La Confederación detecta fisuras en el nuevo canal del Genil-Cabra
Mié, 05/01/2005
La expansividad de las fértiles tierras arcillosas de la Campiña Sur va camino de convertirse en el gran azote de las nuevas infraestructuras de esta zona de la provincia. A los ya conocidos problemas en la línea del AVE Córdoba-Málaga y en parte de la autovía A-45 a su paso por Lucena se une ahora el hallazgo de varias grietas en el nuevo canal principal de los riegos del Genil-Cabra. Los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) –entidad que depende del Ministerio de Medio Ambiente y que gestiona esta obra– señalan que la parte afectada por estos desprendimientos tiene una longitud aproximada de 120 metros y se sitúa en el entorno del punto kilométrico 0,500 del nuevo ramal, muy cerca del sifón del río Cabra y en el término municipal de Santaella.
Las fuentes consultadas por el Día precisaron que, dadas las características del terreno por el que discurre la conducción, "era previsible" la aparición de este tipo de problemas. El canal se construyó entre 2001 y 2003 por parte de la empresa constructora Ferrovial-Agromán y contó con un presupuesto que rozó los 24 millones de euros.
Los responsables de la CHG decidieron, una vez concluidas las obras, llenar al máximo de agua el ramal, que tiene diez kilómetros de longitud, para comprobar, entre otras cosas, la resistencia del mismo y como mejor fórmula para contrarrestar los empujes del terreno. El llenado se produjo en febrero del pasado año y los primeros problemas de filtraciones y aparición de las grietas se detectaron en junio de 2004. Desde entonces, los controles realizados en la zona revelaron la importancia de las fisuras, motivo que llevó hace unas semanas a la Confederación Hidrográfica a vaciar de agua el canal.
Con esta medida, los técnicos han comprobado, por un lado, la magnitud del problema y, por otra parte, han constatado que desde que la conducción está vacía las grietas se han estabilizado y no han ido en aumento.
El siguiente paso ha sido el de dar cuenta de los hechos a los servicios geológicos del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, que serán los responsables de ejecutar un plan de obra de emergencia en la zona afectada, aunque la delegación en Córdoba de la Confederación supervisará los trabajos que se realicen. No obstante, aún se desconoce cuál será el montante económico que supondrá esta actuación de urgencia, ya que dependerá de las medidas que se apliquen por parte de los servicios geológicos de Medio Ambiente.
Lo que sí ha dejado claro la CHG es que la firma constructora Ferrovial no tiene ninguna responsabilidad en lo sucedido, ya que los controles sobre el material empleado durante la ejecución de la infraestructura "son muy estrictos y resultaron positivos". De hecho, durante las obras se rechazaron algunos materiales previstos, lo que obligó a Ferrovial a hacerse con unos terrenos junto a la finca El Bascón y abrir una cantera, dada la calidad de estas tierras para la compactación de la nueva conducción. Una vez que quedó ejecutado el vaso del ramal principal se procedió al hormigonado del mismo, para el que se aplicó una capa de unos diez centímetros de grosor, el mismo que se ha empleado en las dos fases del canal.
Otro aspecto que han confirmado los técnicos que han seguido esta incidencia es que los agrietamientos en estos 120 metros de la conducción se produjeron de forma instantánea, no progresiva, según recoge el informe elevado hasta las dependencias del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid. Además, las fisuras han aparecido a varias alturas del terraplén y en la margen izquierda del mismo.
Al margen de esta incidencia y de la gestión del agua que realizan los regantes de la zona, que se ha convertido en un modelo para otros países europeos, el nuevo canal se convirtió en 2004 en un elemento de confrontación política, sobre todo en los meses anteriores a las elecciones del 14 de marzo. El entonces Gobierno del PP anunció la inauguración del ramal principal unas semanas antes de los comicios, un acto que desde IU se intentó, sin éxito, paralizar. De este modo, el 13 de febrero de 2004 se declaró inaugurada la nueva infraestructura por parte del que era secretario de estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, arropado por varios dirigentes provinciales del PP. Sin embargo, la obra no estaba concluida y mientras Fernández cortaba la cinta en un extremo del nuevo canal, en el otro los operarios de Ferrovial continuaban las obras, que se prolongaron durante un mes.
Las fuentes consultadas por el Día precisaron que, dadas las características del terreno por el que discurre la conducción, "era previsible" la aparición de este tipo de problemas. El canal se construyó entre 2001 y 2003 por parte de la empresa constructora Ferrovial-Agromán y contó con un presupuesto que rozó los 24 millones de euros.
Los responsables de la CHG decidieron, una vez concluidas las obras, llenar al máximo de agua el ramal, que tiene diez kilómetros de longitud, para comprobar, entre otras cosas, la resistencia del mismo y como mejor fórmula para contrarrestar los empujes del terreno. El llenado se produjo en febrero del pasado año y los primeros problemas de filtraciones y aparición de las grietas se detectaron en junio de 2004. Desde entonces, los controles realizados en la zona revelaron la importancia de las fisuras, motivo que llevó hace unas semanas a la Confederación Hidrográfica a vaciar de agua el canal.
Con esta medida, los técnicos han comprobado, por un lado, la magnitud del problema y, por otra parte, han constatado que desde que la conducción está vacía las grietas se han estabilizado y no han ido en aumento.
El siguiente paso ha sido el de dar cuenta de los hechos a los servicios geológicos del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, que serán los responsables de ejecutar un plan de obra de emergencia en la zona afectada, aunque la delegación en Córdoba de la Confederación supervisará los trabajos que se realicen. No obstante, aún se desconoce cuál será el montante económico que supondrá esta actuación de urgencia, ya que dependerá de las medidas que se apliquen por parte de los servicios geológicos de Medio Ambiente.
Lo que sí ha dejado claro la CHG es que la firma constructora Ferrovial no tiene ninguna responsabilidad en lo sucedido, ya que los controles sobre el material empleado durante la ejecución de la infraestructura "son muy estrictos y resultaron positivos". De hecho, durante las obras se rechazaron algunos materiales previstos, lo que obligó a Ferrovial a hacerse con unos terrenos junto a la finca El Bascón y abrir una cantera, dada la calidad de estas tierras para la compactación de la nueva conducción. Una vez que quedó ejecutado el vaso del ramal principal se procedió al hormigonado del mismo, para el que se aplicó una capa de unos diez centímetros de grosor, el mismo que se ha empleado en las dos fases del canal.
Otro aspecto que han confirmado los técnicos que han seguido esta incidencia es que los agrietamientos en estos 120 metros de la conducción se produjeron de forma instantánea, no progresiva, según recoge el informe elevado hasta las dependencias del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid. Además, las fisuras han aparecido a varias alturas del terraplén y en la margen izquierda del mismo.
Al margen de esta incidencia y de la gestión del agua que realizan los regantes de la zona, que se ha convertido en un modelo para otros países europeos, el nuevo canal se convirtió en 2004 en un elemento de confrontación política, sobre todo en los meses anteriores a las elecciones del 14 de marzo. El entonces Gobierno del PP anunció la inauguración del ramal principal unas semanas antes de los comicios, un acto que desde IU se intentó, sin éxito, paralizar. De este modo, el 13 de febrero de 2004 se declaró inaugurada la nueva infraestructura por parte del que era secretario de estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, arropado por varios dirigentes provinciales del PP. Sin embargo, la obra no estaba concluida y mientras Fernández cortaba la cinta en un extremo del nuevo canal, en el otro los operarios de Ferrovial continuaban las obras, que se prolongaron durante un mes.