en alta hasta que se adjudique de nuevo el concurso.
Los técnicos de la Emshi aclararon tras el pleno que la Mesa de Contratación se constituirá en breve con ellos mismos, el presidente de la Emshi, Arturo Ros, y un representante por grupo político con representación en la entidad. Luego se decidirá quién valora de nuevo las ofertas.