Regantes de Jerez dicen que hay agua para dos años más
Dom, 03/07/2005
a. e.
jerez. Sólo en caso de sequía extrema y prolongada por espacio de más de dos años habría que temer restricciones de agua en la zona de Jerez, no ya para el consumo humano, sino para el abastecimiento a los cultivos de la zona regable. Así lo asegura al menos el presidente de la junta de riegos del Guadalcacín, Pablo Ruiz Carmona, quien recuerda que, durante años, la provincia fue la cenicienta del país con frecuentes cortes en el abastecimiento urbano durante la temporada de verano, cuanto más para los regadíos.
Pero la construcción del embalse del Guadalcacín –un mar de agua potable con 800 hectómetros cúbicos de capacidad– y el trasvase Guadiaro-Majaceite vinieron a paliar la escasez de reservas y los graves problemas de disponibilidad de agua que afectaban a la provincia, y no necesariamente en los años de sequía.
Prueba de ello, señalan desde la comunidad de regantes, es que en el presente año hidrológico aún no se ha abierto la compuerta del Campo de Gibraltar para facilitar el trasvase de agua desde el río Guadiaro al pantano de Los Hurones, aunque hay que tener en cuenta que por ley sólo se autoriza la operación cuando el río lleva un caudal mínimo de seis metros cúbicos por segundo, que tampoco es fácil en un año tan seco.
Claro que también influye el nivel de reservas que mantenía la red de embalses de la cuenca del Guadalete al comienzo del año agrícola, cuando aún rebasaban el 70 por ciento de su capacidad, si bien en los últimos meses se ha registrado un pronunciado descenso en el volumen de agua acumulada por los pantanos, que no obstante presentan aún una ocupación del 58 por ciento.
El problema de la falta de agua se ha trasladado a otras zonas y ahora los municipios de la denominada Zona Gaditana, en la que se integra Jerez, observan cómo las restricciones afectan a otras poblaciones, algunas aún cercanas, pues en las últimas semanas ya se han registrado cortes de agua por la sequía en varias ciudades de la Sierra de Cádiz.
En estos días, mientras en gran parte de España se preparan para las restricciones, en la comarca jerezana se aprecian los sistemas de riegos a pleno rendimiento para completar la campaña de la remolacha –que culminará a mediados de agosto– o de la zanahoria –ya casi finalizada–, así como para acompañar la evolución de otros cultivos, caso del algodón. La demanda está satisfecha, señala la comunidad de regantes: salvo sequía extrema y prolongada, hay agua garantizada para al menos dos años más .
jerez. Sólo en caso de sequía extrema y prolongada por espacio de más de dos años habría que temer restricciones de agua en la zona de Jerez, no ya para el consumo humano, sino para el abastecimiento a los cultivos de la zona regable. Así lo asegura al menos el presidente de la junta de riegos del Guadalcacín, Pablo Ruiz Carmona, quien recuerda que, durante años, la provincia fue la cenicienta del país con frecuentes cortes en el abastecimiento urbano durante la temporada de verano, cuanto más para los regadíos.
Pero la construcción del embalse del Guadalcacín –un mar de agua potable con 800 hectómetros cúbicos de capacidad– y el trasvase Guadiaro-Majaceite vinieron a paliar la escasez de reservas y los graves problemas de disponibilidad de agua que afectaban a la provincia, y no necesariamente en los años de sequía.
Prueba de ello, señalan desde la comunidad de regantes, es que en el presente año hidrológico aún no se ha abierto la compuerta del Campo de Gibraltar para facilitar el trasvase de agua desde el río Guadiaro al pantano de Los Hurones, aunque hay que tener en cuenta que por ley sólo se autoriza la operación cuando el río lleva un caudal mínimo de seis metros cúbicos por segundo, que tampoco es fácil en un año tan seco.
Claro que también influye el nivel de reservas que mantenía la red de embalses de la cuenca del Guadalete al comienzo del año agrícola, cuando aún rebasaban el 70 por ciento de su capacidad, si bien en los últimos meses se ha registrado un pronunciado descenso en el volumen de agua acumulada por los pantanos, que no obstante presentan aún una ocupación del 58 por ciento.
El problema de la falta de agua se ha trasladado a otras zonas y ahora los municipios de la denominada Zona Gaditana, en la que se integra Jerez, observan cómo las restricciones afectan a otras poblaciones, algunas aún cercanas, pues en las últimas semanas ya se han registrado cortes de agua por la sequía en varias ciudades de la Sierra de Cádiz.
En estos días, mientras en gran parte de España se preparan para las restricciones, en la comarca jerezana se aprecian los sistemas de riegos a pleno rendimiento para completar la campaña de la remolacha –que culminará a mediados de agosto– o de la zanahoria –ya casi finalizada–, así como para acompañar la evolución de otros cultivos, caso del algodón. La demanda está satisfecha, señala la comunidad de regantes: salvo sequía extrema y prolongada, hay agua garantizada para al menos dos años más .