A falta de tres semanas para que se cierre el año hidrometeorológico 2003-2004, el Instituto Nacional de Meteorología calcula que desde el 1 de septiembre del pasado año 2003 han aumentado un diez por ciento las precipitaciones respecto a la media de 1971-2000. Murcia se sitúa junto a Almería como una de las zonas en las que menos ha llovido, con mínimas de 300 milímetros, mientras que las máximas se han registrado en el Pirineo navarro y aragonés con valores entre los 1.400 y los 1.500 milímetros.
Murcia- La Región de Murcia ha sido desde hace siglos una tierra donde se han desarrollado innumerables técnicas para conseguir el ahorro hídrico, ya que la necesidad de agua de la comunidad autónoma no es nueva, sino que los propietarios de plantaciones han tenido que luchar durante muchos años contra unas tierras secas que, aunque fértiles, se encuentran faltas de agua. Hay que tener en cuenta que la huerta murciana es una de las zonas más ricas de España en cuanto a productos agrícolas, y que a pesar de la escasez de lluvias que tiene el Levante español, ha conseguido que la calidad de sus productos no cayera en los mercados, compitiendo con mucha fuerza. Y, aunque a nivel nacional el año hidrológico ha sido húmedo y las lluvias han aumentado desde septiembre de 2003 un diez por ciento más que la media de 1971-2000, según el Intituto Nacional de Meteorología. En Murcia la situación no varía, y es que la Región continúa, junto con Almería, entre las zonas que registran menos precipitaciones, con unas mínimas de 300 milímetros. Ante la demanda de recursos hídricos, los expertos aconsejan que se debería actuar incrementando los volúmenes mediante embalses regulados, aprovechamiento de acuíferos o trasvases, aunque ante las dificultades reales que se presentan, cada vez más se habla del ahorro, reutilización o desalación. Los regantes, que son los que más sufren la escasez hídrica de la que es presa la Región de Murcia, han desarrollado modernas técnicas para la gestión del agua como es el control de los recursos disponibles, llegando a realizar canalizaciones hasta la propia parcela. De esta manera, Murcia se ha convertido en la pionera en llevar a cabo esta medida, a la que se ha unido la gestión y ahorro que realizan los propios regantes, de los recursos de los que disponen. El PHN tenía previsto dotar de agua, antes de que fuera derogado, los cauces secos del Levante español y la mejora de los acuíferos de estas zonas que se encuentran sobre explotados, además del abastecimiento de agua para el consumo humano. Con ello se lucharía contra la sequía y contra la posible desertización de la Región de Murcia