Los ríos con elevada contaminación se reducen a la mitad en dos años
Dom, 12/12/2004
La mejoría de los ríos en el País Vasco sigue. Los cauces con grave contaminación se redujeron el pasado año a 14 (cuatro menos que en 2002) del total de 53 analizados por el Departamento de Medio Ambiente. Esta cifra es la mitad respecto a 2001, cuando el Gobierno tenía registrados 29 ríos en ese deficiente estado. La peor situación se mantiene en los guipuzcoanos Deba, Oria y Jaizubia y los vizcaínos Nervión e Ibaizabal.
El Ejecutivo realiza desde 1993 un informe anual sobre los ríos, aunque hace 11 años sólo se analizaron una veintena de cauces. Desde 2001 se mantiene el análisis de 53, lo que permite una comparación adecuada de la evolución de la situación. El estudio se basa en los datos tomados por 85 estaciones de muestreo en varios tramos de los cauces, que comprueban medio centenar de parámetros físicos y químicos así como el estado de las comunidades vegetales y animales.
Para determinar el estado de cada río, el Departamento de Medio Ambiente utiliza el denominado indicador biótico, que mide la vida existente, la resistencia frente a la contaminación, la calidad de agua para el abastecimiento y el baño o la vida piscícola. Este indicador contempla seis niveles diferenciados, que van desde las aguas muy limpias, las no contaminadas y las que tienen algún efecto tóxico hasta las contaminadas, las que añaden el calificativo de 'muy' afectadas y las fuertemente contaminadas.
Los datos de 2003 reflejan que 26 de los 53 ríos analizados presentan aguas muy limpias o no contaminadas, una cifra idéntica a la registrada en 2002. El cambio significativo se produce entre los cauces con importantes problemas de contaminación, que pasan de 18 a 14, y los que tienen alguna afección suben de nueve a 13.
La disminución del número de cauces con más toxicidad es significativa si se compara con el ejercicio de 2001: se reduce a la mitad, ya que entonces había 29 ríos con una contaminación elevada. De los 14 en los que persisten los problemas, seis se ubican en Vizcaya, cinco en Guipúzcoa y tres en Álava.
Retroceso del Deba
El informe constata que el territorio alavés es el que tiene menos número de puntos conflictivos y destaca las importantes mejoras en los ejes del Urola, Oiartzun y Urumea. Los tramos en peor estado se localizan en los vizcaínos Nervión e Ibaizabal y los guipuzcoanos Deba y Oria.
Así, el Deba experimenta un retroceso respecto a 2002, al registrarse aguas muy contaminados (el cuarto de los cinco indicadores) en los dos puntos de muestreo y el Nervión mejora ligeramente: hace dos años sus tres estaciones reflejaban aguas fuertemente contaminadas y en 2003, dos han bajado al cuarto indicador y el tercer punto de muestreo se queda en aguas contaminadas. La situación más óptima, con aguas muy limpias, se da mayoritariamente en ríos con menor recorrido y en este indicador, el primero de todos, se encuentran los alaveses Purón, Omecillo, Tumecillo, Barrundia, Izki y Herrerías; los guipuzcoanos Oiartzun y Mijoa, y los vizcaínos Lea, Ea, Artigas, Golako, Mape, Andraka, Atxispe, Galdames y Galindo.
'La situación del estado de los ríos de cara al futuro se puede considerar esperanzadora', concluye el informe, que resalta el 'importante esfuerzo' en el saneamiento de aguas residuales urbanas e industriales. Ahora, el 64% de la población vasca deposita sus aguas fecales en alguna de ls 51 depuradoras existentes, según los datos del Ejecutivo. El estudio indica que estas infraestructuras de saneamiento todavía son insuficientes en áreas como el alto y medio Nervión y el alto y medio Oria. Otros factores que perjudican a los ríos son la persistencia de vertidos industriales o las actividades agrícolas debido a las concentraciones de pesticidas.
A ello se unen la desaparición de los bosques de ribera, la alteración de los márgenes y pérdida de la estructura natural de los cauces debido a las presiones de la agricultura en Álava y el urbanismo en Vizcaya y Guipúzcoa
El Ejecutivo realiza desde 1993 un informe anual sobre los ríos, aunque hace 11 años sólo se analizaron una veintena de cauces. Desde 2001 se mantiene el análisis de 53, lo que permite una comparación adecuada de la evolución de la situación. El estudio se basa en los datos tomados por 85 estaciones de muestreo en varios tramos de los cauces, que comprueban medio centenar de parámetros físicos y químicos así como el estado de las comunidades vegetales y animales.
Para determinar el estado de cada río, el Departamento de Medio Ambiente utiliza el denominado indicador biótico, que mide la vida existente, la resistencia frente a la contaminación, la calidad de agua para el abastecimiento y el baño o la vida piscícola. Este indicador contempla seis niveles diferenciados, que van desde las aguas muy limpias, las no contaminadas y las que tienen algún efecto tóxico hasta las contaminadas, las que añaden el calificativo de 'muy' afectadas y las fuertemente contaminadas.
Los datos de 2003 reflejan que 26 de los 53 ríos analizados presentan aguas muy limpias o no contaminadas, una cifra idéntica a la registrada en 2002. El cambio significativo se produce entre los cauces con importantes problemas de contaminación, que pasan de 18 a 14, y los que tienen alguna afección suben de nueve a 13.
La disminución del número de cauces con más toxicidad es significativa si se compara con el ejercicio de 2001: se reduce a la mitad, ya que entonces había 29 ríos con una contaminación elevada. De los 14 en los que persisten los problemas, seis se ubican en Vizcaya, cinco en Guipúzcoa y tres en Álava.
Retroceso del Deba
El informe constata que el territorio alavés es el que tiene menos número de puntos conflictivos y destaca las importantes mejoras en los ejes del Urola, Oiartzun y Urumea. Los tramos en peor estado se localizan en los vizcaínos Nervión e Ibaizabal y los guipuzcoanos Deba y Oria.
Así, el Deba experimenta un retroceso respecto a 2002, al registrarse aguas muy contaminados (el cuarto de los cinco indicadores) en los dos puntos de muestreo y el Nervión mejora ligeramente: hace dos años sus tres estaciones reflejaban aguas fuertemente contaminadas y en 2003, dos han bajado al cuarto indicador y el tercer punto de muestreo se queda en aguas contaminadas. La situación más óptima, con aguas muy limpias, se da mayoritariamente en ríos con menor recorrido y en este indicador, el primero de todos, se encuentran los alaveses Purón, Omecillo, Tumecillo, Barrundia, Izki y Herrerías; los guipuzcoanos Oiartzun y Mijoa, y los vizcaínos Lea, Ea, Artigas, Golako, Mape, Andraka, Atxispe, Galdames y Galindo.
'La situación del estado de los ríos de cara al futuro se puede considerar esperanzadora', concluye el informe, que resalta el 'importante esfuerzo' en el saneamiento de aguas residuales urbanas e industriales. Ahora, el 64% de la población vasca deposita sus aguas fecales en alguna de ls 51 depuradoras existentes, según los datos del Ejecutivo. El estudio indica que estas infraestructuras de saneamiento todavía son insuficientes en áreas como el alto y medio Nervión y el alto y medio Oria. Otros factores que perjudican a los ríos son la persistencia de vertidos industriales o las actividades agrícolas debido a las concentraciones de pesticidas.
A ello se unen la desaparición de los bosques de ribera, la alteración de los márgenes y pérdida de la estructura natural de los cauces debido a las presiones de la agricultura en Álava y el urbanismo en Vizcaya y Guipúzcoa