Cuatro mil personas reclaman en Burgos la presa de Castrovido sin rebaja de cota
Lun, 01/11/2004
El alcalde de Burgos, el presidente de la Diputación y otros cargos del PP se sumaron a la marcha Los regidores de la zona partidarios de mantener la cota 1.045 se reunirán el miércoles con Fernández Carriedo ROSALÍA SANTAOLALLA/BURGOS Representantes de los convocantes, con la pancarta que abría la manifestación . / FÉLIX ORDÓÑEZ Cerca de 4.000 personas -según fuentes de la Policía Local y de los organizadores- secundaron ayer la convocatoria de manifestación de la Comisión de Seguimiento de la presa de Castrovido, en la que reivindicaron la «construcción inmediata» de este embalse en la cuenca del Arlanza, de acuerdo con el proyecto adjudicado en su día, esto es, con la cota 1.045 y no con 11 metros menos, como ha decidido el Ministerio de Medio Ambiente.
El mantenimiento de una capacidad de 86 hectómetros cúbicos permitiría, según defienden los partidarios de la presa, que se cumplan los objetivos del embalse, es decir, el mantenimiento de un caudal ecológico, contener las avenidas, el abastecimiento de agua y los regadíos.
Vecinos, concejales y alcaldes de la comarca acudieron en unos 14 autobuses y en vehículos particulares hasta la capital burgalesa, donde se manifestaron acompañados, entre otros, de representantes del PP en instituciones locales, provinciales y regionales -el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio; el presidente de la Diputación, Vicente Orden Vigara; y el delegado de la Junta en Burgos, Jaime Mateu estaban, entre otros- y miembros de las organizaciones agrarias Coag, Asaja y Upa.
Dositeo Martín, portavoz de la Comisión de Seguimiento, confirmó que el próximo miércoles, la mayoría de los 80 alcaldes de los municipios afectados se reunirán con el nuevo consejero de Medio Ambiente de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, con quien estudiarán las alternativas que pueden existir ante la rebaja de cota. «Creemos que no las hay porque eso ya se estudió con la presidenta de la Confederación. No hay más solución que la de mantener la cota 1.045», indicó Martín.
Martín explicó que los habitantes de la cuenca baja no entienden que pueda haber una «compensación» a la decisión adoptada por el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Duero. «Si Burgos tiene unas necesidades se las tendrán que dar, que no se quite de la presa para cubrir otros objetivos u otras necesidades».
«Detrás o encogidos»
El presidente de la Diputación quien en los primeros metros de recorrido sostuvo la pancarta en la cabecera de la manifestación, llamó a la reflexión a los representantes del PSOE -ausentes en la convocatoria- y les advirtió sobre las consecuencias que podría tener su postura. «Me gustaría que el PSOE supiese lo que realmente se está jugando por estar detrás o encogidos, a las órdenes de una ministra que creo que, en este sentido, ha perdido el sentido común», aseguró Orden Vigara, quien recordó que los representantes socialistas, en ocasiones anteriores, «han peleado para que este embalse se hiciese».
El coordinador regional de Coag, Jesús Manuel González Palacín, basó su apoyo a las reivindicaciones de la comisión de seguimiento en las necesidades de los regantes de la comarca. A su juicio, con la ejecución de la presa están en juego 6.000 hectáreas de regadío en la zona y la reducción de cota supondría que la presa no cumpliría el objetivo de la consolidación de regadío, ya que, ahora mismo «tienen concesión de agua pero no tienen agua» y con la cota 1.034 «no podrían regar». Según afirmó, en Castilla y León uno de los «grandes recursos» es el agua, para lo que, a su juicio, se necesitan «obras hidráulicas» para aprovecharlo. «Sin regadíos no se puede hablar de desarrollo rural», declaró
El mantenimiento de una capacidad de 86 hectómetros cúbicos permitiría, según defienden los partidarios de la presa, que se cumplan los objetivos del embalse, es decir, el mantenimiento de un caudal ecológico, contener las avenidas, el abastecimiento de agua y los regadíos.
Vecinos, concejales y alcaldes de la comarca acudieron en unos 14 autobuses y en vehículos particulares hasta la capital burgalesa, donde se manifestaron acompañados, entre otros, de representantes del PP en instituciones locales, provinciales y regionales -el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio; el presidente de la Diputación, Vicente Orden Vigara; y el delegado de la Junta en Burgos, Jaime Mateu estaban, entre otros- y miembros de las organizaciones agrarias Coag, Asaja y Upa.
Dositeo Martín, portavoz de la Comisión de Seguimiento, confirmó que el próximo miércoles, la mayoría de los 80 alcaldes de los municipios afectados se reunirán con el nuevo consejero de Medio Ambiente de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, con quien estudiarán las alternativas que pueden existir ante la rebaja de cota. «Creemos que no las hay porque eso ya se estudió con la presidenta de la Confederación. No hay más solución que la de mantener la cota 1.045», indicó Martín.
Martín explicó que los habitantes de la cuenca baja no entienden que pueda haber una «compensación» a la decisión adoptada por el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Duero. «Si Burgos tiene unas necesidades se las tendrán que dar, que no se quite de la presa para cubrir otros objetivos u otras necesidades».
«Detrás o encogidos»
El presidente de la Diputación quien en los primeros metros de recorrido sostuvo la pancarta en la cabecera de la manifestación, llamó a la reflexión a los representantes del PSOE -ausentes en la convocatoria- y les advirtió sobre las consecuencias que podría tener su postura. «Me gustaría que el PSOE supiese lo que realmente se está jugando por estar detrás o encogidos, a las órdenes de una ministra que creo que, en este sentido, ha perdido el sentido común», aseguró Orden Vigara, quien recordó que los representantes socialistas, en ocasiones anteriores, «han peleado para que este embalse se hiciese».
El coordinador regional de Coag, Jesús Manuel González Palacín, basó su apoyo a las reivindicaciones de la comisión de seguimiento en las necesidades de los regantes de la comarca. A su juicio, con la ejecución de la presa están en juego 6.000 hectáreas de regadío en la zona y la reducción de cota supondría que la presa no cumpliría el objetivo de la consolidación de regadío, ya que, ahora mismo «tienen concesión de agua pero no tienen agua» y con la cota 1.034 «no podrían regar». Según afirmó, en Castilla y León uno de los «grandes recursos» es el agua, para lo que, a su juicio, se necesitan «obras hidráulicas» para aprovecharlo. «Sin regadíos no se puede hablar de desarrollo rural», declaró