Proyecto OXAGUA: Alternativas de tratamiento para reducir contaminantes emergentes en aguas
Jue, 29/11/2012
Ainia Centro Tecnológico y el Instituto Tecnológico Metalmecánico-AIMME estudiarán de forma conjunta alternativas de tratamiento de aguas basadas en la oxidación avanzada que sean capaces de reducir, de forma más eficaz que los tratamientos convencionales, compuestos de interés clasificados en tres grupos de contaminantes emergentes: pesticidas, fármacos y surfactantes.
En los últimos años, debido a su elevada capacidad de oxidación, los procesos de oxidación avanzada han cobrado protagonismo por presentar un gran potencial como tratamientos de depuración de contaminantes que no pueden ser reducidos o eliminados mediante sistemas de tratamiento convencionales, principalmente el biológico. Muchos de los emergentes se enmarcan dentro de este tipo de contaminantes. El proyecto OXAGUA estudiará la aplicación de esta clase de procesos mediante dos tipos de tratamientos, basados en la utilización del ozono (desde ainia) y en procesos electroquímicos (desde AIMME).
Durante los tres años que dura el proyecto, se realizarán diferentes trabajos, entre ellos: estudiar la percepción del sector público y privado relativo a la problemática asociada a los contaminantes emergentes en aguas; ampliar el conocimiento sobre las técnicas que se están utilizando actualmente para su reducción; desarrollar y optimizar medotologías de análisis multi-analítico y evaluar la aplicación de alternativas de tratamiento basadas en la oxidación avanzada.
El proyecto OXAGUA, está financiado conjuntamente por el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), dentro de su programa de proyectos en cooperación, y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunidad Valenciana (2007-2013). El objetivo final es haber adquirido el conocimiento suficiente que permita diseñar alternativas para la identificación y tratamiento de contaminantes emergentes en aguas.
Contaminantes emergentes
Los contaminantes emergentes son objeto de estudio prioritario para los principales organismos dedicados a la protección de la salud pública y medioambiental, tales como la Organización Mundial de la Salud, la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos, o la Comisión Europea.
Se definen como contaminantes previamente desconocidos o no reconocidos como tales cuya presencia en el medio ambiente no es necesariamente nueva pero sí la preocupación por las posibles consecuencias de la misma ya que se sabe relativamente poco acerca de su presencia e impacto. Normalmente se encuentran en el ámbito urbano (derivados por ejemplo de fármacos, de productos de higiene personal, subproductos desinfectantes…), industrial (derivados de surfactantes, aditivos de las gasolinas, etc.) y agrícola – hortofrutícola (pesticidas.). Estos contaminantes corresponden, en la mayoría de los casos, a contaminantes no regulados, que pueden ser candidatos a regulación futura, dependiendo de investigaciones sobre sus efectos potenciales en la salud y el medio ambiente a largo plazo.
En los últimos años, el desarrollo de nuevos y más sensibles métodos de análisis ha permitido alertar de la presencia de estos contaminantes en fuentes de abastecimiento de agua, aguas subterráneas e incluso en agua potable. Muchos de estos contaminantes son resistentes a los tratamientos convencionales de depuración y están presentes tanto en aguas residuales como depuradas.
En los últimos años, debido a su elevada capacidad de oxidación, los procesos de oxidación avanzada han cobrado protagonismo por presentar un gran potencial como tratamientos de depuración de contaminantes que no pueden ser reducidos o eliminados mediante sistemas de tratamiento convencionales, principalmente el biológico. Muchos de los emergentes se enmarcan dentro de este tipo de contaminantes. El proyecto OXAGUA estudiará la aplicación de esta clase de procesos mediante dos tipos de tratamientos, basados en la utilización del ozono (desde ainia) y en procesos electroquímicos (desde AIMME).
Durante los tres años que dura el proyecto, se realizarán diferentes trabajos, entre ellos: estudiar la percepción del sector público y privado relativo a la problemática asociada a los contaminantes emergentes en aguas; ampliar el conocimiento sobre las técnicas que se están utilizando actualmente para su reducción; desarrollar y optimizar medotologías de análisis multi-analítico y evaluar la aplicación de alternativas de tratamiento basadas en la oxidación avanzada.
El proyecto OXAGUA, está financiado conjuntamente por el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), dentro de su programa de proyectos en cooperación, y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunidad Valenciana (2007-2013). El objetivo final es haber adquirido el conocimiento suficiente que permita diseñar alternativas para la identificación y tratamiento de contaminantes emergentes en aguas.
Contaminantes emergentes
Los contaminantes emergentes son objeto de estudio prioritario para los principales organismos dedicados a la protección de la salud pública y medioambiental, tales como la Organización Mundial de la Salud, la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos, o la Comisión Europea.
Se definen como contaminantes previamente desconocidos o no reconocidos como tales cuya presencia en el medio ambiente no es necesariamente nueva pero sí la preocupación por las posibles consecuencias de la misma ya que se sabe relativamente poco acerca de su presencia e impacto. Normalmente se encuentran en el ámbito urbano (derivados por ejemplo de fármacos, de productos de higiene personal, subproductos desinfectantes…), industrial (derivados de surfactantes, aditivos de las gasolinas, etc.) y agrícola – hortofrutícola (pesticidas.). Estos contaminantes corresponden, en la mayoría de los casos, a contaminantes no regulados, que pueden ser candidatos a regulación futura, dependiendo de investigaciones sobre sus efectos potenciales en la salud y el medio ambiente a largo plazo.
En los últimos años, el desarrollo de nuevos y más sensibles métodos de análisis ha permitido alertar de la presencia de estos contaminantes en fuentes de abastecimiento de agua, aguas subterráneas e incluso en agua potable. Muchos de estos contaminantes son resistentes a los tratamientos convencionales de depuración y están presentes tanto en aguas residuales como depuradas.