Clemente pide a los agricultores máximo control en los riegos
Mar, 24/07/2012
La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, respaldó ayer desde Ávila el mensaje del presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), José Valín, quien advertía de los peligros que corría la campaña de riego a partir de agosto por la «crítica» sequía y pedía moderación a los agricultores.
Clemente describió con objetividad la situación actual tras un año «muy seco», en el que no se han registrado ni la mitad de las precipitaciones de otros años por estas fechas. Por ello, y ante esta «merma tan importante de agua», realizó un llamamiento a los agricultores de la Comunidad: «Es importantísimo que en estos momentos sepan que tienen que medir mucho el agua que destinan a regar».
En este contexto, y siendo consciente de la «escasez de recursos», Clemente señaló que, pese a todo, es una situación que «se puede controlar», teniendo en cuenta que es posible «decidir cuánto agua se destina» a los riegos. «Lo que no se puede es tener más agua», concluyó.
Previamente, la consejera se remontó atrás en el tiempo para señalar que los propios agricultores «ya pensaron» que iba a haber «menos agua para el riego» al decidir los cultivos que iban a sembrar.
Al respecto, comentó que la superficie de regadío destinada al cultivo de la remolacha «ha descendido de forma notable» este año, tal y como ha ocurrido con la patata, aunque en menor medida.
Por ello, Silvia Clemente llegó a la conclusión de que los agricultores «tenían conciencia» de que iban a disponer de menos agua cuando adoptaron ese tipo de decisiones. De ahí la petición de que «midan mucho» el agua destinada al regadío de sus cultivos en estos tiempos difíciles, sumándose así a la postura del presidente de la CHD.
La número dos de Economía recordó que la Junta trabaja en una nueva ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, con la que se pretende fomentar la participación del sector privado en la investigación, pero también ahondar en la internacionalización y en mejorar la capacidad investigadora de los científicos.
El rector de la USAL, Daniel Hernández Ruiperez, recordó que tanto este edificio como el M2 y la Bioincubadora, se han construido «en circunstancias económicas adversas, lo que demuestra que el trabajo bien hecho tiene recompensa».
Escasez de recursos
Clemente describió con objetividad la situación actual tras un año «muy seco», en el que no se han registrado ni la mitad de las precipitaciones de otros años por estas fechas. Por ello, y ante esta «merma tan importante de agua», realizó un llamamiento a los agricultores de la Comunidad: «Es importantísimo que en estos momentos sepan que tienen que medir mucho el agua que destinan a regar».
En este contexto, y siendo consciente de la «escasez de recursos», Clemente señaló que, pese a todo, es una situación que «se puede controlar», teniendo en cuenta que es posible «decidir cuánto agua se destina» a los riegos. «Lo que no se puede es tener más agua», concluyó.
Previamente, la consejera se remontó atrás en el tiempo para señalar que los propios agricultores «ya pensaron» que iba a haber «menos agua para el riego» al decidir los cultivos que iban a sembrar.
Al respecto, comentó que la superficie de regadío destinada al cultivo de la remolacha «ha descendido de forma notable» este año, tal y como ha ocurrido con la patata, aunque en menor medida.
Por ello, Silvia Clemente llegó a la conclusión de que los agricultores «tenían conciencia» de que iban a disponer de menos agua cuando adoptaron ese tipo de decisiones. De ahí la petición de que «midan mucho» el agua destinada al regadío de sus cultivos en estos tiempos difíciles, sumándose así a la postura del presidente de la CHD.
La número dos de Economía recordó que la Junta trabaja en una nueva ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, con la que se pretende fomentar la participación del sector privado en la investigación, pero también ahondar en la internacionalización y en mejorar la capacidad investigadora de los científicos.
El rector de la USAL, Daniel Hernández Ruiperez, recordó que tanto este edificio como el M2 y la Bioincubadora, se han construido «en circunstancias económicas adversas, lo que demuestra que el trabajo bien hecho tiene recompensa».
Escasez de recursos