El Ministerio calcula que el año que viene habrá menos agua de la cabecera del Tajo para regar
Lun, 11/07/2005
La Comisión de Explotación prevé que los cultivos murcianos sólo recibirán 148 hectómetros, frente a los 270 de los últimos doce meses M. BUITRAGO/MURCIA A LA ESPERA. Tramo del río Mundo donde podría construirse el túnel Talave-Cenajo. / JUAN LEAL
El Ministerio de Medio Ambiente trabaja con una hipótesis poco satisfactoria para los regantes murcianos y alicantinos a la hora de distribuir las reservas de la cabecera del Tajo durante el próximo año hidrológico: estos dispondrán de unos 148 hectómetros cúbicos, por debajo de los 266 que han recibido en el presente ejercicio (faltan por llegar los 35 hectómetros en destino del último desembalse autorizado).
El Sindicato Central de Regantes conoció este informe la semana pasada, cuando la Comisión se reunió para explicar los cálculos que había efectuado para justificar el envío que aprobó el Consejo de Ministros y que ha provocado que los regantes se echen a la calle, con la manifestación prevista para este jueves. El presidente del Sindicato, Francisco del Amor se ha limitado a comentar que analizarán una situación que se presenta «negra», aunque confía en que la recuperación de la cabecera del Tajo sea mayor a la estimada, como viene sucediendo históricamente después de un año muy seco. ¿Por qué habría menos desembalses para regar el próximo año, a pesar de que se esperan mayores aportaciones? Según la Comisión, porque el punto de partida en la cabecera del Tajo se encontrará el 1 de octubre en unos niveles muy bajos.
Previsiones
El Ministerio de Medio Ambiente parte de la hipótesis de que, con el 90% de probabilidades, en los pantanos de la cabecera del Tajo entre el próximo año hidrológico unos 670 hectómetros. Una cifra superior a la de los últimos doce meses, que se estima en 359 hectómetros, el nivel más bajo desde el año 1912. El objetivo de la Comisión es tratar de demostrar que si se hubiera accedido a la petición total de los regantes de 120 hectómetros cúbicos, los remanentes para el próximo año habría sido apenas de dos hectómetros, una vez asegurados el resto de usos que tienen prioridad sobre los cultivos de la cuenca del Segura.
Los técnicos del Ministerio han pronosticado que el régimen de aportaciones va a la baja, ya que la media de los últimos 25 años se sitúa en los 804 hectómetros cúbicos anuales. Es decir, una reducción de casi un tercio sobre la media global del periodo 1912-2004.
Su conclusión final es que el desembalse de 82 hectómetros que ha desatado la protesta de los regantes «es la más adecuada, ya que permite asegurar la satisfacción de las necesidades de abastecimientos y de Las Tablas de Daimiel», y siempre que entren aportaciones por encima de los 522 hectómetros (se espera alcanzar los 670).
El Ministerio de Medio Ambiente trabaja con una hipótesis poco satisfactoria para los regantes murcianos y alicantinos a la hora de distribuir las reservas de la cabecera del Tajo durante el próximo año hidrológico: estos dispondrán de unos 148 hectómetros cúbicos, por debajo de los 266 que han recibido en el presente ejercicio (faltan por llegar los 35 hectómetros en destino del último desembalse autorizado).
El Sindicato Central de Regantes conoció este informe la semana pasada, cuando la Comisión se reunió para explicar los cálculos que había efectuado para justificar el envío que aprobó el Consejo de Ministros y que ha provocado que los regantes se echen a la calle, con la manifestación prevista para este jueves. El presidente del Sindicato, Francisco del Amor se ha limitado a comentar que analizarán una situación que se presenta «negra», aunque confía en que la recuperación de la cabecera del Tajo sea mayor a la estimada, como viene sucediendo históricamente después de un año muy seco. ¿Por qué habría menos desembalses para regar el próximo año, a pesar de que se esperan mayores aportaciones? Según la Comisión, porque el punto de partida en la cabecera del Tajo se encontrará el 1 de octubre en unos niveles muy bajos.
Previsiones
El Ministerio de Medio Ambiente parte de la hipótesis de que, con el 90% de probabilidades, en los pantanos de la cabecera del Tajo entre el próximo año hidrológico unos 670 hectómetros. Una cifra superior a la de los últimos doce meses, que se estima en 359 hectómetros, el nivel más bajo desde el año 1912. El objetivo de la Comisión es tratar de demostrar que si se hubiera accedido a la petición total de los regantes de 120 hectómetros cúbicos, los remanentes para el próximo año habría sido apenas de dos hectómetros, una vez asegurados el resto de usos que tienen prioridad sobre los cultivos de la cuenca del Segura.
Los técnicos del Ministerio han pronosticado que el régimen de aportaciones va a la baja, ya que la media de los últimos 25 años se sitúa en los 804 hectómetros cúbicos anuales. Es decir, una reducción de casi un tercio sobre la media global del periodo 1912-2004.
Su conclusión final es que el desembalse de 82 hectómetros que ha desatado la protesta de los regantes «es la más adecuada, ya que permite asegurar la satisfacción de las necesidades de abastecimientos y de Las Tablas de Daimiel», y siempre que entren aportaciones por encima de los 522 hectómetros (se espera alcanzar los 670).