El proyecto de construcción de una nueva depuradora de aguas residuales para Ourense, que salve la situación de ilegalidad y la incapacidad técnica que tiene la depuradora actual para tratar los residuos que genera la ciudad, comienza a andar después de años de espera.

La Sociedad Estatal de Aguas de las Cuencas del Norte, AcuaNorte, sacó a concurso ayer el proyecto para la licitación del contrato de redacción del proyecto así como de la ejecución de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR de Reza, por 67 millones de euros, y con un plazo de ejecución de 72 meses, con lo que estaría funcionando en el año 2015.

El proyecto de presentación de ofertas se abre oficialmente hoy,día 3 de julio a las 12 del mediodía y estará abierto hasta el día 14 de septiembre.Finalmente el 11 de diciembre de este año se abrirán todas las ofertas presentadas y será la mesa de contratación la que decida a cuál de los candidatos se le adjudica la obra.

La nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales de Ourense se hará en la orilla izquierda del del Miño,a la altura de Reza, y a unos 300 metros aguas abajo de la depuradora actual. La obra es una urgencia legal y técnica, dada la sentencia firme de derribo que pesa sobre la depuradora actual, por su proximidad a las viviendas de Reza, y porque la vieja EDAR no tiene capacidad para tratar todos los residuos que le llegan,por lo que parte de esas aguas residuales vuelven sin depurar al curso fluvial del Miño.

La licitación de este proyecto de saneamiento fue publicada ayer en la Plataforma de Contratación del Estado. El 70 por ciento de los 67 millones que costará la obra será financiados por el Gobierno de España través de la Sociedad Estatal AcuaNorte, que contará para ello con subvenciones de fondos europeos Feder.

De acuerdo al convenio suscrito en su día entre el ministerio, a Xunta de Galicia y el Concello de Ourense,la Xunta de Galicia asumirá a través de su organismo Aguas de Galicia,el 15 por ciento de la obra y el 15 por ciento restante lo asume el propio Concello.

Las obras que ahora empiezan a ver la luz, tras un largo túnel de espera, dos gobiernos, y algún anuncio fallido, incluye la prolongación del actual colector hasta el bombeo de agua bruta de la nueva EDAR.

Además incluye la propia construcción de la depuradora, la demolición de la EDAR actual y el transporte de los productos resultantes esta demolición a un vertedero apropiado para ese tipo de residuos.

En el coste total del proyecto se incluye también el apartado de recuperación ambiental y paisajística del tramo de la margen izquierda del Miño en el que se encuentra la depuradora actual,que tras el derribo de la misma, debe ser reconvertida y convertirla en una gran parque y zona verde de esparcimiento.

El proyecto que ahora sale a concurso incluye la construcción de una estación depuradora con capacidad para tratar un caudal medio de 60.450 metros cúbicos de aguas residuales al día, que produciría el equivalente a una población de 180.302 habitantes, frente a los 107.000 habitantes que tiene la ciudad en la actualidad.

Pero además el sistema de depuración garantiza sistemas totalmente biológicos de tratamiento de los residuos, mediante la eliminación de nutrientes,y el tratamiento terciario de los mismos a través de radiación ultravioleta. Los fangos que genere el proceso se suprimirán con un sistema de digestión anaerobica y posterior secado térmico.

La eliminación de los malos olores que han generado denuncias contra la depuradora actual desde su nacimiento van a quedar superadas con la nueva EDAR. Pero además AcuaNorte volvió a adelantar el plazo de ejecución. Primero dijo que funcionaría en 2018, luego en 2016 y ahora en 2015.