La CHS no garantiza el agua a una veintena de campos de golf

Lun, 17/01/2005

Información

La Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura dará preferencia a la agricultura e incluso a nuevos regadíos si pueden utilizar caudales depurados
TONO CALLEJA
La Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no atenderá ninguna de las nuevas peticiones de aguas residuales que soliciten los campos de golf «ante la grave situación de los regadíos, especialmente los de la Vega Baja alicantina» si estos nuevos recursos los solicitan los agricultores. Esta decisión, tomada recientemente en la CHS, podría poner en peligro el suministro de agua depurada a una veintena de los 54 campos de golf que están proyectados en la cuenca del Segura o pendientes de autorización, la mayor parte de ellos en la Comunidad de Murcia, y siete en la provincia de Alicante: Algorfa, Rojales, Lomas de Campoamor y Villamartín (1, 2 y 3).
La Confederación está dispuesta a dar prioridad a nuevos regadíos sobre los campos de golf en zonas en las que existan conducciones para el traslado de los caudales desde las depuradoras, aduciendo que en estos casos no se aplicaría la prohibición de ampliar la superficie regable que establece el Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura.
Esta normativa, que se tratará de seguir a rajatabla, según argumentan en la Comisaría, podría hacer peligrar algunos de los campos de golf que han sido anunciados por los ayuntamientos de Alicante y de Murcia, y que hasta el momento no se han puesto en contacto con la Confederación para solicitar los caudales necesarios, así como el preceptivo cambio de titularidad pública.
Esta norma, que también tiene como finalidad mantener en el Segura «unos caudales ecológicos que incluso superen los mínimos legales», estará vigente para las nuevas concesiones de aguas depuradas de la Vega Alta y Media que se vierten al Segura o a sus afluentes directos, «al considerar que cualquier nuevo otorgamiento disminuiría el caudal circulante por el río y acarrearía por ello perjuicio a los regadíos de la Vega Baja, con derechos claramente anteriores en el tiempo». Además, y según la propia Comisaría de Aguas, «los incrementos permitirán mejorar sucesivamente la situación hídrica y medioambiental de todas las vegas».
La Comisaría de Aguas mantendrá también la decisión de que, en el caso de las depuradoras que no vierten al río Segura ni a ningún cauce permanente o que dan directamente al mar, cuando haya tomas de aprovechamiento ya existentes, como es el caso de las de la costa, «podrá otorgarse la totalidad de los volúmenes producidos a las zonas deficitarias próximas e incluso, en su defecto, a zonas de nuevo regadíos».
No obstante, se incluye también el riego de campos de golf, que será considerado «como uso industrial turístico a efectos de orden de preferencia de otorgamiento de las autorizaciones, ya que la prohibición de ampliar regadíos recogida en el Plan Hidrológico de Cuenca sólo rige cuando no existen recursos renovables», según explica la normativa de la Comisaría de Aguas.
El primero de los campos de golf al que, de momento, se le ha denegado el agua es el proyectado en Mazarrón. Pero esta normativa, que podría perjudicar a algunos de los campos de golf que han sido anunciados en Murcia y Alicante, no será una «espada de Damocles» para el despegue de este deporte en el Levante español, ya que según fuentes de la propia Confederación, «el agua depurada es de muy poca calidad y exige una serie de cuidados especiales, que no hace rentable su utilización en la agricultura». Esas mismas fuentes, resaltan que la instalación de las tuberías elevarían todavía más los costes, «que hacen inviable, en la mayoría de los casos la utilización del recurso» en el regadío.
Por eso, en la Confederación resaltan que en mayoría de los casos, los campos de golf podrán tener el agua necesaria. Por el contrario, alrededor de una decena, que son los que precisamente han sido recurridos por los grupos ecologistas o las comunidades de regantes, podrían tener problemas para acceder a la titularidad del agua, que podría ir al Segura. No obstante, en la Confederación, numerosos funcionarios destacaron que el principal problema para la cuenca no son los campos de golf, sino la decisión de construir urbanizaciones en zonas en las que no existen las infraestructuras para transportar el agua.