Andalucía dispone de agua suficiente para responder a dos años continuos de sequía
Dom, 10/04/2005
SEVILLA. Andalucía dispone en la actualidad de suficiente agua embalsada y de otros recursos hídricos para afrontar sin problemas dos años continuos de escasez de lluvias, y en caso de presentarse un periodo más prolongado de sequía, las infraestructuras que en estos momentos se están ejecutando, tanto a nivel de embalses como de desaladoras, podrán paliar con mayor efectividad la dramática situación que se produjo a principios de la década de los 90 del pasado siglo en diferentes puntos de la Comunidad, en la que hubo incluso que utilizar a grandes barcos para abastecer a poblaciones.
Esa es la apreciación, en clave optimista, de la Agencia Andaluza del Agua, un organismo de reciente creación adscrito a la Consejería de Medio Ambiente, tras haber asumido en la presente legislatura las competencias de las políticas del agua, en base a los datos que obran en su poder, y a los que ha tenido acceso este periódico.
Este departamento distingue tres tipos de sequía. La meteorológica, en función de los niveles de precipitación; la hidrológica, que mide los niveles de agua en los embalses, y la sequía agrícola, vinculada al agua disponible para los cultivos.
Pocas precipitaciones
En relación con la primera, la meteorológica, se puede decir que Andalucía se encuentra en la actualidad inmersa en este tipo de sequía, debido a que en la mayor parte del territorio las precipitaciones han estado en lo que va de año muy por debajo de la media.
Por lo que respecta a la sequía hidráulica, se sabe que en Andalucía se genera de media un aprovechamiento de 12.212 hectómetros cúbicos procedente de lluvia, y en función de unas tablas estadísticas los embalses pueden regular cada año para los diferentes usos 3.304 hectómetros cúbicos, que unidos a otros aportes como la extracción de los acuíferos dan una cifra total de 5.426 hectómetros cúbicos disponibles anualmente.
En paralelo, se sitúa la demanda urbana, industrial y de regadío, que alcanza un volumen total de 5.661 hectómetros cúbicos, por lo que se aprecia un ligero déficit paliado en parte con las desaladoras y la reutilización,
Para conocer si se camina hacia una sequía hidrológica hay que conocer el dato del volumen de agua almacenada. En el conjunto de las cuencas andaluzas la capacidad de cumulación es de 10.101 hectómetros cúbicos, y en estos momentos hay embalsados 6.682, es decir un 66 por ciento.
Comparativamente con abril de 2004, la situación un año atrás era de 8.401 hectómetros cúbicos, un 83 por ciento del total. De ello se deduce que en doce meses se ha perdido un 20 por ciento de agua embalsada en el conjunto de la Comunidad autónoma.
La opinión de los expertos es que no se padece aún una sequía hidrológica propiamente dicha, al disponerse de dos tercios de la capacidad de regulación del conjunto del agua disponible (embalses, acuíferos, pozos y retornos), de lo que se desprende que se puede dar respuesta a las necesidades de los usuarios aunque se sucedan dos años de falta de lluvias.
Con fuerza
En todo caso, puntualizan los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua, también depende de cómo caiga la lluvia, ya que debe ser de forma prolongada para que se produzcan escorrentías y el agua llegue a los embalses.
Abundando en lo que sería un escenario de futuro a dos o tres años vista, se debe tener en cuenta igualmente que para entonces estarían operativas las nuevas infraestructuras actualmente en construcción en la cuenca del Guadalquivir, las presas de Arenoso, Melonares, quedando para más tarde Breña II, así como una serie de desaladoras en municipios costeros. De esta forma, el incremento de la capacidad de regulación por año pasaría con las nuevas presas de los actuales 3.304 hectómetros cúbicos a 3.789.
Ayudas
Y en cuanto a la sequía agrícola, que se da cuando no hay suficiente agua para que puedan crecer los cultivos, la realidad es que también se está produciendo, de ahí la necesidad de que se faciliten ayudas a los agricultores para compensar las pérdidas derivadas de la falta de riego.
En estos momentos se está al cincuenta por ciento de las precipitaciones normales, lo que está incidiendo negativamente en los cultivos de secano. A este problema se han unido este año además las sucesivas heladas.
Esa es la apreciación, en clave optimista, de la Agencia Andaluza del Agua, un organismo de reciente creación adscrito a la Consejería de Medio Ambiente, tras haber asumido en la presente legislatura las competencias de las políticas del agua, en base a los datos que obran en su poder, y a los que ha tenido acceso este periódico.
Este departamento distingue tres tipos de sequía. La meteorológica, en función de los niveles de precipitación; la hidrológica, que mide los niveles de agua en los embalses, y la sequía agrícola, vinculada al agua disponible para los cultivos.
Pocas precipitaciones
En relación con la primera, la meteorológica, se puede decir que Andalucía se encuentra en la actualidad inmersa en este tipo de sequía, debido a que en la mayor parte del territorio las precipitaciones han estado en lo que va de año muy por debajo de la media.
Por lo que respecta a la sequía hidráulica, se sabe que en Andalucía se genera de media un aprovechamiento de 12.212 hectómetros cúbicos procedente de lluvia, y en función de unas tablas estadísticas los embalses pueden regular cada año para los diferentes usos 3.304 hectómetros cúbicos, que unidos a otros aportes como la extracción de los acuíferos dan una cifra total de 5.426 hectómetros cúbicos disponibles anualmente.
En paralelo, se sitúa la demanda urbana, industrial y de regadío, que alcanza un volumen total de 5.661 hectómetros cúbicos, por lo que se aprecia un ligero déficit paliado en parte con las desaladoras y la reutilización,
Para conocer si se camina hacia una sequía hidrológica hay que conocer el dato del volumen de agua almacenada. En el conjunto de las cuencas andaluzas la capacidad de cumulación es de 10.101 hectómetros cúbicos, y en estos momentos hay embalsados 6.682, es decir un 66 por ciento.
Comparativamente con abril de 2004, la situación un año atrás era de 8.401 hectómetros cúbicos, un 83 por ciento del total. De ello se deduce que en doce meses se ha perdido un 20 por ciento de agua embalsada en el conjunto de la Comunidad autónoma.
La opinión de los expertos es que no se padece aún una sequía hidrológica propiamente dicha, al disponerse de dos tercios de la capacidad de regulación del conjunto del agua disponible (embalses, acuíferos, pozos y retornos), de lo que se desprende que se puede dar respuesta a las necesidades de los usuarios aunque se sucedan dos años de falta de lluvias.
Con fuerza
En todo caso, puntualizan los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua, también depende de cómo caiga la lluvia, ya que debe ser de forma prolongada para que se produzcan escorrentías y el agua llegue a los embalses.
Abundando en lo que sería un escenario de futuro a dos o tres años vista, se debe tener en cuenta igualmente que para entonces estarían operativas las nuevas infraestructuras actualmente en construcción en la cuenca del Guadalquivir, las presas de Arenoso, Melonares, quedando para más tarde Breña II, así como una serie de desaladoras en municipios costeros. De esta forma, el incremento de la capacidad de regulación por año pasaría con las nuevas presas de los actuales 3.304 hectómetros cúbicos a 3.789.
Ayudas
Y en cuanto a la sequía agrícola, que se da cuando no hay suficiente agua para que puedan crecer los cultivos, la realidad es que también se está produciendo, de ahí la necesidad de que se faciliten ayudas a los agricultores para compensar las pérdidas derivadas de la falta de riego.
En estos momentos se está al cincuenta por ciento de las precipitaciones normales, lo que está incidiendo negativamente en los cultivos de secano. A este problema se han unido este año además las sucesivas heladas.