Argelia plantea a Tragsa ampliar sus proyectos de cooperación
Mié, 21/11/2012
El Ministro argelino de Agricultura y Desarrollo Rural, Rachid Benaissa, planteó ayer al grupo español de capital público Tragsa la posibilidad de desarrollar la cooperación común en el campo de los invernaderos y la irrigación, aseguró a Efe el presidente del grupo, Miguel Giménez de Córdoba.
"El ministro de Agricultura nos ha suscitado dos cuestiones de su interés, invernaderos y cuestiones relacionadas con irrigación, tanto en la faceta de captación de agua como en la de sistemas de regadío eficientes con ahorro de agua", dijo De Córdoba antes de agregar que "Tragsa puede prestar un buen servicio a Argelia" en estos aspectos.
El grupo español, dedicado a actuaciones y servicios agrícolas, ganaderos, forestales, de desarrollo rural y de conservación y protección del medio natural y medioambiental, lleva actualmente en Argelia dos proyectos.
Uno es la puesta en marcha de "una empresa pública tipo Tragsa", ya que según De Córdoba "es un modelo que se ajusta bastante a las necesidades de desarrollo rural que tiene Argelia".
La segunda, es la construcción de una piscifactoría para criar lubinas y doradas, que se encuentra en una fase delicada debido al nivel de contaminación de las aguas de la bahía de Argel, donde está siendo construida.
Una cuestión que De Córdoba, junto al Secretario General de Tragsa, José Manuel Díez Quintanilla, trataron con el ministro de Pesca y Recursos Marinos, Abdalá Janafu.
"Estamos estudiando la solución más eficaz y a un coste razonable, ya que el planteamiento inicial que es emplear el agua del mar, como está, es imposible", subrayó el presidente del grupo público español.
El pasado septiembre, Tragsa que "en su faceta como medio propio de la Administración se encuentra con una actuación muy limitada dadas las restricciones presupuestarias", como aseguró De Córdoba, mostró a través de su presidente su intención de profundizar en su internacionalización y de buscar socios privados para embarcarse en esta aventura.
Para el presidente de la entidad, los 35 años en los que el grupo ha trabajado como "medio propio de la administración" le han dado "una fortaleza" que ahora le permite trabajar por su cuenta.
Una experiencia y unas referencias que "puede ser muy útil para otras empresas españolas en este ámbito del desarrollo rural, medio ambiente o agua, sobre todo en países emergentes y menos desarrollados", comentó.
"Mucho mejor que Tragsa solo y muchas empresas privadas solas, hacer equipo y complementarse", sentenció De Córdoba, que confesó que el proyecto está todavía muy abierto y perfilándose.
Pero para De Benito, la internacionalización del grupo cuyo volumen de negocio es en un 98 por ciento español, además de una "gran oportunidad" es también "una necesidad".
"Tragsa tiene una plantilla voluminosa que difícilmente atendería solo el mercado nacional, necesitamos algo más ante las realidades del mercado nacional que se ha encogido", indicó el directivo español antes de advertir de que los frutos de la internacionalización no se recogen a corto plazo.
"El negocio internacional es algo que no da fruto de un día para otro, hay que crearse un cartel, darse a conocer, hay que sembrar mucho y esperar un poco para recuperarlo", dijo antes de asegurar que desde su empresa están trabajando para hacer que crezca "lo máximo posible y al mayor ritmo posible".
"El ministro de Agricultura nos ha suscitado dos cuestiones de su interés, invernaderos y cuestiones relacionadas con irrigación, tanto en la faceta de captación de agua como en la de sistemas de regadío eficientes con ahorro de agua", dijo De Córdoba antes de agregar que "Tragsa puede prestar un buen servicio a Argelia" en estos aspectos.
El grupo español, dedicado a actuaciones y servicios agrícolas, ganaderos, forestales, de desarrollo rural y de conservación y protección del medio natural y medioambiental, lleva actualmente en Argelia dos proyectos.
Uno es la puesta en marcha de "una empresa pública tipo Tragsa", ya que según De Córdoba "es un modelo que se ajusta bastante a las necesidades de desarrollo rural que tiene Argelia".
La segunda, es la construcción de una piscifactoría para criar lubinas y doradas, que se encuentra en una fase delicada debido al nivel de contaminación de las aguas de la bahía de Argel, donde está siendo construida.
Una cuestión que De Córdoba, junto al Secretario General de Tragsa, José Manuel Díez Quintanilla, trataron con el ministro de Pesca y Recursos Marinos, Abdalá Janafu.
"Estamos estudiando la solución más eficaz y a un coste razonable, ya que el planteamiento inicial que es emplear el agua del mar, como está, es imposible", subrayó el presidente del grupo público español.
El pasado septiembre, Tragsa que "en su faceta como medio propio de la Administración se encuentra con una actuación muy limitada dadas las restricciones presupuestarias", como aseguró De Córdoba, mostró a través de su presidente su intención de profundizar en su internacionalización y de buscar socios privados para embarcarse en esta aventura.
Para el presidente de la entidad, los 35 años en los que el grupo ha trabajado como "medio propio de la administración" le han dado "una fortaleza" que ahora le permite trabajar por su cuenta.
Una experiencia y unas referencias que "puede ser muy útil para otras empresas españolas en este ámbito del desarrollo rural, medio ambiente o agua, sobre todo en países emergentes y menos desarrollados", comentó.
"Mucho mejor que Tragsa solo y muchas empresas privadas solas, hacer equipo y complementarse", sentenció De Córdoba, que confesó que el proyecto está todavía muy abierto y perfilándose.
Pero para De Benito, la internacionalización del grupo cuyo volumen de negocio es en un 98 por ciento español, además de una "gran oportunidad" es también "una necesidad".
"Tragsa tiene una plantilla voluminosa que difícilmente atendería solo el mercado nacional, necesitamos algo más ante las realidades del mercado nacional que se ha encogido", indicó el directivo español antes de advertir de que los frutos de la internacionalización no se recogen a corto plazo.
"El negocio internacional es algo que no da fruto de un día para otro, hay que crearse un cartel, darse a conocer, hay que sembrar mucho y esperar un poco para recuperarlo", dijo antes de asegurar que desde su empresa están trabajando para hacer que crezca "lo máximo posible y al mayor ritmo posible".