Grupos ecologistas creen que el alto coste del regadío hará inservible la presa de Castrovido
Mié, 22/09/2004
R. S./BURGOS
El precio que tendrá que pagar cada agricultor por hectárea de regadío y año tras la construcción de la presa de Castrovido, un coste que la plataforma Salvemos el Arlanza calcula en más de 220 euros -37.000 pesetas-, le restará la rentabilidad a los regadíos en la cuenca del bajo Arlanza.
Así lo alegan estos colectivos, que afirman que un informe de la Confederación avala esta cifra y se declaran dispuestos a solicitar la demolición de este embalse si finalmente se construye, pero no se utiliza para sus objetivos. Raquel Murguía, portavoz de Adempa, indicó que estas voladuras de presas ya se han producido en países como Francia o Estados Unidos.
Los miembros de la plataforma lanzaron un «emplazamiento expreso» a los alcaldes de la cuenca baja del Arlanza, que lideran la Comisión de Seguimiento a favor de la presa, a que participen con ellos en la comisión técnica que revisa el proyecto, para intentar conseguir una iniciativa que solucione los problemas de la cuenca de este río y dañe lo menos posible el medio ambiente.
Propuesta de Chillida
La plataforma Salvemos el Arlanza ha recibido un apoyo más a su propuesta de desarrollo sostenible de la zona, presentada en un extenso documento. La familia Chillida, propietaria de un molino que restauró el escultor vasco en la zona de la Sierra, afectada por la construcción de la presa, se ha mostrado dispuesta a extender a esta comarca las acciones culturales de Chillida Leku, según confirmó el portavoz ecologista.
El precio que tendrá que pagar cada agricultor por hectárea de regadío y año tras la construcción de la presa de Castrovido, un coste que la plataforma Salvemos el Arlanza calcula en más de 220 euros -37.000 pesetas-, le restará la rentabilidad a los regadíos en la cuenca del bajo Arlanza.
Así lo alegan estos colectivos, que afirman que un informe de la Confederación avala esta cifra y se declaran dispuestos a solicitar la demolición de este embalse si finalmente se construye, pero no se utiliza para sus objetivos. Raquel Murguía, portavoz de Adempa, indicó que estas voladuras de presas ya se han producido en países como Francia o Estados Unidos.
Los miembros de la plataforma lanzaron un «emplazamiento expreso» a los alcaldes de la cuenca baja del Arlanza, que lideran la Comisión de Seguimiento a favor de la presa, a que participen con ellos en la comisión técnica que revisa el proyecto, para intentar conseguir una iniciativa que solucione los problemas de la cuenca de este río y dañe lo menos posible el medio ambiente.
Propuesta de Chillida
La plataforma Salvemos el Arlanza ha recibido un apoyo más a su propuesta de desarrollo sostenible de la zona, presentada en un extenso documento. La familia Chillida, propietaria de un molino que restauró el escultor vasco en la zona de la Sierra, afectada por la construcción de la presa, se ha mostrado dispuesta a extender a esta comarca las acciones culturales de Chillida Leku, según confirmó el portavoz ecologista.