La situación «crítica» de sequía deja en vilo la campaña de riego desde agosto
Lun, 23/07/2012
«Estamos ante una situación muy crítica», resume el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Juan José Valín, quien pone un dato sobre la mesa: este año la Comunidad no podrá cumplir el convenio de Albufeira con Portugal, que regula las cuencas hidrográficas que comparten los gobiernos de ambos países.
Este acuerdo fija que Castilla y León debe ceder cada campaña hidráulica 3.500 hectómetros cúbicos a la altura de la presa de Saucelle, en Salamanca. En el histórico, sólo figura la declaración de excepción en la campaña 2004-2005, aunque los volúmenes fijados eran mayores, informa Ical.
Por estos motivos, y con el punto de mira puesto en asegurar el abastecimiento, el presidente de la CHD pide a los agricultores moderación «desde ya». «Será imposible aportar agua para regadío a partir de agosto y será necesario reducir los consumos a partir de este mes en algunas zonas, y en estos mismos momentos ya si se quiere llegar a final de agosto. Todo ello, con independencia de las previsiones que vayamos teniendo a lo largo de este mes y medio», sentenció.
En este sentido, Valín recordó que la campaña de riego arrancó con la advertencia de esta realidad en las juntas de explotación, desde donde se pidió a los agricultores que adaptaran los cultivos a la situación, es decir, que optaran por aquellos cultivos poco exigentes en consumo de agua ante la situación de carestía.
A ello se suma que la evolución climática, que augura un otoño muy seco, podría obligar a aumentar los niveles de reserva previstos en las comisiones de desembalse y, en consecuencia, a cortar antes los regadíos. Cabe recordar que la situación de sequía en toda la Cuenca del Duero ya provocó la rebaja del caudal de mantenimiento de los ríos entre un 30 y un 50% inferior al de campañas anteriores.
Si se observa el último informe de situación de los embalses del Estado en la Cuenca del Duero y se analiza la situación de los últimos diez años, se detecta que acumulan el 74% de agua de un año normal.
«Esto quiere decir que estamos mal, con mucha escasez, porque el Duero no tiene una regulación hiperanual. Los embalses que tenemos sólo nos permiten hacer regulaciones de invierno para verano. El Duero tiene muy poca capacidad de embalse», explicó el presidente del órgano de cuenca.
La situación es muy desigual. Los datos más preocupantes se aprecian en el embalse de Villameca, para la zona regable del Tuerto, con el 44% de un año normal; y en el Sistema Pisuerga-Bajo Duero, con un 46% y porque, además, es el responsable de que haya caudales de abastecimiento en Valladolid y Zamora.
«Salvo que cambie la meteorología, tendremos que reducir la campaña de regadío y mantener las reservas para los abastecimientos», precisó Valín.
El presidente de la CHD pide a los agricultores moderación «desde ya» / Los sistemas Pisuerga-Bajo Duero, Carrión, Órbigo y Tuerto, los más afectados por la escasez de lluvia
Este acuerdo fija que Castilla y León debe ceder cada campaña hidráulica 3.500 hectómetros cúbicos a la altura de la presa de Saucelle, en Salamanca. En el histórico, sólo figura la declaración de excepción en la campaña 2004-2005, aunque los volúmenes fijados eran mayores, informa Ical.
Por estos motivos, y con el punto de mira puesto en asegurar el abastecimiento, el presidente de la CHD pide a los agricultores moderación «desde ya». «Será imposible aportar agua para regadío a partir de agosto y será necesario reducir los consumos a partir de este mes en algunas zonas, y en estos mismos momentos ya si se quiere llegar a final de agosto. Todo ello, con independencia de las previsiones que vayamos teniendo a lo largo de este mes y medio», sentenció.
En este sentido, Valín recordó que la campaña de riego arrancó con la advertencia de esta realidad en las juntas de explotación, desde donde se pidió a los agricultores que adaptaran los cultivos a la situación, es decir, que optaran por aquellos cultivos poco exigentes en consumo de agua ante la situación de carestía.
A ello se suma que la evolución climática, que augura un otoño muy seco, podría obligar a aumentar los niveles de reserva previstos en las comisiones de desembalse y, en consecuencia, a cortar antes los regadíos. Cabe recordar que la situación de sequía en toda la Cuenca del Duero ya provocó la rebaja del caudal de mantenimiento de los ríos entre un 30 y un 50% inferior al de campañas anteriores.
Si se observa el último informe de situación de los embalses del Estado en la Cuenca del Duero y se analiza la situación de los últimos diez años, se detecta que acumulan el 74% de agua de un año normal.
«Esto quiere decir que estamos mal, con mucha escasez, porque el Duero no tiene una regulación hiperanual. Los embalses que tenemos sólo nos permiten hacer regulaciones de invierno para verano. El Duero tiene muy poca capacidad de embalse», explicó el presidente del órgano de cuenca.
La situación es muy desigual. Los datos más preocupantes se aprecian en el embalse de Villameca, para la zona regable del Tuerto, con el 44% de un año normal; y en el Sistema Pisuerga-Bajo Duero, con un 46% y porque, además, es el responsable de que haya caudales de abastecimiento en Valladolid y Zamora.
«Salvo que cambie la meteorología, tendremos que reducir la campaña de regadío y mantener las reservas para los abastecimientos», precisó Valín.
El presidente de la CHD pide a los agricultores moderación «desde ya» / Los sistemas Pisuerga-Bajo Duero, Carrión, Órbigo y Tuerto, los más afectados por la escasez de lluvia