CATALUÑA LLOBREGAT-SALINIZACION Usuarios denuncian desvío Llobregat provoca salinización acuífero
Mar, 26/10/2004
La Comunidad de Usuarios de Aguas del Delta del río Llobregat (CUALL) ha denunciado hoy que, a consecuencia del reciente desvío del tramo final del cauce, "el agua del mar penetra ya tres kilómetros tierra adentro, hasta el puente de Mercabarna".
La CUALL considera que uno de los impactos ambientales que no se tuvieron en cuenta al realizar el estudio de esta obra "es la diferente densidad existente entre el agua del mar y el agua dulce del acuífero".
La entidad considera que "esta elemental propiedad física es la responsable de que si en un vaso de aceite ponemos agua aquel tiende a flotar, mientras que el agua se va hacia el fondo" y, precisamente, "esto es lo que está pasando en estos momentos en el acuífero".
El estuario del río, lleno de agua salada, "tiende a infiltrarse, mientras que el agua dulce tiende a aflorar hacia la superficie con el resultado final de la salinización del acuífero del delta del Llobregat", ha precisado la CUALL.
En su denuncia, también se señala que "el diseño de la desembocadura del río Llobregat se ha hecho para períodos de retorno próximos a los 500 años", y así se garantiza la seguridad hidráulica del delta del Llobregat, con 3000 metros cúbicos por segundo.
No obstante, dado que el Llobregat "es un río mediterráneo de carácter torrencial, su volumen más habitual no supera los 10 metros cúbicos por segundo" y, por ello, la contaminación por intrusión salina resulta inevitable.
Una solución que resolvería el problema ambiental que se ha provocado, y que hidráulicamente no generaría ningún riesgo, sería "conectar la playa con la desembocadura del río".
De esta manera, se crearía "una barrera de arenas en la desembocadura que, en situaciones de lluvia, la propia fuerza del río rompería y que, en situaciones de sequía, cerraría la barrera la propia dinámica del litoral".
Para la CUALL, "esta es la forma natural que tienen buena parte de los ríos de defenderse contra la intrusión" de agua marina. Jordi Codina, secretario de la CUALL, no ha ocultado su preocupación por "la falta de respuesta" de las administraciones responsables.
El Tribunal Supremo declaró nulo el proyecto de desvío del último tramo del Llobregat, y dio la razón a la CUALL, cuando las obras ya estaban prácticamente ejecutadas.
Codina lamenta que no se hayan tenido en cuenta "algunas solicitudes planteadas por la CUALL".
La CUALL considera que uno de los impactos ambientales que no se tuvieron en cuenta al realizar el estudio de esta obra "es la diferente densidad existente entre el agua del mar y el agua dulce del acuífero".
La entidad considera que "esta elemental propiedad física es la responsable de que si en un vaso de aceite ponemos agua aquel tiende a flotar, mientras que el agua se va hacia el fondo" y, precisamente, "esto es lo que está pasando en estos momentos en el acuífero".
El estuario del río, lleno de agua salada, "tiende a infiltrarse, mientras que el agua dulce tiende a aflorar hacia la superficie con el resultado final de la salinización del acuífero del delta del Llobregat", ha precisado la CUALL.
En su denuncia, también se señala que "el diseño de la desembocadura del río Llobregat se ha hecho para períodos de retorno próximos a los 500 años", y así se garantiza la seguridad hidráulica del delta del Llobregat, con 3000 metros cúbicos por segundo.
No obstante, dado que el Llobregat "es un río mediterráneo de carácter torrencial, su volumen más habitual no supera los 10 metros cúbicos por segundo" y, por ello, la contaminación por intrusión salina resulta inevitable.
Una solución que resolvería el problema ambiental que se ha provocado, y que hidráulicamente no generaría ningún riesgo, sería "conectar la playa con la desembocadura del río".
De esta manera, se crearía "una barrera de arenas en la desembocadura que, en situaciones de lluvia, la propia fuerza del río rompería y que, en situaciones de sequía, cerraría la barrera la propia dinámica del litoral".
Para la CUALL, "esta es la forma natural que tienen buena parte de los ríos de defenderse contra la intrusión" de agua marina. Jordi Codina, secretario de la CUALL, no ha ocultado su preocupación por "la falta de respuesta" de las administraciones responsables.
El Tribunal Supremo declaró nulo el proyecto de desvío del último tramo del Llobregat, y dio la razón a la CUALL, cuando las obras ya estaban prácticamente ejecutadas.
Codina lamenta que no se hayan tenido en cuenta "algunas solicitudes planteadas por la CUALL".