COMUNIDAD VALENCIANA .- Acuamed anuncia que las obras del Acueducto Tajo-Segura y desaladora de Águilas podrían comenzar a inicios del 2006
Vie, 29/04/2005
El director general de Acuamed, Adrián Baltanás, anunció hoy, en la reunión de la Comisión de Seguimiento de las actuaciones de esta entidad en la Cuenca del Segura, que "para finales de año, se licitarán las obras de desalación en el Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura y en la desaladora de Águilas" y añadió que "las obras podrían iniciarse en el primer trimestre de 2006 y en el plazo de dos años, se estaría en condiciones de contar con esos nuevos recursos".
En esta misma línea de referencia, Baltanás también resaltó que "todas las actuaciones restantes son más complejas de desarrollar" pero aseguró que "Acuamed está trabajando y cumpliendo en la redacción de esos proyectos, que afectan a toda la comunidad murciana y que avanzan satisfactoriamente".
En este tercer encuentro que la Comisión mantiene con la Comunidad Autónoma, a través de la consejería de Agricultura y Agua, también se hizo un repaso de las "principales actuaciones de desalación, desalobradoras y mejora de regadíos, entre otros", indicó el director general del Agua, Miguel Ángel Ródenas.
Baltanás destacó la necesidad, mediante estas reuniones "periódicas", de "poner a disposición de la sociedad murciana recursos garantizados, de buena calidad y accesibles económicamente".
En opinión de Ródenas, "la Comunidad Autónoma tiene claro que todo lo que sea traer agua barata y en condiciones a Murcia, además de trabajar por mejorar la calidad hídrica y disponibilidad de recursos, está dispuesta a hacerlo".
CONVENIO ACUAMED Y EL GOBIERNO REGIONAL
Durante esta reunión, Baltanás también anunció la propuesta, desde el ministerio, de firmar un convenio, "similar al que se está trabajando, desde hace unos meses con la Generalitat Valenciana, para el desarrollo y coordinación de las actuaciones de Acuamed y el Gobierno de la Región de Murcia".
Baltanás explicó que su ámbito se centrará en las actuaciones de "modernización de regadíos, ya que se está trabajando en la agricultura tradicional; la reutilización de aguas residuales, en donde se está trabajando cada uno en su ámbitos de forma convergente; en proyectos de restauración ambiental y en el campo de la desalación".
El objetivo de este protocolo o convenio, en opinión de Baltanás, es el de "proporcionar información mutua y recíproca; conformidad de cada parte con las actuaciones de la otra parte, tomadas en el ámbito de la planificaciones respectivas y el apoyo mutuo en las tramitaciones administrativas".
POLÉMICA EN TORNO AL PROGRAMA AGUA Y TRASVASE DEL EBRO
Baltanás calificó de "postura ilegítima" el hecho de que el Gobierno de Murcia "considere que la única solución definitiva para solucionar el problema del agua es el trasvase".
"El ministerio considera que esto no es así ya que el trasvase es inviable, sobre todo desde el punto de vista económico por los precios inviables del agua, desde el punto de vista ambiental y por toda la conflictividad social que ello acarrea", indicó Baltanás.
Al mismo tiempo, Baltanás argumentó que "los problemas que puedan surgir del Programa Agua no se pueden comparar con la conflictividad que supone el proyecto del trasvase".
Baltanás recordó que "se está hablando de la primera fase, que requiere de las actuaciones más urgentes y positivas, y que son totalmente independientes de la primera" al tiempo que añadió que "permitirán dar una solución total al problema del agua".
La postura de Ródenas se acercó más al desacuerdo con este Programa del Agua al afirmar que "se queda corto y solo resuelve una parte del problema, pero no todo; ya que porque sea legítimo, no quiere decir que resuelva los problemas de la Región".
Ródenas explicó que las demandas de la Cuenca del Segura "son de 2.000 hectómetros cúbicos y los recursos que se tienen, no llegan a 800; en este momento, el río Segura, que es el de principal suministro de la Región, no llega a 320 hectómetros cúbicos, con lo cual, la demanda supera los 1.000 hectómetros cúbicos".
Igualmente, Ródenas afirmó que la Comunidad Autónoma "cree en el trasvase del Ebro y en su viabilidad técnica, económica y medioambiental" al tiempo que argumentó que "la principal dificultad es política ya que hay unos grupos en Cataluña, que a cambio de apoyar al Gobierno socialista, exigen la anulación del trasvase".
Sin embargo, Baltanás recordó que la derogación del trasvase del Ebro "es algo que ya se contempló en el programa electoral del PSOE" e incidió en su "inviabilidad ya que para que llegue agua del Ebro a Murcia, hay que elevarla 900 metros, más que la presión que hay que darle a una desaladora para que el agua pase a través de unas membranas, que son unos 650 metros".
Baltanás también hizo referencia al consumo de energía, argumentando que "si se apuesta por el trasvase, el consumo será mayor que el que se necesita que pase por las membranas"; además de resaltar que "la inversión, por cada hectómetro cúbico de agua al año que hay que hacer, a través del trasvase, es de 5 ó 6 millones de euros; mientras que en una desaladora, es de 2 ó 3 millones de euros, con lo que el agua del trasvase en Murcia es mucho más cara que el agua de la desalación".
Ródenas contestó a Baltanás replicando que "no se va a entrar en cifras, aunque creo que se podría justificar" y señalando la firme propuesta de "trabajar en una línea común, que es lo más importante en este momento".
PRIMERA FASE DEL PROYECTO: 205 HECTÓMETROS CÚBICOS
Baltanás describió que en la primera fase de este proyecto "se están poniendo en marcha diferentes propuestas, abarcando unos 205 hectómetros cúbicos en total".
En primer lugar, se encuentra la planta del sindicato con 60 hectómetros cúbicos; en la planta de Águilas se tienen de 25 a 30 hectómetros cúbicos; 30 en la planta desalobradora que se haga en la Vega Baja, Alicante; 5 hectómetros cúbicos más la ampliación de la desaladora de El Mojón; 45 hectómetros cúbicos de las dos plantas del Taibilla, y por último, Valdelentisco, de 35 hectómetros cúbicos.
Baltanás anunció que se está estudiando el tema de los recursos del altiplano argumentando que la "única solución es de sustitución o permuta de unos recursos o por otros" y añadió que la idea es "utilizar los recursos que actualmente se generan en la parte alta de la Cuenca en el altiplano, y no en la costa".
De este modo, Baltanás señaló que "los recursos más interesantes a usar por los usuarios son los de la desalobración, por resultar menos costosos para la agricultura del altiplano, que tiene menos capacidad adquisitiva que la agricultura del litoral".
En esta misma línea de referencia, Baltanás también resaltó que "todas las actuaciones restantes son más complejas de desarrollar" pero aseguró que "Acuamed está trabajando y cumpliendo en la redacción de esos proyectos, que afectan a toda la comunidad murciana y que avanzan satisfactoriamente".
En este tercer encuentro que la Comisión mantiene con la Comunidad Autónoma, a través de la consejería de Agricultura y Agua, también se hizo un repaso de las "principales actuaciones de desalación, desalobradoras y mejora de regadíos, entre otros", indicó el director general del Agua, Miguel Ángel Ródenas.
Baltanás destacó la necesidad, mediante estas reuniones "periódicas", de "poner a disposición de la sociedad murciana recursos garantizados, de buena calidad y accesibles económicamente".
En opinión de Ródenas, "la Comunidad Autónoma tiene claro que todo lo que sea traer agua barata y en condiciones a Murcia, además de trabajar por mejorar la calidad hídrica y disponibilidad de recursos, está dispuesta a hacerlo".
CONVENIO ACUAMED Y EL GOBIERNO REGIONAL
Durante esta reunión, Baltanás también anunció la propuesta, desde el ministerio, de firmar un convenio, "similar al que se está trabajando, desde hace unos meses con la Generalitat Valenciana, para el desarrollo y coordinación de las actuaciones de Acuamed y el Gobierno de la Región de Murcia".
Baltanás explicó que su ámbito se centrará en las actuaciones de "modernización de regadíos, ya que se está trabajando en la agricultura tradicional; la reutilización de aguas residuales, en donde se está trabajando cada uno en su ámbitos de forma convergente; en proyectos de restauración ambiental y en el campo de la desalación".
El objetivo de este protocolo o convenio, en opinión de Baltanás, es el de "proporcionar información mutua y recíproca; conformidad de cada parte con las actuaciones de la otra parte, tomadas en el ámbito de la planificaciones respectivas y el apoyo mutuo en las tramitaciones administrativas".
POLÉMICA EN TORNO AL PROGRAMA AGUA Y TRASVASE DEL EBRO
Baltanás calificó de "postura ilegítima" el hecho de que el Gobierno de Murcia "considere que la única solución definitiva para solucionar el problema del agua es el trasvase".
"El ministerio considera que esto no es así ya que el trasvase es inviable, sobre todo desde el punto de vista económico por los precios inviables del agua, desde el punto de vista ambiental y por toda la conflictividad social que ello acarrea", indicó Baltanás.
Al mismo tiempo, Baltanás argumentó que "los problemas que puedan surgir del Programa Agua no se pueden comparar con la conflictividad que supone el proyecto del trasvase".
Baltanás recordó que "se está hablando de la primera fase, que requiere de las actuaciones más urgentes y positivas, y que son totalmente independientes de la primera" al tiempo que añadió que "permitirán dar una solución total al problema del agua".
La postura de Ródenas se acercó más al desacuerdo con este Programa del Agua al afirmar que "se queda corto y solo resuelve una parte del problema, pero no todo; ya que porque sea legítimo, no quiere decir que resuelva los problemas de la Región".
Ródenas explicó que las demandas de la Cuenca del Segura "son de 2.000 hectómetros cúbicos y los recursos que se tienen, no llegan a 800; en este momento, el río Segura, que es el de principal suministro de la Región, no llega a 320 hectómetros cúbicos, con lo cual, la demanda supera los 1.000 hectómetros cúbicos".
Igualmente, Ródenas afirmó que la Comunidad Autónoma "cree en el trasvase del Ebro y en su viabilidad técnica, económica y medioambiental" al tiempo que argumentó que "la principal dificultad es política ya que hay unos grupos en Cataluña, que a cambio de apoyar al Gobierno socialista, exigen la anulación del trasvase".
Sin embargo, Baltanás recordó que la derogación del trasvase del Ebro "es algo que ya se contempló en el programa electoral del PSOE" e incidió en su "inviabilidad ya que para que llegue agua del Ebro a Murcia, hay que elevarla 900 metros, más que la presión que hay que darle a una desaladora para que el agua pase a través de unas membranas, que son unos 650 metros".
Baltanás también hizo referencia al consumo de energía, argumentando que "si se apuesta por el trasvase, el consumo será mayor que el que se necesita que pase por las membranas"; además de resaltar que "la inversión, por cada hectómetro cúbico de agua al año que hay que hacer, a través del trasvase, es de 5 ó 6 millones de euros; mientras que en una desaladora, es de 2 ó 3 millones de euros, con lo que el agua del trasvase en Murcia es mucho más cara que el agua de la desalación".
Ródenas contestó a Baltanás replicando que "no se va a entrar en cifras, aunque creo que se podría justificar" y señalando la firme propuesta de "trabajar en una línea común, que es lo más importante en este momento".
PRIMERA FASE DEL PROYECTO: 205 HECTÓMETROS CÚBICOS
Baltanás describió que en la primera fase de este proyecto "se están poniendo en marcha diferentes propuestas, abarcando unos 205 hectómetros cúbicos en total".
En primer lugar, se encuentra la planta del sindicato con 60 hectómetros cúbicos; en la planta de Águilas se tienen de 25 a 30 hectómetros cúbicos; 30 en la planta desalobradora que se haga en la Vega Baja, Alicante; 5 hectómetros cúbicos más la ampliación de la desaladora de El Mojón; 45 hectómetros cúbicos de las dos plantas del Taibilla, y por último, Valdelentisco, de 35 hectómetros cúbicos.
Baltanás anunció que se está estudiando el tema de los recursos del altiplano argumentando que la "única solución es de sustitución o permuta de unos recursos o por otros" y añadió que la idea es "utilizar los recursos que actualmente se generan en la parte alta de la Cuenca en el altiplano, y no en la costa".
De este modo, Baltanás señaló que "los recursos más interesantes a usar por los usuarios son los de la desalobración, por resultar menos costosos para la agricultura del altiplano, que tiene menos capacidad adquisitiva que la agricultura del litoral".