Los regantes de Vinalopó tendrán garantizada el agua del trasvase durante el tiempo que dure la reparación que va a acometer Acuamed en el embalse de San Diego en Villena (Alicante)
Mar, 23/04/2013
Acuamed
Próximamente comenzarán los estudios de comportamiento del embalse para corregir las filtraciones que se detectaron en las primeras fases de su puesta en carga
La Sociedad Estatal de Aguas de las cuencas Mediterráneas, Acuamed, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) iniciará próximamente los estudios de comportamiento del embalse de San Diego ubicado en el término municipal de Villena (Alicante), punto final del trasvase Júcar-Vinalopó, para corregir las filtraciones detectadas durante las primeras fases de su puesta en carga.
Una vez concluido el vaciado del embalse, imprescindible para que la maquinaria pudiera acceder al vaso de la presa, la empresa de ingeniería, contratada por Acuamed para que lleve a cabo el citado estudio, podrá comenzar sus trabajos que tendrá que estar concluidos en el mes de julio.
En función del mencionado informe, Acuamed definirá el procedimiento a seguir, y procederá a la redacción de un proyecto constructivo donde se concretarán los trabajos de reparación necesarios.
Durante todo el tiempo que duren los estudios y los trabajos de reparación del embalse los regantes de Vinalopó tendrán garantizado el agua ya que la existencia de una arqueta de válvulas o “by-pass” en la conducción general del trasvase permite que el agua trasvasada se pueda enviar o bien a la balsa o bien continuar su camino directamente hasta el punto de conexión con la tubería del post trasvase.
La capacidad de la conducción es de 4,5 m³/s, lo que permitiría desviar dicha cantidad de agua hasta el post-trasvase para que la Junta Central pueda distribuirla entre sus usuarios si así lo solicitan.
El acuerdo suscrito entre Acuamed y la Junta Central establece además que, una vez reparadas las filtraciones del embalse, se llevará a cabo una nueva puesta en carga, de cuya distribución se encargará también la Junta Central, a la que se entregará un volumen de agua previsto de entre 10 y 12 millones de m³. Acuamed se ha comprometido a garantizar además la calidad del agua, que debe ser apta para todos los cultivos.
El embalse de San Diego tiene capacidad para almacenar más de 20 millones de m³ de agua, y un perímetro que supera los 4 kilómetros de longitud, lo que da idea de sus importantes dimensiones.
Su altura máxima alcanza una cota de 38,5 metros y el ancho de base de su talud llega a tener en algunos puntos más de 200 metros. El agua almacenada, en su cota máxima, rondará los 22 metros de profundidad, es decir, cubriría un edificio de 7 plantas, mientras que la lámina de agua tendrá una superficie equivalente a 115 campos de fútbol (1.150.000 m²).
La Conducción Júcar-Vinalopó, de 95 kilómetros de longitud, ha sido ejecutada por el MAGRAMA, a través de Acuamed, y su principal objetivo es facilitar agua en cantidad y calidad suficiente para recuperar así los acuíferos sobre-explotados del Vinalopó. Se trata, por tanto, de una infraestructura estratégica para la Comunitat Valenciana, y muy especialmente para la provincia de Alicante, que permite trasvasar al Vinalopó hasta 80 Hm3 de agua al año procedente de los sobrantes del curso bajo del río Júcar.
El agua que acumulaba el embalse antes de su vaciado, 5 millones de m3, se ha utilizado para regar más de 20.000 hectáreas de la comarca alicantina, gracias al acuerdo suscrito en septiembre de 2012 entre los regantes de Vinalopó y Acuamed.
La Sociedad Estatal de Aguas de las cuencas Mediterráneas, Acuamed, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) iniciará próximamente los estudios de comportamiento del embalse de San Diego ubicado en el término municipal de Villena (Alicante), punto final del trasvase Júcar-Vinalopó, para corregir las filtraciones detectadas durante las primeras fases de su puesta en carga.
Una vez concluido el vaciado del embalse, imprescindible para que la maquinaria pudiera acceder al vaso de la presa, la empresa de ingeniería, contratada por Acuamed para que lleve a cabo el citado estudio, podrá comenzar sus trabajos que tendrá que estar concluidos en el mes de julio.
En función del mencionado informe, Acuamed definirá el procedimiento a seguir, y procederá a la redacción de un proyecto constructivo donde se concretarán los trabajos de reparación necesarios.
Durante todo el tiempo que duren los estudios y los trabajos de reparación del embalse los regantes de Vinalopó tendrán garantizado el agua ya que la existencia de una arqueta de válvulas o “by-pass” en la conducción general del trasvase permite que el agua trasvasada se pueda enviar o bien a la balsa o bien continuar su camino directamente hasta el punto de conexión con la tubería del post trasvase.
La capacidad de la conducción es de 4,5 m³/s, lo que permitiría desviar dicha cantidad de agua hasta el post-trasvase para que la Junta Central pueda distribuirla entre sus usuarios si así lo solicitan.
El acuerdo suscrito entre Acuamed y la Junta Central establece además que, una vez reparadas las filtraciones del embalse, se llevará a cabo una nueva puesta en carga, de cuya distribución se encargará también la Junta Central, a la que se entregará un volumen de agua previsto de entre 10 y 12 millones de m³. Acuamed se ha comprometido a garantizar además la calidad del agua, que debe ser apta para todos los cultivos.
El embalse de San Diego tiene capacidad para almacenar más de 20 millones de m³ de agua, y un perímetro que supera los 4 kilómetros de longitud, lo que da idea de sus importantes dimensiones.
Su altura máxima alcanza una cota de 38,5 metros y el ancho de base de su talud llega a tener en algunos puntos más de 200 metros. El agua almacenada, en su cota máxima, rondará los 22 metros de profundidad, es decir, cubriría un edificio de 7 plantas, mientras que la lámina de agua tendrá una superficie equivalente a 115 campos de fútbol (1.150.000 m²).
La Conducción Júcar-Vinalopó, de 95 kilómetros de longitud, ha sido ejecutada por el MAGRAMA, a través de Acuamed, y su principal objetivo es facilitar agua en cantidad y calidad suficiente para recuperar así los acuíferos sobre-explotados del Vinalopó. Se trata, por tanto, de una infraestructura estratégica para la Comunitat Valenciana, y muy especialmente para la provincia de Alicante, que permite trasvasar al Vinalopó hasta 80 Hm3 de agua al año procedente de los sobrantes del curso bajo del río Júcar.
El agua que acumulaba el embalse antes de su vaciado, 5 millones de m3, se ha utilizado para regar más de 20.000 hectáreas de la comarca alicantina, gracias al acuerdo suscrito en septiembre de 2012 entre los regantes de Vinalopó y Acuamed.