Coca-Cola recupera un acuífero en La Vall Castellón
Jue, 26/09/2013
Universidad Jaime I
Coca-Cola y la Universitat Jaume I trabajan en un proyecto para regenerar un acuífero en Castellón, contribuyendo a mejorar la disposición de agua para uso agrícola. La iniciativa del fabricante de refrescos y la Universitat, que se lleva a cabo conjuntamente con el Instituto Geológico y Minero de España, consiste en regenerar un acuífero en el municipio de Vall de Uxó mediante la técnica de recarga artificial. Ésta permite introducir agua en el seno del acuífero a través de unos pozos construidos específicamente para ello. El agua utilizada para la recarga procederá en un 50% de aguas residuales regeneradas mediante tratamiento terciario (incluida desalinización) y el restante 50% de la balsa de excedentes invernales del río Belcaire, para alcanzar los estándares de calidad exigidos por la legislación A finales de año se habrán infiltrado 265.000 metros cúbicos de agua y durante 2014 se recargarán otros 500.000 metros cúbicos más (el equivalente al 100% del agua empleada en la planta embotelladora de Coca-Cola en la Comunidad Valenciana para la producción de sus bebidas durante un año). La iniciativa reducirá el grado de salinización de las aguas subterráneas, disminuirá la concentración de nitratos, elevará la superficie libre de agua en el acuífero y hará retroceder el frente salino que amenaza su calidad, contribuyendo a mejorar lña disponibilidad de agua para consumo agrícola en las comunidades de Vall de Uxó, Nules y Moncófar, que agrupan a unos 4.000 agricultores. El proyecto cuenta también con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de Acuamed, de la empresa Facsa y de la Confederación Hidrográfica del Júcar, además de la ayuda de las comunidades de regantes y cooperativas agrícolas de la zona. Desde hace casi cincuenta años el agua subterránea sufre un severo proceso de salinización, debido a la intrusión de agua marina provocada por la sobreexplotación del acuífero. A esto se añade la contaminación de origen agrícola, que provoca alta concentración de nitratos y residuos plaguicidas en las aguas subterráneas, y la presencia de metales pesados y arsénico, asociados a antiguos vertidos industriales y también a procesos naturales. En los últimos años, muchos agricultores han tenido que abandonar parcialmente este sector del acuífero y recurrir a pozos más alejados y profundos lo que implica también un mayor coste añadido.