El Gobierno aprueba el nuevo Plan Hidrológico de las Islas Baleares, que ahora deberá ser ratificado en el Consejo de Ministros
Lun, 15/07/2013
Gobierno de Baleares
El Gobierno ha ratificado el texto del nuevo Plan Hidrológico de las Islas Baleares (PHIB), el documento que sustituirá al actual Plan vigente de 2001 y que debe regir la preservación y el aprovechamiento del dominio público hidráulico de la comunidad autónoma de las Islas Baleares en los próximos años. Ahora, el texto se remitirá al Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación para su aprobación el Consejo Nacional del Agua y, posteriormente, el Consejo de Ministros, trámite que se prevé para antes de final de año. El proceso de redacción del Plan Hidrológico comenzó en noviembre del año 2011, en el marco de un proceso participativo que ha buscado el máximo consenso posible con todos los agentes implicados. Durante los últimos meses, el documento ha estado sujeto a dos plazos de exposición pública ya la evaluación ambiental de la Comisión Balear de Medio Ambiente. Antes de llegar al Consejo de Gobierno, el texto del nuevo Plan Hidrológico fue ratificado por una amplia mayoría (33 votos a favor y uno en contra) en la sesión extraordinaria del Consejo Balear del Agua que se llevó a cabo la semana pasada.
Los principales objetivos del nuevo plan son garantizar el buen estado ecológico del dominio público hidráulico, satisfacer la demanda de agua, protegiendo su calidad, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y fomentar un uso racional de este recurso. Se trata de un plan realista y más conservador que el documento vigente hasta ahora, que busca el equilibrio entre la protección del recurso y la satisfacción de la demanda. El PHIB aprobado hoy introduce la figura de masa de agua en sustitución del concepto de unidad hidrogeológica que se utilizaba hasta ahora para clasificar los recursos disponibles, y clasifica estas masas en cuatro categorías de acuerdo con el estado ecológico. En concreto, se clasifican 90 masas de agua en las Islas Baleares, de las cuales el 70% se encuentran en buen estado. Entre los aspectos más destacados del nuevo PHIB, cabe señalar una serie de medidas encaminadas a garantizar el estado ecológico del agua, tales como la reducción de la extracción de agua de pozo permitida para consumo doméstico, que pasa de 500 400 m3 al año, o la prohibición de hacer extracciones en los primeros doscientos metros de la costa para evitar la salinización de los acuíferos. También otorga la máxima protección posible que recoge la Ley de aguas en las 4.215,15 hectáreas calificadas actualmente como zonas húmedas de las Islas Baleares, y recoge la posibilidad de recuperar zonas húmedas degradadas e integrarlas dentro de un proyecto urbano. Además, el PHIB mantiene los perímetros de protección de los pozos de suministro urbano y la distancia mínima entre captaciones, que es de cien metros, tal como indica la Ley de Aguas. También fomenta el uso de recursos alternativos (agua regenerada y desalada) para determinados usos, con el objetivo de favorecer la recuperación y la mejora de los recursos naturales. El PHIB también recoge medidas encaminadas al uso racional y al ahorro de agua.
Los principales objetivos del nuevo plan son garantizar el buen estado ecológico del dominio público hidráulico, satisfacer la demanda de agua, protegiendo su calidad, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y fomentar un uso racional de este recurso. Se trata de un plan realista y más conservador que el documento vigente hasta ahora, que busca el equilibrio entre la protección del recurso y la satisfacción de la demanda. El PHIB aprobado hoy introduce la figura de masa de agua en sustitución del concepto de unidad hidrogeológica que se utilizaba hasta ahora para clasificar los recursos disponibles, y clasifica estas masas en cuatro categorías de acuerdo con el estado ecológico. En concreto, se clasifican 90 masas de agua en las Islas Baleares, de las cuales el 70% se encuentran en buen estado. Entre los aspectos más destacados del nuevo PHIB, cabe señalar una serie de medidas encaminadas a garantizar el estado ecológico del agua, tales como la reducción de la extracción de agua de pozo permitida para consumo doméstico, que pasa de 500 400 m3 al año, o la prohibición de hacer extracciones en los primeros doscientos metros de la costa para evitar la salinización de los acuíferos. También otorga la máxima protección posible que recoge la Ley de aguas en las 4.215,15 hectáreas calificadas actualmente como zonas húmedas de las Islas Baleares, y recoge la posibilidad de recuperar zonas húmedas degradadas e integrarlas dentro de un proyecto urbano. Además, el PHIB mantiene los perímetros de protección de los pozos de suministro urbano y la distancia mínima entre captaciones, que es de cien metros, tal como indica la Ley de Aguas. También fomenta el uso de recursos alternativos (agua regenerada y desalada) para determinados usos, con el objetivo de favorecer la recuperación y la mejora de los recursos naturales. El PHIB también recoge medidas encaminadas al uso racional y al ahorro de agua.