Narbona llama a los ciudadanos a ahorrar agua tras el invierno más seco en 60 años
Sáb, 30/04/2005
Según un informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Meteorología, al menos desde 1947 no llovía tan poco entre los meses de noviembre y marzo
MADRID. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, insistió ayer en que el abastecimiento de agua está garantizado a pesar de la ausencia de precipitaciones que se registra desde hace varios meses. También hizo un llamamiento a todos los ciudadanos para que hagan un uso eficiente del agua ante una situación que definió como de «extrema sequía». Narbona realizó estas declaraciones a Efe tras conocer el informe del Instituto Nacional de Meteorología, que ayer aseguró que el último invierno ha sido el más seco desde al menos hace sesenta años.
La ministra reconoció que la situación es «muy severa», aunque recordó que Medio Ambiente lleva varios meses planteándose medidas específicas para paliar situaciones de sequía y también impulsando la ejecución de obras de emergencia. Narbona señaló en este sentido que el Ministerio ha aprobado durante los últimos meses obras de emergencia por un importe que supera los cien millones de euros en Murcia, Andalucía, Ceuta y Melilla, y explicó que su departamento estudia en la actualidad actuaciones urgentes en Aragón.
Tendencia desfavorable
«El Gobierno no ha esperado a que los datos fueran los que se han conocido», dijo la ministra, quien reconoció que la tendencia era desfavorable desde el inicio del año hidrológico en septiembre y mostró confianza en que la primavera termine con lluvias que permitan recuperar reservas.
Precisamente ayer, el Instituto Nacional de Meteorología advirtió de la escasez de precipitaciones en otoño e invierno y definió la situación actual como de «extrema sequía». Además, según dicho organismo, el periodo de cinco meses comprendido entre noviembre y marzo se puede considerar el más seco al menos desde 1947, año en que se comenzó a recopilar el volumen de precipitaciones obtenidas de los datos de la red pluviométrica.
El año hidrológico, que comienza el 1 de septiembre, se sigue caracterizando una vez entrada la primavera por el acusado déficit de precipitaciones en la mayor parte del territorio nacional. Esa escasez se ha incrementado de forma considerable a lo largo del invierno.
Los datos del Instituto Nacional de Meteorología apuntan que a fecha 31 de marzo el volumen total de agua acumulado por las precipitaciones registradas en las cuencas peninsulares en los últimos siete meses supone un 37 por ciento menos que la media habitual para esas fechas.
MADRID. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, insistió ayer en que el abastecimiento de agua está garantizado a pesar de la ausencia de precipitaciones que se registra desde hace varios meses. También hizo un llamamiento a todos los ciudadanos para que hagan un uso eficiente del agua ante una situación que definió como de «extrema sequía». Narbona realizó estas declaraciones a Efe tras conocer el informe del Instituto Nacional de Meteorología, que ayer aseguró que el último invierno ha sido el más seco desde al menos hace sesenta años.
La ministra reconoció que la situación es «muy severa», aunque recordó que Medio Ambiente lleva varios meses planteándose medidas específicas para paliar situaciones de sequía y también impulsando la ejecución de obras de emergencia. Narbona señaló en este sentido que el Ministerio ha aprobado durante los últimos meses obras de emergencia por un importe que supera los cien millones de euros en Murcia, Andalucía, Ceuta y Melilla, y explicó que su departamento estudia en la actualidad actuaciones urgentes en Aragón.
Tendencia desfavorable
«El Gobierno no ha esperado a que los datos fueran los que se han conocido», dijo la ministra, quien reconoció que la tendencia era desfavorable desde el inicio del año hidrológico en septiembre y mostró confianza en que la primavera termine con lluvias que permitan recuperar reservas.
Precisamente ayer, el Instituto Nacional de Meteorología advirtió de la escasez de precipitaciones en otoño e invierno y definió la situación actual como de «extrema sequía». Además, según dicho organismo, el periodo de cinco meses comprendido entre noviembre y marzo se puede considerar el más seco al menos desde 1947, año en que se comenzó a recopilar el volumen de precipitaciones obtenidas de los datos de la red pluviométrica.
El año hidrológico, que comienza el 1 de septiembre, se sigue caracterizando una vez entrada la primavera por el acusado déficit de precipitaciones en la mayor parte del territorio nacional. Esa escasez se ha incrementado de forma considerable a lo largo del invierno.
Los datos del Instituto Nacional de Meteorología apuntan que a fecha 31 de marzo el volumen total de agua acumulado por las precipitaciones registradas en las cuencas peninsulares en los últimos siete meses supone un 37 por ciento menos que la media habitual para esas fechas.