Las reservas de agua en los embalses españoles se situaron la semana pasada por debajo de la mitad de su capacidad. Aunque la situación de cada cuenca es muy diferente, se puede afirmar que es grave o muy grave en la mayor parte de los embalses, por lo que se han multiplicado los problemas para el riego.

Por otro lado, las tierras de secano se encuentran muy secas como consecuencia de las escasas lluvias de los últimos meses, que ha provocado una importante reducción de la cosecha de cereales de otoño-invierno.

En resumidas cuentas, la sequía es ahora uno de los problemas más graves del campo español y, salvo que llueva de forma regular y con precipitaciones por encima de la media en el otoño, la situación se complicará todavía más. La falta de agua se ha convertido ya en una de las principales preocupaciones de todo el equipo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente dirigido por Miguel Arias Cañete.

Desgraciadamente, esta situación no es exclusiva de España. En Estados Unidos están pasando por una gran sequía en las principales regiones productoras de cereales y oleaginosas. Asimismo, en Rusia y Ucrania también pintan bastos.

Total, que debido a ello y al incremento de la demanda de cereales y soja por parte de China, se ha registrado un importante incremento de los precios de estos productos en los mercados internacionales, lo que está poniendo entre la espada y la pared a todos los ganaderos españoles.

Durante la última semana volvieron a subir las cotizaciones en las principales lonjas. Tal y como están las cosas, hay que pensar, a la hora de planificar la actividad ganadera, que la tendencia de fondo a medio plazo de los cereales es a subir.