Las obras del trasvase Júcar-Vinalopó no se paralizarán pese a revisarse el proyecto
Vie, 27/08/2004
Los usuarios creen que la comisión servirá para demostrar la viabilidad de la conducción y que existe caudal suficiente para enviar agua a Alicante
P. ROSTOLL/J. P.
La comisión creada por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) revisará la viabilidad del trasvase del Júcar al Vinalopó pero sin que se paralicen las obras que, en alguno de sus tramos, alcanzan ya un nivel de ejecución cercano al 80%, según las fuentes consultadas por este periódico. Ello, en principio, abre una clara vía para que, al término de los trabajos de la citada comisión, el trasvase, vital para el abastecimiento hídrico de la provincia, continúe adelante sin trabas. Tanto es así que entre los usuarios, que concertaron un crédito sindicado para pagar una parte sustancial de las infraestructuras, la creación de la comisión se ve como una oportunidad para demostrar, de una vez por todas, que el trasvase al Vinalopó cumple con todas las normativas ambientales.
En este sentido, el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa y uno de los grandes defensores del trasvase, Andrés Martínez, adelantó que «participaremos en los trabajos de esa comisión». Martínez, convencido de que existe un caudal suficiente para trasvasar, considera que la creación de este órgano -que tendrá un carácter eminentemente técnico y que está formado por la CHJ, el Gobierno, los usuarios y los ecologistas- es «una buena oportunidad» para demostrar que el proyecto se ajusta a todos los criterios, incluidos los medioambientales. «Estamos al lado de eso y lo vamos a apoyar», dijo Martínez.
Los socialistas están en esa misma línea lo que, en principio, y, al menos sobre el papel, hace pensar que la culminación de la obra no está amenazada. «Es una buena iniciativa para luego hacer una valoración técnica de las obras. En todo caso, aunque cuando finalicen los trabajos tomaremos una postura, el PSPV siempre ha tenido una posición clara sobre este asunto», explicó el portavoz socialista en la Diputación, Antonio Amorós. La actual dirección del PSPV, a pesar de las presiones de un sector del partido en Valencia, siempre ha defendido la continuidad del trasvase al Vinalopó en consonancia con la mayor parte de los secretarios comarcales del partido en Alicante. Fuentes de la dirección del PSPV dieron por sentado que la comisión intenta llegar a una solución para «satisfacer a todas las partes», tanto a las comarcas alicantinas que necesitan agua como a los colectivos ecologistas críticos que reclaman la protección de la Albufera y del cauce del Júcar.
Los agricultores ilicitanos tampoco tienen dudas sobre la ejecución del trasvase. El portavoz de Riegos de Levante, Ángel Urbina, afirmó, en la misma línea que Andrés Martínez, que «vamos a demostrar que hay agua suficiente para enviar 80 hectómetros». «El Plan de Cuenca del Júcar -recordó- decía que sobraban 120 hectómetros cúbicos anuales por la modernización del regadío en Valencia, 80 de los cuales se podían enviar al Vinalopó», explicó el dirigente agrario.
En su opinión, el envío de estos caudales no cuestiona el futuro de la Albufera porque «tiene su caudal ecológico con el agua Júcar. El único río que, por ley, no tiene caudal ecológico es el Segura. Me satisface que la Confederación Hidrográfica del Júcar se preocupe por el caudal ecológico de la Albufera y le hago la sugerencia a ella y a la del Segura que tengan la misma preocupación por El Hondo, para el que se contempla un caudal ecológico elevado desde el Segura. Espero que el Júcar tenga también esa sensibilidad para que El Hondo tenga agua normal porque nosotros también tenemos que mantener caudales ecológicos. ¿Acaso es más la albufera que El Hondo porque está en Valencia?», se preguntó.
Sobre el trasvase Tajo-Segura, Urbina apuntó que no ve «lógico que, si vamos a invertir para modernizar el regadío, se ponga en duda el envío del agua». A pesar de la oposición castellano-manchega, expresó su convencimiento de que tanto esa conducción como la del Júcar-Vinalopó van a quedar como están planificadas.
Urbina afirmó ayer que si el Gobierno clausurase el Trasvase Tajo-Segura «sería un cataclismo general, para la agricultura, para beber, para todo. Sin esa agua no se puede regar. El Estado hizo un plan hidrológico y unos embalses en Entrepeñas y Buendía para recoger agua y abastecer al Segura y en Castilla-La Mancha se están convirtiendo ahora viñas de secano en viñas de regadío».
P. ROSTOLL/J. P.
La comisión creada por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) revisará la viabilidad del trasvase del Júcar al Vinalopó pero sin que se paralicen las obras que, en alguno de sus tramos, alcanzan ya un nivel de ejecución cercano al 80%, según las fuentes consultadas por este periódico. Ello, en principio, abre una clara vía para que, al término de los trabajos de la citada comisión, el trasvase, vital para el abastecimiento hídrico de la provincia, continúe adelante sin trabas. Tanto es así que entre los usuarios, que concertaron un crédito sindicado para pagar una parte sustancial de las infraestructuras, la creación de la comisión se ve como una oportunidad para demostrar, de una vez por todas, que el trasvase al Vinalopó cumple con todas las normativas ambientales.
En este sentido, el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa y uno de los grandes defensores del trasvase, Andrés Martínez, adelantó que «participaremos en los trabajos de esa comisión». Martínez, convencido de que existe un caudal suficiente para trasvasar, considera que la creación de este órgano -que tendrá un carácter eminentemente técnico y que está formado por la CHJ, el Gobierno, los usuarios y los ecologistas- es «una buena oportunidad» para demostrar que el proyecto se ajusta a todos los criterios, incluidos los medioambientales. «Estamos al lado de eso y lo vamos a apoyar», dijo Martínez.
Los socialistas están en esa misma línea lo que, en principio, y, al menos sobre el papel, hace pensar que la culminación de la obra no está amenazada. «Es una buena iniciativa para luego hacer una valoración técnica de las obras. En todo caso, aunque cuando finalicen los trabajos tomaremos una postura, el PSPV siempre ha tenido una posición clara sobre este asunto», explicó el portavoz socialista en la Diputación, Antonio Amorós. La actual dirección del PSPV, a pesar de las presiones de un sector del partido en Valencia, siempre ha defendido la continuidad del trasvase al Vinalopó en consonancia con la mayor parte de los secretarios comarcales del partido en Alicante. Fuentes de la dirección del PSPV dieron por sentado que la comisión intenta llegar a una solución para «satisfacer a todas las partes», tanto a las comarcas alicantinas que necesitan agua como a los colectivos ecologistas críticos que reclaman la protección de la Albufera y del cauce del Júcar.
Los agricultores ilicitanos tampoco tienen dudas sobre la ejecución del trasvase. El portavoz de Riegos de Levante, Ángel Urbina, afirmó, en la misma línea que Andrés Martínez, que «vamos a demostrar que hay agua suficiente para enviar 80 hectómetros». «El Plan de Cuenca del Júcar -recordó- decía que sobraban 120 hectómetros cúbicos anuales por la modernización del regadío en Valencia, 80 de los cuales se podían enviar al Vinalopó», explicó el dirigente agrario.
En su opinión, el envío de estos caudales no cuestiona el futuro de la Albufera porque «tiene su caudal ecológico con el agua Júcar. El único río que, por ley, no tiene caudal ecológico es el Segura. Me satisface que la Confederación Hidrográfica del Júcar se preocupe por el caudal ecológico de la Albufera y le hago la sugerencia a ella y a la del Segura que tengan la misma preocupación por El Hondo, para el que se contempla un caudal ecológico elevado desde el Segura. Espero que el Júcar tenga también esa sensibilidad para que El Hondo tenga agua normal porque nosotros también tenemos que mantener caudales ecológicos. ¿Acaso es más la albufera que El Hondo porque está en Valencia?», se preguntó.
Sobre el trasvase Tajo-Segura, Urbina apuntó que no ve «lógico que, si vamos a invertir para modernizar el regadío, se ponga en duda el envío del agua». A pesar de la oposición castellano-manchega, expresó su convencimiento de que tanto esa conducción como la del Júcar-Vinalopó van a quedar como están planificadas.
Urbina afirmó ayer que si el Gobierno clausurase el Trasvase Tajo-Segura «sería un cataclismo general, para la agricultura, para beber, para todo. Sin esa agua no se puede regar. El Estado hizo un plan hidrológico y unos embalses en Entrepeñas y Buendía para recoger agua y abastecer al Segura y en Castilla-La Mancha se están convirtiendo ahora viñas de secano en viñas de regadío».