COMUNIDAD VALENCIANA .- PHN .- Asociación Naturalista de Murcia rechaza las desaladoras por su alto coste energético y su contaminación marina
Mié, 19/05/2004
La Asociación Naturalista de Murcia 'Nature in danger' señaló hoy que se "opone rotundamente" a la construcción de desaladoras como alternativa al trasvase del Ebro, que "resulta medioambientalmente más asumible" porque las plantas de desalación consumen más energía, la salmuera generada destruiría las praderas de 'Poseidonia oceánica' y emitiría gases tóxicos contaminates a la atmósfera.
En un comunicado, titulado 'Decepción, desolación, desalación', esta asociación detalla las seis razones por las que rechaza esta opción, entre ellas, que el vertido de salmuera que produce tiene el doble de salinidad que el agua marina, lo que provocaría la destrucción de las praderas de 'Poseidonia Oceánica' y la fauna que la habitan (peces, crustáceos, erizos, poliquetos o moluscos).
'Nature in danger' recordó que este hábitat se desarrolla entre 5 y 30 metros de profundidad, sólo se encuentra en el mar Mediterráneo y algunas zonas de Australia, tiene un elevado valor ecológico y está "estrictamente protegido" por el Convenio Internacional de Barcelona.
Además, el presidente de la asociación naturalista, Francisco Martínez Albentosa, apuntó que el resto del vertido al mar generado por la planta de desalación se compone de productos químicos contaminantes (detergentes, ácido cítrico e hidróxido sódico), "utilizados en la limpieza de las membranas de ósmosis y lavado de filtros" de estas instalaciones.
La tercera razón por la que 'Nature in danger' rechaza estas infraestructuras es que el agua de abastecimiento necesita un "pretratamiento para que tarde más tiempo en destruir las costosas membranas de ósmosis inversa", para lo cual se utilizan productos químicos contaminantes, como el cloruro férrico, el hexameta fosfato sódico, dosificación de ácido sulfúrico y adición de hipoclorito sódico y bisulfato sódico.
Además, todas las tuberías que se utilizan en la extracción del agua marina, los vertidos y la adición de productos químicos son de policloruro de vinilo (PVC), "material altamente contaminante y no biodegradable", advirtió Martínez Albentosa.
Por otra parte, esta asociación naturalista apunta que serían necesarias bombas eléctricas para elevar el agua del mar, lo que supone un "costoso consumo de energía". En concreto, indicaron que para producir un metro cúbico de agua procedente de una desaladora se necesita 4,4 kilovatios hora, mientras que producir esa misma cantidad desde el trasvase del Ebro requeriría 2,43 kilovatios hora.
GASES TÓXICOS A LA ATMÓSFERA.
Finalmente, 'Nature in danger' considera que el "problema más grave" de una desaladora es la emisión de gases tóxicos contaminantes a la atmósfera --dióxido de carbono (CO2) y dióxido de nitrógeno (NO2)--, producidos por la combustión de energías fósiles basadas en el petróleo.
Los efectos de estos gases serían la disminución de la capa de ozono, adicificación, eutrofización, contaminación por metales pesados, emisión de sustancias cancerígenas (níquel), nieblas de invierno y de verano, así como generación de residuos industriales.
"No podemos sobrepasar los límites de emisión de CO2 a la atmósfera establecidos en el Tratado de Kyoto", aseveró Martínez Albentosa, quien apostó por seleccionar otras fuentes de energía alternativas a la combustión de energías fósiles.
"La energía más ecológica es la que no se consume", concluyó el comunicado, en el que se reseña que 'Nature in danger' ha consultado el libro 'Estudio de la viabilidad técnico-económica de la desalación del agua de mar por ósmosis inversa en España', cuyo autor es el ingeniero agrónomo David Martínez Vicente
En un comunicado, titulado 'Decepción, desolación, desalación', esta asociación detalla las seis razones por las que rechaza esta opción, entre ellas, que el vertido de salmuera que produce tiene el doble de salinidad que el agua marina, lo que provocaría la destrucción de las praderas de 'Poseidonia Oceánica' y la fauna que la habitan (peces, crustáceos, erizos, poliquetos o moluscos).
'Nature in danger' recordó que este hábitat se desarrolla entre 5 y 30 metros de profundidad, sólo se encuentra en el mar Mediterráneo y algunas zonas de Australia, tiene un elevado valor ecológico y está "estrictamente protegido" por el Convenio Internacional de Barcelona.
Además, el presidente de la asociación naturalista, Francisco Martínez Albentosa, apuntó que el resto del vertido al mar generado por la planta de desalación se compone de productos químicos contaminantes (detergentes, ácido cítrico e hidróxido sódico), "utilizados en la limpieza de las membranas de ósmosis y lavado de filtros" de estas instalaciones.
La tercera razón por la que 'Nature in danger' rechaza estas infraestructuras es que el agua de abastecimiento necesita un "pretratamiento para que tarde más tiempo en destruir las costosas membranas de ósmosis inversa", para lo cual se utilizan productos químicos contaminantes, como el cloruro férrico, el hexameta fosfato sódico, dosificación de ácido sulfúrico y adición de hipoclorito sódico y bisulfato sódico.
Además, todas las tuberías que se utilizan en la extracción del agua marina, los vertidos y la adición de productos químicos son de policloruro de vinilo (PVC), "material altamente contaminante y no biodegradable", advirtió Martínez Albentosa.
Por otra parte, esta asociación naturalista apunta que serían necesarias bombas eléctricas para elevar el agua del mar, lo que supone un "costoso consumo de energía". En concreto, indicaron que para producir un metro cúbico de agua procedente de una desaladora se necesita 4,4 kilovatios hora, mientras que producir esa misma cantidad desde el trasvase del Ebro requeriría 2,43 kilovatios hora.
GASES TÓXICOS A LA ATMÓSFERA.
Finalmente, 'Nature in danger' considera que el "problema más grave" de una desaladora es la emisión de gases tóxicos contaminantes a la atmósfera --dióxido de carbono (CO2) y dióxido de nitrógeno (NO2)--, producidos por la combustión de energías fósiles basadas en el petróleo.
Los efectos de estos gases serían la disminución de la capa de ozono, adicificación, eutrofización, contaminación por metales pesados, emisión de sustancias cancerígenas (níquel), nieblas de invierno y de verano, así como generación de residuos industriales.
"No podemos sobrepasar los límites de emisión de CO2 a la atmósfera establecidos en el Tratado de Kyoto", aseveró Martínez Albentosa, quien apostó por seleccionar otras fuentes de energía alternativas a la combustión de energías fósiles.
"La energía más ecológica es la que no se consume", concluyó el comunicado, en el que se reseña que 'Nature in danger' ha consultado el libro 'Estudio de la viabilidad técnico-económica de la desalación del agua de mar por ósmosis inversa en España', cuyo autor es el ingeniero agrónomo David Martínez Vicente