Haití pide ayuda internacional ante el riesgo de epidemias
Jue, 23/09/2004
Entre muertos y desaparecidos se superan las 1.600 víctimas El primer ministro de Haití, Gerard Latortue, dijo ayer que el huracán ‘Jeanne’ ha dejado 600 muertos, que ya han sido identificados, y 1.000 desaparecidos, además de 384 heridos, unos 160.000 damnificados y 4.000 casas destruidas. ‘‘Hay un riesgo fuerte de epidemia a causa de los cadáveres”, señaló. MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO/CORRESPONSAL LP. LA HABANA Una familia recupera el cuerpo de uno de sus miembros. Publicidad Más noticias A Haití le viene como anillo al dedo el antiguo refrán de que “a perro flaco todo son pulgas”. Malos gobiernos, levantamientos armados, violencia callejera y desastres naturales son casi la norma en el país más pobre del continente americano y uno de los más pobres del mundo. Ahora, autoridades y habitantes se enfrentan al peligro de epidemias por la falta de agua, medicinas y medidas higiénicas para enfrentarse a la descomposición de miles de cadáveres de seres humanos y animales enterrados en el lodo a consecuencia de las inundaciones de la tormenta tropical Jeanne.
El diluvio del fin de semana pasado anegó carreteras y campos, hundió y destruyó 4.000 casas, en otras el agua llegaba casi a los tejados, único refugio de miles de damnificados, algunos de ellos debieron esperar más de dos días a ser rescatados o a que las aguas fueran bajando de nivel. La furia del fenómeno natural se sintió con mucha mayor fuerza en Gonaives. En esta ciudad del norte del país vivían la mayoría de los muertos, que junto a los desaparecidos superarían los 1.600.
Nuevo meteoroEl primer ministro Gerard Latortue confirmó que 600 cadáveres habían sido identificados y que unas 1.000 personas permanecen desaparecidas. Desvaneciendo muchas esperanzas, lanzó un terrible augurio: “la mayoría de los desaparecidos pueden ser considerados muertos”. El jefe del gobierno precisó, igualmente, la existencia de 384 heridos, unos 160.000 damnificados y 4.000 viviendas destruidas.
La tragedia es de tal magnitud que Latortue pidió la ayuda de la comunidad internacional. “Haití no puede salir solo de un desastre como éste”, insistió. Y lo peor todavía no ha pasado, porque hay un nuevo meteoro formándose en el Atlántico que amenaza a Haití y podría llegar en los próximos días. El primer ministro se lamentaba: “Dios nos proteja. Si una desgracia así debe sucedernos de nuevo, no sé que pasaría con la República de Haití”.
La ONU cambia de misiónLas fuerzas de la ONU han cambiado su misión de mantener el orden y colaboran con la Cruz Roja y otras organizaciones de ayuda humanitaria en la desagradable tarea de recoger los cadáveres de entre el fango. Este miércoles, por primer día desde las inundaciones distribuyeron masivamente agua y alimentos que llegaron por aire. La carretera con Gonaives, la tercera ciudad del país con 250.000 habitantes que quedó devastada por las inundaciones, también está cortada por los desprendimientos de tierra
El diluvio del fin de semana pasado anegó carreteras y campos, hundió y destruyó 4.000 casas, en otras el agua llegaba casi a los tejados, único refugio de miles de damnificados, algunos de ellos debieron esperar más de dos días a ser rescatados o a que las aguas fueran bajando de nivel. La furia del fenómeno natural se sintió con mucha mayor fuerza en Gonaives. En esta ciudad del norte del país vivían la mayoría de los muertos, que junto a los desaparecidos superarían los 1.600.
Nuevo meteoroEl primer ministro Gerard Latortue confirmó que 600 cadáveres habían sido identificados y que unas 1.000 personas permanecen desaparecidas. Desvaneciendo muchas esperanzas, lanzó un terrible augurio: “la mayoría de los desaparecidos pueden ser considerados muertos”. El jefe del gobierno precisó, igualmente, la existencia de 384 heridos, unos 160.000 damnificados y 4.000 viviendas destruidas.
La tragedia es de tal magnitud que Latortue pidió la ayuda de la comunidad internacional. “Haití no puede salir solo de un desastre como éste”, insistió. Y lo peor todavía no ha pasado, porque hay un nuevo meteoro formándose en el Atlántico que amenaza a Haití y podría llegar en los próximos días. El primer ministro se lamentaba: “Dios nos proteja. Si una desgracia así debe sucedernos de nuevo, no sé que pasaría con la República de Haití”.
La ONU cambia de misiónLas fuerzas de la ONU han cambiado su misión de mantener el orden y colaboran con la Cruz Roja y otras organizaciones de ayuda humanitaria en la desagradable tarea de recoger los cadáveres de entre el fango. Este miércoles, por primer día desde las inundaciones distribuyeron masivamente agua y alimentos que llegaron por aire. La carretera con Gonaives, la tercera ciudad del país con 250.000 habitantes que quedó devastada por las inundaciones, también está cortada por los desprendimientos de tierra