ONU-DESARROLLO Comisión insta a avanzar en problemas de agua potable y vivienda
Sáb, 01/05/2004
Naciones Unidas, 30 abr (EFECOM).- La Comisión de Desarrollo Sostenible de la ONU hizo hoy un llamamiento a los gobiernos para que presten más atención a los problemas del agua potable, el saneamiento y la vivienda para la población pobre.
Al concluir el XII período de sesiones de la Comisión, su presidente, el ministro de Medioambiente noruego, Borge Brende, exhortó a los países a iniciar un período de acción con la finalidad de lograr las metas establecidas en 2002 en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo.
Muchos de los objetivos que se fijaron en esa cumbre coinciden con los Objetivos del Milenio, entre los que destaca reducir a la mitad para el año 2015 el número de personas que viven en la pobreza.
"Durante años hemos actuado demasiado poco, por lo que ahora debemos marcar una diferencia y embarcarnos todos en un decenio de ejecución", subrayó Brende.
"La Comisión debería convertirse en un perro guardián que supervise la puesta en marcha de políticas y que presione a los gobiernos para que cumplan con sus obligaciones", agregó.
Entre las conclusiones extraídas de la reunión, el presidente de la Comisión destacó la necesidad de reasignación de las partidas presupuestarias y recursos, así como aumentar la capacidad científica y la cooperación con las 26 agencias de la ONU.
También hizo hincapié en la necesidad de apoyar las asociaciones entre el sector privado y público, con el objetivo de financiar y descentralizar los servicios básicos.
En la clausura de la Comisión, Brende quiso transmitir el mensaje de que se pueden lograr los objetivos fijados si realmente la comunidad internacional pone en ello todos sus esfuerzos.
Según Brende, sólo la mitad de los países van por el buen cambio hacia la consecución de los objetivos relacionados con reducir a la mitad la proporción de personas que no tienen acceso a agua potable y saneamiento en 2015.
También están experimentando un retraso en el objetivo de lograr para 2020 mejorar las condiciones de vida de al menos 100 millones de personas que viven degradadas en asentamientos urbanos.
Por eso, hizo hincapié en que los países industrializados ayuden a los gobiernos de las naciones en desarrollo, sobre todo en inversiones en infraestructura, puesto que el saneamiento es uno de los temas en donde los países pobres están más rezagados.
"Si queremos alcanzar los objetivos convenidos, antes de 2015 deberá suministrarse agua potable a 1.600 millones de personas, mientras que 2.000 millones de personas más deberán tener acceso a saneamiento básico", especificó.
Recordó que un 60 por ciento de la población mundial es hospitalizada por problemas y enfermedades relacionadas con la falta de agua.
Asimismo, indicó que los núcleos de pobreza urbana o barrios pobres están aumentando, por lo que si no se frena esta tendencia dentro de tres décadas se habrán duplicado hasta tener 2.000 millones de personas a nivel mundial.
En este sentido, reconoció que era imprescindible garantizar la propiedad de la tierra para los pobres como condición previa para que las personas puedan acceder a los créditos y mejorar sus condiciones de vida.
En la Comisión de Desarrollo Sostenible participaron un centenar de ministros de Medio Ambiente, Salud y Finanzas de los 191 países que forman parte de las Naciones Unidas.
"Creo que la Comisión ha cambiado y se ha transformado en un órgano más interactivo y orientado a la acción, con una revaluación de las prioridades", manifestó Brende. EFECOM mva/olc/hma/gcf
Al concluir el XII período de sesiones de la Comisión, su presidente, el ministro de Medioambiente noruego, Borge Brende, exhortó a los países a iniciar un período de acción con la finalidad de lograr las metas establecidas en 2002 en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo.
Muchos de los objetivos que se fijaron en esa cumbre coinciden con los Objetivos del Milenio, entre los que destaca reducir a la mitad para el año 2015 el número de personas que viven en la pobreza.
"Durante años hemos actuado demasiado poco, por lo que ahora debemos marcar una diferencia y embarcarnos todos en un decenio de ejecución", subrayó Brende.
"La Comisión debería convertirse en un perro guardián que supervise la puesta en marcha de políticas y que presione a los gobiernos para que cumplan con sus obligaciones", agregó.
Entre las conclusiones extraídas de la reunión, el presidente de la Comisión destacó la necesidad de reasignación de las partidas presupuestarias y recursos, así como aumentar la capacidad científica y la cooperación con las 26 agencias de la ONU.
También hizo hincapié en la necesidad de apoyar las asociaciones entre el sector privado y público, con el objetivo de financiar y descentralizar los servicios básicos.
En la clausura de la Comisión, Brende quiso transmitir el mensaje de que se pueden lograr los objetivos fijados si realmente la comunidad internacional pone en ello todos sus esfuerzos.
Según Brende, sólo la mitad de los países van por el buen cambio hacia la consecución de los objetivos relacionados con reducir a la mitad la proporción de personas que no tienen acceso a agua potable y saneamiento en 2015.
También están experimentando un retraso en el objetivo de lograr para 2020 mejorar las condiciones de vida de al menos 100 millones de personas que viven degradadas en asentamientos urbanos.
Por eso, hizo hincapié en que los países industrializados ayuden a los gobiernos de las naciones en desarrollo, sobre todo en inversiones en infraestructura, puesto que el saneamiento es uno de los temas en donde los países pobres están más rezagados.
"Si queremos alcanzar los objetivos convenidos, antes de 2015 deberá suministrarse agua potable a 1.600 millones de personas, mientras que 2.000 millones de personas más deberán tener acceso a saneamiento básico", especificó.
Recordó que un 60 por ciento de la población mundial es hospitalizada por problemas y enfermedades relacionadas con la falta de agua.
Asimismo, indicó que los núcleos de pobreza urbana o barrios pobres están aumentando, por lo que si no se frena esta tendencia dentro de tres décadas se habrán duplicado hasta tener 2.000 millones de personas a nivel mundial.
En este sentido, reconoció que era imprescindible garantizar la propiedad de la tierra para los pobres como condición previa para que las personas puedan acceder a los créditos y mejorar sus condiciones de vida.
En la Comisión de Desarrollo Sostenible participaron un centenar de ministros de Medio Ambiente, Salud y Finanzas de los 191 países que forman parte de las Naciones Unidas.
"Creo que la Comisión ha cambiado y se ha transformado en un órgano más interactivo y orientado a la acción, con una revaluación de las prioridades", manifestó Brende. EFECOM mva/olc/hma/gcf