La CHG recupera en Córdoba un puente romano utilizado por Julio César
Mar, 30/07/2013
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
La infraestructura se encontraba muy deteriorada por las crecidas del arroyo Fontalba
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, con la colaboración con la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ha finalizado los trabajos previstos para la recuperación del puente utilizado por Julio César para asediar Ategua, en el año 46 adC.
Tras las fuertes precipitaciones del pasado otoño, el puente quedó totalmente colmatado por aportes de tierra y vegetación, por lo que el agua se desvió abriendo un nuevo cauce que incidía totalmente en su estribo derecho, lo que amenazaba peligrosamente la estabilidad del mismo y su inminente desplome. Ante estas circunstancias, se han realizado obras para reconducir el cauce del arroyo y evitar la afección a este pequeño, pero importante puente romano.
Las obras han sido ejecutadas bajo la dirección del Servicio de Actuaciones en Cauces en Córdoba de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
La actuación ha consistido, primero en eliminar a mano todos los aportes acumulados bajo el puente durante el invierno, que lo taponaban completamente, para volver a dejar pasar el agua bajo el mismo; posteriormente se construyeron dos fuertes escolleras de piedra caliza en la orilla derecha del arroyo, con objeto de contener y reconducir futuras avenidas de agua, al mismo tiempo que se fortalecía de nuevo la construcción romana, que amenazaba con desplomarse por haber quedado parcialmente descalzada.
La intervención se completó adecuando el cauce del arroyo aguas abajo del puente, dotándolo de una mayor anchura y aprovechando para extraer del mismo numerosos elementos constructivos arrastrados por las aguas y que se acopiaron para futuras labores de restauración. Los huecos dejados por estas pérdidas en el tablero del puente se han rellenado de grava.
El puente, de un solo un arco, está realizado con dovelas partidas que se alternan con otras enteras, una técnica constructiva que se repite en numerosos puentes, tanto de Hispania como de la Península Itálica y que se viene fechando en los últimos años de la República, si bien es un sistema constructivo que se mantiene también en los primeros años de la época augustea. Su fecha concreta no es posible establecerla, debido a la erosión histórica que ha sufrido como consecuencia de las fuertes crecidas del arroyo Fontalba.
El puente forma parte de la vía Corduba-Iliberris (Córdoba-Granada), salva el arroyo Fontalba en las inmediaciones de la zona arqueológica de Ategua y formó parte de una vieja ruta prerromana de la campiña cerealista, que ya existía al menos desde el siglo VIII antes de nuestra era, como se deduce de la presencia de un carro en la singular Estela de Ategua, que se conserva en el Museo Arqueológico de Córdoba.
Este itinerario, que se convertiría en vía publica en época imperial romana, ha seguido en uso secularmente conocida como Vereda de Granada y, actualmente, forma parte del Camino Mozárabe. El puente ahora recuperado fue el utilizado por Julio César en febrero del año 46 adC en su guerra contra los pompeyanos, para apoderarse de las grandes reservas de cereal de Ategua y poder alimentar a sus numerosas tropas en aquel frío invierno.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, con la colaboración con la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ha finalizado los trabajos previstos para la recuperación del puente utilizado por Julio César para asediar Ategua, en el año 46 adC.
Tras las fuertes precipitaciones del pasado otoño, el puente quedó totalmente colmatado por aportes de tierra y vegetación, por lo que el agua se desvió abriendo un nuevo cauce que incidía totalmente en su estribo derecho, lo que amenazaba peligrosamente la estabilidad del mismo y su inminente desplome. Ante estas circunstancias, se han realizado obras para reconducir el cauce del arroyo y evitar la afección a este pequeño, pero importante puente romano.
Las obras han sido ejecutadas bajo la dirección del Servicio de Actuaciones en Cauces en Córdoba de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
La actuación ha consistido, primero en eliminar a mano todos los aportes acumulados bajo el puente durante el invierno, que lo taponaban completamente, para volver a dejar pasar el agua bajo el mismo; posteriormente se construyeron dos fuertes escolleras de piedra caliza en la orilla derecha del arroyo, con objeto de contener y reconducir futuras avenidas de agua, al mismo tiempo que se fortalecía de nuevo la construcción romana, que amenazaba con desplomarse por haber quedado parcialmente descalzada.
La intervención se completó adecuando el cauce del arroyo aguas abajo del puente, dotándolo de una mayor anchura y aprovechando para extraer del mismo numerosos elementos constructivos arrastrados por las aguas y que se acopiaron para futuras labores de restauración. Los huecos dejados por estas pérdidas en el tablero del puente se han rellenado de grava.
El puente, de un solo un arco, está realizado con dovelas partidas que se alternan con otras enteras, una técnica constructiva que se repite en numerosos puentes, tanto de Hispania como de la Península Itálica y que se viene fechando en los últimos años de la República, si bien es un sistema constructivo que se mantiene también en los primeros años de la época augustea. Su fecha concreta no es posible establecerla, debido a la erosión histórica que ha sufrido como consecuencia de las fuertes crecidas del arroyo Fontalba.
El puente forma parte de la vía Corduba-Iliberris (Córdoba-Granada), salva el arroyo Fontalba en las inmediaciones de la zona arqueológica de Ategua y formó parte de una vieja ruta prerromana de la campiña cerealista, que ya existía al menos desde el siglo VIII antes de nuestra era, como se deduce de la presencia de un carro en la singular Estela de Ategua, que se conserva en el Museo Arqueológico de Córdoba.
Este itinerario, que se convertiría en vía publica en época imperial romana, ha seguido en uso secularmente conocida como Vereda de Granada y, actualmente, forma parte del Camino Mozárabe. El puente ahora recuperado fue el utilizado por Julio César en febrero del año 46 adC en su guerra contra los pompeyanos, para apoderarse de las grandes reservas de cereal de Ategua y poder alimentar a sus numerosas tropas en aquel frío invierno.