El aumento de las emisiones de dióxido de carbono que provocará el plan de desaladoras previsto por el Gobierno de Zapatero para sustituir el trasvase del Ebro conllevará que las compañías eléctricas superen las cuotas de emisión que tienen asignadas y por tanto, deberán pagar las sanciones correspondientes. Según los datos que maneja la Conselleria de Territorio, sólo la primera fase del proyecto de Narbona- que contempla la desalación de 150 hectómetros cúbicos para la Comunidad- elevará estas multas a 60 millones de euros, que acabarán repercutiendo en el recibo mensual de luz.
Valencia- El plan de asignación de emisiones para cumplir Kioto previsto por el Ministerio de Medio Ambiente carga sobre las compañías eléctricas el grueso de la responsabilidad para reducir la contaminación. Este tipo de industria tendrá que reducir un tres por ciento la cantidad de dióxido de carbono que libere a la atmósfera.No obstante, esta cifra no se podrá hacer realidad con el plan de desaladoras que defiende la ministra Narbona, puesto que esta disminución se transformará en un incremento del cinco por ciento. Según los cálculos que realiza la Conselleria de Territorio, con la desalación de 150 hectómetros cúbicos ­cantidad inmediata que se ha comprometido Narbona a desalar para la Comunidad­ se emitirán 1,5 millones de toneladas de CO2 de más. Por cada tonelada de dióxido de carbono de exceso, hasta 2008, se tendrán que pagar 40 euros. Es decir, que la sanción ascenderá a 60 millones de euros. La multa será mucho más alta a partir de 2008, puesto que cada tonelada «costará» 100 euros y también deberán ­a menos que se realicen trasvases­ más desaladoras. Las industrias también podrán comprar los derechos de emisiones a otros países, pero del mismo modo les conllevará un gasto extra.Kioto establece que estas sanciones las pague la propia industria contaminante y no el Gobierno central, por lo tanto, será el usuario el que al final pague este sobrecoste en la factura de la luz.Rescisión de contratos. La antigua empresa pública dedicada a ejecutar el trasvase del Ebro, ahora Aguas de las Cuencas del Mediterráneo, decidió ayer en la primera reunión del Consejo de Administración establecer la valoración de los diferentes contratos y asistencias del proyecto de transferencias. De esta forma, se da el primer paso para detener las obras y actuaciones que formaban parte del trasvase del Ebro. De las cuatro obras ya iniciadas se las dos que se comenzaron a ejecutar en Murcia y en Almería. Estas dos infraestructuras servirán para mejorar el trasvase Tajo-Segura. En el caso de Murcia se trata de una obra de recrecimiento de 6,5 kilómetros del canal de la margen derecha del postrasvase. En la provincia de Almería se trata de una infraestructura de 8,2 kilómetros de tubería que va desde la boca sur del túnel de El Saltador al Camino del Cerro Minado