La cuenca del Júcar registra las lluvias continuadas más intensas de la historia
Jue, 16/12/2004
El caudal acumulado permitirá que el agua para Valencia y su área metropolitana sea cogida del Turia y no de las reservas del Júcar Las lluvias continuadas en la cuenca del Júcar entre el 3 y el 13 de diciembre han sido las más intensas de toda la historia y han posibilitado que los embalses alcancen unas reservas de 1.127 hectómetros cúbicos, lo que garantiza el suministro y favorece que la obtención de agua se haga desde el Turia en lugar de usar las reservas del Júcar. G. ALEMÁN/VALENCIA Publicidad Más noticias Los 11 días de lluvia continuada que ha registrado la cuenca del Júcar desde el 3 de diciembre hasta el día 13 han sido los más intensos de la historia y dejarán tras de sí numerosos beneficios. El agua acumulada ha permitido que los embalses tengan un caudal muy superior al que registraban el año pasado en las mismas fechas, ya que en la actualidad hay 1.127 hectómetros cúbicos frente a los 874 de 2003 y sólo en la última semana el caudal de los embalses ha aumentado en 25 hectómetros cúbicos.
Estas cifras garantizan el suministro de agua, al menos, durante el próximo año, según explicó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues. El responsable de la institución afirmó que el tiempo de duración de las reservas hídricas podría ser mayor, pero evitó fijar un plazo concreto “porque depende de las características de los próximos meses, del clima y del consumo que sea necesario. No hay que olvidar que este otoño ha sido muy seco y hemos consumido más, pero las lluvias han ayudado a mejorar la situación”, indicó.
Sobrantes del TuriaMoragues explicó que el caudal dejado por las lluvias ha permitido que los embalses de Loriguilla, Mijares y Tous estén prácticamente cerrados y sólo se liberen las cantidades destinadas al abastecimiento de la población. “De Tous están saliendo tres hectómetros cúbicos para uso urbano en el área metropolitana y en Loriguilla 0,5 hectómetros cúbicos, por lo que las reservas que quedan en los embalses son grandes”, añadió el jefe de explotación de la CHJ, José Luis Utrillas.
Por su parte, el director técnico del organismo, Joaquín Andreu, manifestó que las lluvias favorecerán que el agua necesaria para Valencia y su área metropolitana pueda ser cogida del Turia y no de las reservas del Júcar, lo que ayudaría a optimizar los recursos. El caudal ha permitido, además, rellenar las reservas de los acuíferos con las sobrantes del Turia.
Andreu explicó también los mecanismos puestos en marcha desde la Confederación durante el episodio de lluvias para controlar las compuertas y los caudales de los embalses y reconocidó que, en el caso concreto del río Serpis, si la presa de Beniarrés no hubiera funcionado correctamente, se hubiera producido un riesgo severo de inundación. “En el entorno de los 200 metros cúbicos por segundo se produce el peligro de inundación. El criterio que seguimos ahí fue el de no superar ese caudal y recuperar agua para evitar que el río se desbordase. Si el pantano no funcionara bien, se hubieran alcanzado picos de hasta 256 metros cúbicos de agua frente a los 128 que se lograron”, dijo.
Utrillas añadió que el embalse de Beniarrés está lleno para los niveles de abastecimiento al uso y en el caso de que se produjera una tormenta similar “no habría problemas, ya que la presa tiene capacidad para evacuar ocho veces más de lo que ha estado expulsando por los aliviaderos”, indicó. El jefe de explotación señaló, asimismo, que a la presa le queda un gran volumen de reserva. Lluvias singularesEl presidente de la Confederación, por su parte, remarcó que desde la institución siempre se da aviso a Protección Civil cuando hay previsiones de lluvias torrenciales que puedan llegar a desbordar los caudales de los ríos e insistió en que las lluvias de los últimos días “son singulares, porque ha llovido en toda la cuenca, las precipitaciones eran consistentes y no parecía que fueran a parar”.
Las lluvias alcanzaron los 541,6 litros por metro cuadrado en la estación pluviométrica de Adsubia, 466,4 en la de Pinet; 406,1 en Villalonga; 396,2 en Beniarrés; 388 en Millena; 372,2 en Confrides; 327,8 en Muro de Alcoi; 264 en Guadalest; 243,8 en Callosa d’En Sarriá; 225 en Ontinyent, y 224,4 litros por metro cuadrado en Bellús.
Los embalses con mayor reserva de agua en estos momentos son los de Guadalest, Baniarrés, Cortes II, Arquillo de San Blas y Benagéber
Estas cifras garantizan el suministro de agua, al menos, durante el próximo año, según explicó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues. El responsable de la institución afirmó que el tiempo de duración de las reservas hídricas podría ser mayor, pero evitó fijar un plazo concreto “porque depende de las características de los próximos meses, del clima y del consumo que sea necesario. No hay que olvidar que este otoño ha sido muy seco y hemos consumido más, pero las lluvias han ayudado a mejorar la situación”, indicó.
Sobrantes del TuriaMoragues explicó que el caudal dejado por las lluvias ha permitido que los embalses de Loriguilla, Mijares y Tous estén prácticamente cerrados y sólo se liberen las cantidades destinadas al abastecimiento de la población. “De Tous están saliendo tres hectómetros cúbicos para uso urbano en el área metropolitana y en Loriguilla 0,5 hectómetros cúbicos, por lo que las reservas que quedan en los embalses son grandes”, añadió el jefe de explotación de la CHJ, José Luis Utrillas.
Por su parte, el director técnico del organismo, Joaquín Andreu, manifestó que las lluvias favorecerán que el agua necesaria para Valencia y su área metropolitana pueda ser cogida del Turia y no de las reservas del Júcar, lo que ayudaría a optimizar los recursos. El caudal ha permitido, además, rellenar las reservas de los acuíferos con las sobrantes del Turia.
Andreu explicó también los mecanismos puestos en marcha desde la Confederación durante el episodio de lluvias para controlar las compuertas y los caudales de los embalses y reconocidó que, en el caso concreto del río Serpis, si la presa de Beniarrés no hubiera funcionado correctamente, se hubiera producido un riesgo severo de inundación. “En el entorno de los 200 metros cúbicos por segundo se produce el peligro de inundación. El criterio que seguimos ahí fue el de no superar ese caudal y recuperar agua para evitar que el río se desbordase. Si el pantano no funcionara bien, se hubieran alcanzado picos de hasta 256 metros cúbicos de agua frente a los 128 que se lograron”, dijo.
Utrillas añadió que el embalse de Beniarrés está lleno para los niveles de abastecimiento al uso y en el caso de que se produjera una tormenta similar “no habría problemas, ya que la presa tiene capacidad para evacuar ocho veces más de lo que ha estado expulsando por los aliviaderos”, indicó. El jefe de explotación señaló, asimismo, que a la presa le queda un gran volumen de reserva. Lluvias singularesEl presidente de la Confederación, por su parte, remarcó que desde la institución siempre se da aviso a Protección Civil cuando hay previsiones de lluvias torrenciales que puedan llegar a desbordar los caudales de los ríos e insistió en que las lluvias de los últimos días “son singulares, porque ha llovido en toda la cuenca, las precipitaciones eran consistentes y no parecía que fueran a parar”.
Las lluvias alcanzaron los 541,6 litros por metro cuadrado en la estación pluviométrica de Adsubia, 466,4 en la de Pinet; 406,1 en Villalonga; 396,2 en Beniarrés; 388 en Millena; 372,2 en Confrides; 327,8 en Muro de Alcoi; 264 en Guadalest; 243,8 en Callosa d’En Sarriá; 225 en Ontinyent, y 224,4 litros por metro cuadrado en Bellús.
Los embalses con mayor reserva de agua en estos momentos son los de Guadalest, Baniarrés, Cortes II, Arquillo de San Blas y Benagéber