Narbona señala que la mitad de los regadíos de España no pagan el agua
Vie, 09/07/2004
EN MURCIA. Miembros del Círculo de Economía escuchan las explicaciones de la ministra. / JUAN LEAL
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, denunció ayer que «la mitad del agua para regadío no supone ningún pago porque las confederaciones hidrográficas son incapaces de cobrarla» en la actualidad. Narbona apuntó que un recurso que es gratis no tiene un uso eficiente y señaló que todas las actuaciones en materia de aguas contarán con unas tarifas públicas antes de ser acometidas.
La ministra participó en un desayuno organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), y en el que respondió a preguntas a través de videoconferencia de empresarios de Murcia, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Gerona. En Murcia, la videoconferencia tuvo lugar en la Escuela de Negocios, con la participación de miembros del Círculo de Economía.
La cuenca del Segura es la que paga el agua más cara en España, con una media de 15,49 pesetas el metro cúbico, según la encuesta del Instituto Nacional de Estadística. Le sigue, a mucha distancia, Andalucía, con 6,68 pesetas. En el caso de Aragón, el precio medio que pagan los regantes es tan sólo de 0,67 pesetas el metro cúbico.
La ministra también alertó del riesgo de saturación de campos de golf en España como alternativa al turismo de sol y playa, informa Europa Press. Aunque señaló que su autorización es competencia de las administraciones territoriales, advirtió sobre la necesidad de fomentar un uso racional del agua. «Un campo de golf normal equivale al consumo de una ciudad de 100.000 habitantes», explicó. Apostó por la construcción de campos de golf asociados a un hotel porque, dijo, «tienen un impacto inferior a los asociados a apartamentos turísticos, de los que nuestra costa ya esta saturada».
Explicó que la depuración de aguas y el abastecimiento son dos grandes prioridades del Ministerio, «sin olvidarnos que además de depurar hay que reducir la producción de sustancias contaminantes». Apostó por incrementar la desalación y la reutilización
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, denunció ayer que «la mitad del agua para regadío no supone ningún pago porque las confederaciones hidrográficas son incapaces de cobrarla» en la actualidad. Narbona apuntó que un recurso que es gratis no tiene un uso eficiente y señaló que todas las actuaciones en materia de aguas contarán con unas tarifas públicas antes de ser acometidas.
La ministra participó en un desayuno organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), y en el que respondió a preguntas a través de videoconferencia de empresarios de Murcia, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Gerona. En Murcia, la videoconferencia tuvo lugar en la Escuela de Negocios, con la participación de miembros del Círculo de Economía.
La cuenca del Segura es la que paga el agua más cara en España, con una media de 15,49 pesetas el metro cúbico, según la encuesta del Instituto Nacional de Estadística. Le sigue, a mucha distancia, Andalucía, con 6,68 pesetas. En el caso de Aragón, el precio medio que pagan los regantes es tan sólo de 0,67 pesetas el metro cúbico.
La ministra también alertó del riesgo de saturación de campos de golf en España como alternativa al turismo de sol y playa, informa Europa Press. Aunque señaló que su autorización es competencia de las administraciones territoriales, advirtió sobre la necesidad de fomentar un uso racional del agua. «Un campo de golf normal equivale al consumo de una ciudad de 100.000 habitantes», explicó. Apostó por la construcción de campos de golf asociados a un hotel porque, dijo, «tienen un impacto inferior a los asociados a apartamentos turísticos, de los que nuestra costa ya esta saturada».
Explicó que la depuración de aguas y el abastecimiento son dos grandes prioridades del Ministerio, «sin olvidarnos que además de depurar hay que reducir la producción de sustancias contaminantes». Apostó por incrementar la desalación y la reutilización