El estudio sobre recursos hídricos de Dénia presentado ayer en el ayuntamiento le ha venido como agua de mayo al Ministerio de Medio Ambiente y a su programa AGUA, que prevé la construcción de una desaladora en la capital de la Marina Alta. El diagnóstico sobre el estado de los acuíferos deja conclusiones preocupantes, pues constata el grave deterioro de la calidad de los recursos hídricos naturales. Aunque el tratamiento aplicado desde las potabilizadoras permite «transformar un agua bruta de mala calidad en un abastecimiento excelente», según dijo el representante de Aguas de Dénia, Santos Ortiz, la necesidad de conjugar las necesidades de agua potable con el mantenimiento de los acuíferos desde el punto de vista medioambiental sugiere la búsqueda de otras soluciones: ahorro hídrico, desalación y reutilización.
A pesar de los resultados preocupantes que arroja el informe, el concejal de Aguas, Juan Collado, aseguró que la potabilidad del agua en el abastecimiento para este próximo verano «está garantizada», gracias a la entrada en funcionamiento del cuarto bastidor de la potabilizadora de Racons, que permitirá ampliar su producción de 15.000 a 21.000 metros cúbicos diarios.
El análisis fue presentado ayer por el edil de Aguas, la sociedad municipal Aguas de Dénia, S.A., y la empresa que ha elaborado el informe, Evren. Además de ofrecer los datos del estudio, en el acto de ayer se hicieron públicas las propuestas de actuación para la mejora del sistema hídrico y del abastecimiento, que son, en concreto, tres: la construcción de una desaladora, la reutilización para el riego del agua de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y la mejora de la red para evitar fugas. La construcción de una desaladora tiene la ventaja, según señaló Juan Collado, de que «garantiza cantidad y calidad» y, al mismo tiempo, «facilita la recuperación de los acuíferos».
También Santos Ortiz defendió la conveniencia de construcción de una desaladora que, aseguró, «se puede hacer de una manera ambientalmente correcta». Con ella, añadió, «se consigue una garantía de suministro y permitiría regenerar todo el sistema de recursos hídricos, lo que también iría en beneficio del Marjal de Pego-Oliva». La segunda de las propuestas consiste en incorporar a la depuradora que Dénia comparte con Pedreguer y Ondara un tratamiento terciario para aumentar la calidad del agua y adaptarla a las necesidades de la agricultura.
De esta manera también se paliaría la sobreexplotación de los recursos existentes y, mediante su uso para el riego, se recargarían los acuíferos. Con ello, se podrían destinar a uso agrario en término de Dénia casi 3 hectómetros cúbicos de agua depurada al año.