Los regantes plantean al Taibilla cambiar aguas desaladas por caudales del Trasvase
Vie, 08/10/2004
Los agricultores descontarían a la Mancomunidad del coste de producción la tarifa que pagan por los recursos procedentes del Tajo
J. P.
El Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura promueve desde hace tres años la construcción de una desaladora en el término municipal de Pilar de la Horadada. Los 30 hectómetros cúbicos anuales que saldrán de esta planta se destinarán a complementar las dotaciones que se reciben desde la cabecera del Tajo. El alto coste de la desalación hace que esta alternativa sólo pueda ser asumida en períodos de sequía y por determinadas explotaciones agrícolas. Los promotores consideran la cesión del agua a precio de coste a la Mancomunidad de Canales del Taibilla que, año tras año, aumenta su consumo a costa de la dotación para los regadíos.
El vicepresidente del Sindicato Central de Regantes, Manuel Serrano, explicó que debido al alto coste del agua desalada, la planta entraría en funcionamiento «solamente cuando haya sequía en el Alto Tajo, lo cual es demencial», dado la inversión millonaria que requiere una infraestructura de estas características.
La alternativa la ofrece el propio Sindicato: «la cesión al Taibilla para que nos devuelva la misma cantidad con agua del Tajo», explica Serrano. Este intercambio supondría la firma de un convenio por el cual los regantes se harían cargo de la parte del coste final equivalente a la tarifa del Trasvase Tajo-Segura y el Taibilla del resto. En caso de que los agricultores no necesitasen el agua, la permuta se podría sustituir por la venta, siempre, a precio de coste.
Si no hay acuerdo, Serrano estima que habría que buscar explotaciones muy rentables que puedan pagar el coste. «Por su precio, esa agua no se puede meter en una red con pérdidas ni se puede emplear para regar alcachofas».
La desaladora se construirá en el paraje de lo Monte, en el término municipal de Pilar de la Horadada, y efectuará la captación de agua del mar a través de una batería de pozos costeros. Este procedimiento ofrece la ventaja de que la arena y la tierra filtran y eliminan las impurezas del agua y permite «que el rendimiento de las membranas sea mayor».
La planta dispondrá de un salmueroducto para el vertido de los residuos que se adentrará dos o tres kilómetros en el mar para evitar la afección sobre la pradera de posidonia marina.
La construcción de la desaladora requiere de una fuerte inversión y de financiación pública. Serrano recuerda que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, acaba de pedir a la Unión Europea 3.800 millones de euros para la construcción de desaladoras en España, pero «la petición se hace ahora. Hay que estudiarla en la comisión. Luego, tiene que aprobarla el Parlamento Europeo y, al final, hay que dotar dinero en los presupuestos».
Con todas estas variables, la fecha de construcción y apertura de la planta sigue todavía siendo una incógnita. Tres años después del inicio de los trámites «aún no tenemos la autorización del Ministerio de Medio Ambiente», explica Serrano para quien, en el mejor de los casos, las obras no comenzarán antes de otros tres años. Frente a estas acotaciones temporales, el vicepresidente del Sindicato expone los plazos del suprimido trasvase del Ebro, la alternativa defendida por los regantes. «En dos años estaba hecho el primer tramo del trasvase». La preocupación crece además con los mensajes que llegan desde Castilla-La Mancha para eliminar el trasvase del Tajo.
J. P.
El Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura promueve desde hace tres años la construcción de una desaladora en el término municipal de Pilar de la Horadada. Los 30 hectómetros cúbicos anuales que saldrán de esta planta se destinarán a complementar las dotaciones que se reciben desde la cabecera del Tajo. El alto coste de la desalación hace que esta alternativa sólo pueda ser asumida en períodos de sequía y por determinadas explotaciones agrícolas. Los promotores consideran la cesión del agua a precio de coste a la Mancomunidad de Canales del Taibilla que, año tras año, aumenta su consumo a costa de la dotación para los regadíos.
El vicepresidente del Sindicato Central de Regantes, Manuel Serrano, explicó que debido al alto coste del agua desalada, la planta entraría en funcionamiento «solamente cuando haya sequía en el Alto Tajo, lo cual es demencial», dado la inversión millonaria que requiere una infraestructura de estas características.
La alternativa la ofrece el propio Sindicato: «la cesión al Taibilla para que nos devuelva la misma cantidad con agua del Tajo», explica Serrano. Este intercambio supondría la firma de un convenio por el cual los regantes se harían cargo de la parte del coste final equivalente a la tarifa del Trasvase Tajo-Segura y el Taibilla del resto. En caso de que los agricultores no necesitasen el agua, la permuta se podría sustituir por la venta, siempre, a precio de coste.
Si no hay acuerdo, Serrano estima que habría que buscar explotaciones muy rentables que puedan pagar el coste. «Por su precio, esa agua no se puede meter en una red con pérdidas ni se puede emplear para regar alcachofas».
La desaladora se construirá en el paraje de lo Monte, en el término municipal de Pilar de la Horadada, y efectuará la captación de agua del mar a través de una batería de pozos costeros. Este procedimiento ofrece la ventaja de que la arena y la tierra filtran y eliminan las impurezas del agua y permite «que el rendimiento de las membranas sea mayor».
La planta dispondrá de un salmueroducto para el vertido de los residuos que se adentrará dos o tres kilómetros en el mar para evitar la afección sobre la pradera de posidonia marina.
La construcción de la desaladora requiere de una fuerte inversión y de financiación pública. Serrano recuerda que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, acaba de pedir a la Unión Europea 3.800 millones de euros para la construcción de desaladoras en España, pero «la petición se hace ahora. Hay que estudiarla en la comisión. Luego, tiene que aprobarla el Parlamento Europeo y, al final, hay que dotar dinero en los presupuestos».
Con todas estas variables, la fecha de construcción y apertura de la planta sigue todavía siendo una incógnita. Tres años después del inicio de los trámites «aún no tenemos la autorización del Ministerio de Medio Ambiente», explica Serrano para quien, en el mejor de los casos, las obras no comenzarán antes de otros tres años. Frente a estas acotaciones temporales, el vicepresidente del Sindicato expone los plazos del suprimido trasvase del Ebro, la alternativa defendida por los regantes. «En dos años estaba hecho el primer tramo del trasvase». La preocupación crece además con los mensajes que llegan desde Castilla-La Mancha para eliminar el trasvase del Tajo.