El valle de Lizoain recupera piezas del patrimonio histórico vinculado al agua
Jue, 09/12/2004
Los vecinos del valle de Lizoain están recuperando en auzolan parte de su patrimonio histórico relacionado con el agua, con el objeto después de promocionar turísticamente las fuentes, los neveros o los lavaderos que se hallan en las distintas localidades de este valle. Trece pueblos, concejos ya extinguidos, con un total de 270 habitantes integran este ayuntamiento que preside Amaya Equísoain.
Desde la anterior legislatura y entre el Ayuntamiento y la Sociedad Ripakoa, en la que están buena parte de los vecinos del valle, surgió la idea de recuperar aljibes, fuentes y demás piezas e infraestructuras relacionadas con el agua, unas medievales y otras más recientes.
Los trabajos los están realizando en varias fases, explicó la alcaldesa de Lizoain Amaya Equísoain y así en mayo de este año inauguraron la fuente del Moro recuperada en Yelz, así como la fuente del Caño y el lavadero. Estos trabajos incluyeron la limpieza y rehabilitación medioambiental del paraje de Ondazubia, junto al río Erro, y de la llamada balsa de las sanguijuelas, en término de Uroz, así como la recuperación de la vía del antiguo tren Irati.
Este año, la intervención corresponde al lavadero y la fuente de Beortegui y las fuentes de Zunzarren y de Uroz. Junto al lavadero de Beortegui, indicó Equísoain, está previsto adecuar un pequeño merendero. Ya para el próximo año, unos y otros tienen previsto recuperar el nevero de Mendioroz y el nevero y la fuente de Lerruz.
La recuperación de este patrimonio y del entorno de estas piezas, lo realizan en colaboración y con la financiación de Cederna-Garalur (Centro de Desarrollo Rural de Navarra) y Caja Navarra. «La idea era que se implicasen todos los vecinos», comentó Amaya Esquísoain y aprovechando los fines de semana, lo van logrando.
«En pueblos tan pequeños, o la gente se involucra o el patrimonio se pierde», afirma y pone como ejemplo la iglesia de Leyún que fue arreglada también en auzolan y la iglesia de Zalba que, tras ser mejorada, esperan poder inaugurar en primavera.
Las tareas realizadas por los vecinos del valle de Lizoain tienen doble mérito por su escasa población y Equísoain agradece la labor de la Sociedad Ripakoa, gracias a la cual desde hace tres años cuentan también con los actos de la Ronda de Primavera y de Otoño que organiza el Gobierno de Navarra y que hasta entonces no llegaba a estas poblaciones.
«Nos mantenemos»
Amaya Equísoain es optimista en cuanto al número de habitantes y asegura que se mantienen e incluso van a ver aumentada la cifra. «El fin de semana y en verano aumenta la población y hay gente que se va animando a hacerse casa en los pueblos y en Lizoain se van a construir 10 viviendas de protección oficial, las diez para gente joven del valle». Añade que otras localidades como Uroz, Mendioroz, Lerruz, Zalba y Zunzarren también están creciendo y en esta última localidad han pasado de vivir 2 personas hace diez años a estar de continuo 8 o10 vecinos.
Los habitantes de estas poblaciones, que han sufrido los temblores que se han producido en Navarra desde el mes de septiembre, sobre todo en Lizoain y Nagore, esperan ahora que dejen de sentirse y saber si han sido naturales o por el embalse de Itoiz. En estas dos últimas semanas no ha habido temblores localizados en Lizoain o Nagore, pero sí hubo uno el 1 de diciembre en Roncesvalles y Equísoain no quiere tener falsas esperanzas. «Hubo otras dos semanas que tampoco se sintió ninguno y luego hubo otro de 3 grados de magnitud».
Ahora, una de las principales necesidades de estas localidades es asegurar su abastecimiento de agua en alta, para evitar los problemas de escasez que padecen, y esperan que el Gobierno les dé solución desde el Canal de Navarra. «Sin agua no podemos crecer»
Desde la anterior legislatura y entre el Ayuntamiento y la Sociedad Ripakoa, en la que están buena parte de los vecinos del valle, surgió la idea de recuperar aljibes, fuentes y demás piezas e infraestructuras relacionadas con el agua, unas medievales y otras más recientes.
Los trabajos los están realizando en varias fases, explicó la alcaldesa de Lizoain Amaya Equísoain y así en mayo de este año inauguraron la fuente del Moro recuperada en Yelz, así como la fuente del Caño y el lavadero. Estos trabajos incluyeron la limpieza y rehabilitación medioambiental del paraje de Ondazubia, junto al río Erro, y de la llamada balsa de las sanguijuelas, en término de Uroz, así como la recuperación de la vía del antiguo tren Irati.
Este año, la intervención corresponde al lavadero y la fuente de Beortegui y las fuentes de Zunzarren y de Uroz. Junto al lavadero de Beortegui, indicó Equísoain, está previsto adecuar un pequeño merendero. Ya para el próximo año, unos y otros tienen previsto recuperar el nevero de Mendioroz y el nevero y la fuente de Lerruz.
La recuperación de este patrimonio y del entorno de estas piezas, lo realizan en colaboración y con la financiación de Cederna-Garalur (Centro de Desarrollo Rural de Navarra) y Caja Navarra. «La idea era que se implicasen todos los vecinos», comentó Amaya Esquísoain y aprovechando los fines de semana, lo van logrando.
«En pueblos tan pequeños, o la gente se involucra o el patrimonio se pierde», afirma y pone como ejemplo la iglesia de Leyún que fue arreglada también en auzolan y la iglesia de Zalba que, tras ser mejorada, esperan poder inaugurar en primavera.
Las tareas realizadas por los vecinos del valle de Lizoain tienen doble mérito por su escasa población y Equísoain agradece la labor de la Sociedad Ripakoa, gracias a la cual desde hace tres años cuentan también con los actos de la Ronda de Primavera y de Otoño que organiza el Gobierno de Navarra y que hasta entonces no llegaba a estas poblaciones.
«Nos mantenemos»
Amaya Equísoain es optimista en cuanto al número de habitantes y asegura que se mantienen e incluso van a ver aumentada la cifra. «El fin de semana y en verano aumenta la población y hay gente que se va animando a hacerse casa en los pueblos y en Lizoain se van a construir 10 viviendas de protección oficial, las diez para gente joven del valle». Añade que otras localidades como Uroz, Mendioroz, Lerruz, Zalba y Zunzarren también están creciendo y en esta última localidad han pasado de vivir 2 personas hace diez años a estar de continuo 8 o10 vecinos.
Los habitantes de estas poblaciones, que han sufrido los temblores que se han producido en Navarra desde el mes de septiembre, sobre todo en Lizoain y Nagore, esperan ahora que dejen de sentirse y saber si han sido naturales o por el embalse de Itoiz. En estas dos últimas semanas no ha habido temblores localizados en Lizoain o Nagore, pero sí hubo uno el 1 de diciembre en Roncesvalles y Equísoain no quiere tener falsas esperanzas. «Hubo otras dos semanas que tampoco se sintió ninguno y luego hubo otro de 3 grados de magnitud».
Ahora, una de las principales necesidades de estas localidades es asegurar su abastecimiento de agua en alta, para evitar los problemas de escasez que padecen, y esperan que el Gobierno les dé solución desde el Canal de Navarra. «Sin agua no podemos crecer»