El Ministerio de Medio Ambiente está elaborando un plan estratégico de gestión de sequías en la cuenca del Duero, que cuenta con un presupuesto base de licitación de 360.000 euros, que abonará íntegramente el Gobierno Central.
El objeto principal de este Plan, que debería haberse elaborado hace dos años, es diseñar un sistema de gestión de sequías que analice los principales problemas que tiene en este sentido la cuenca y proponga las posibles actuaciones que convenga realizar en cada caso. Buena parte de esas actuaciones irán encaminadas a poner en conocimiento de los principales afectados las previsiones de sequía.
La Comisión de Desembalses de la cuenca del Duero considera que la campaña de riegos que está a punto de iniciarse «podrá afrontarse con cierta normalidad», gracias a la nieve acumulada en las montañas y que ya está aportando notables cantidades de agua a casi todos los pantanos propiedad del Estado. A pesar de que el año hidrológico ha sido muy seco se espera que las nevadas de este invierno puedan salvar la campaña, siempre que se extreme la prudencia en el consumo, cuyo desarrollo será puntualmente vigilado y controlado por la Confederación Hidrográfica del Duero. Otro factor que sin duda contribuye a normalizar esta campaña es que la buena gestión realizada en el anterior, permitió ahorrar consumos e iniciar el año hidrológico con un volumen de agua embalsada superior al 40%, por encima de las recomendaciones de la Comisión de Desembalses, órgano del que forman parte la Administración Central, Junta de Castilla y León, Red eléctrica, ayuntamientos y comunidades de regantes. En la reunión de ayer, la Comisión de Desembalses conoció todos los detalles sobre el agua acumulada en los pantanos, que es de 1.920,5 hectómetros cúbicos, lo que supone que éstos se encuentran al 69,8% de su capacidad. Esta cantidad es inferior (en un 15%) a la del año pasado.