Miguel Torres, jefe de Calidad del Agua: El trasvase y la desalación son complementarios, no excluyentes
Mar, 05/07/2005
Mientras las reservas de agua en nuestro país han descendido un 1,3% esta semana, el sempiterno debate que enfrenta a partidarios del trasvase y defensores de la desalación sigue abierto. Como ha denunciado Miguel Torres, Jefe del Área de Calidad de Aguas-Cedex del Ministerio de Medio Ambiente, la problemática del agua se ha politizado.
Según ha manifestado Torres en el curso "El agua y el medioambiente en España", organizado por la Fundación Rey Juan Carlos, en Aranjuez, se ha llegado a una simplificación de esta cuestión que alinea al PSOE con la desalinización y al PP con el trasvase. "Yo, como técnico, me niego a esta simplificación. Ambos procedimientos son complementarios. Pero los políticos se mueven por intereses".
Según su opinión, lo óptimo, a nivel técnico, sería, por un lado, promover el trasvase desde el Ebro hasta el Júcar y, por otra, cubrir el resto de las necesidades con la creación de desaladoras. Sin embargo, a precisado, "esto es desde el punto de vista de los costes. Otra cosa son las cuestiones medioambientales".
En este sentido ha llamado la atención sobre la ambivalente postura política que el Partido Popular ha llevado a cabo en los últimos años. "En el Plan Hidrológico que elaboró el PP en la anterior legislatura, figuraba la creación de desaladoras. La ministra de Medio Ambiente en ese momento inauguró, junto al presidente de la Comunidad Valenciana, la desaladora de Alicante cantando sus excelencias". Torres añadió que, al pasar a la oposición, los populares "dicen que vamos a abrasar el Mar Mediterráneo".
Torres ha asegurado que los costes de la desalación son menores que los costes del trasvase y que, además, no tiene ningún tipo de efecto nocivo para el medioambiente, "como ya se ha demostrado, por ejemplo, con la desaladora de Baleares".
En esta línea, ha desmontado el mito de que la desalación incremente las emisiones de CO2. "Lo que puede contribuir al incremento del CO2 es el consumo de energía eléctrica que se necesita", no el proceso en sí. Actualmente, mediante la desalación se consiguen en España 600 hectómetros cúbicos al año de agua con un consumo eléctrico de 250 MW, lo que supone el 0,7% del total del consumo nacional".
Según su opinión, lo óptimo, a nivel técnico, sería, por un lado, promover el trasvase desde el Ebro hasta el Júcar y, por otra, cubrir el resto de las necesidades con la creación de desaladoras. Sin embargo, a precisado, "esto es desde el punto de vista de los costes. Otra cosa son las cuestiones medioambientales".
En este sentido ha llamado la atención sobre la ambivalente postura política que el Partido Popular ha llevado a cabo en los últimos años. "En el Plan Hidrológico que elaboró el PP en la anterior legislatura, figuraba la creación de desaladoras. La ministra de Medio Ambiente en ese momento inauguró, junto al presidente de la Comunidad Valenciana, la desaladora de Alicante cantando sus excelencias". Torres añadió que, al pasar a la oposición, los populares "dicen que vamos a abrasar el Mar Mediterráneo".
Torres ha asegurado que los costes de la desalación son menores que los costes del trasvase y que, además, no tiene ningún tipo de efecto nocivo para el medioambiente, "como ya se ha demostrado, por ejemplo, con la desaladora de Baleares".
En esta línea, ha desmontado el mito de que la desalación incremente las emisiones de CO2. "Lo que puede contribuir al incremento del CO2 es el consumo de energía eléctrica que se necesita", no el proceso en sí. Actualmente, mediante la desalación se consiguen en España 600 hectómetros cúbicos al año de agua con un consumo eléctrico de 250 MW, lo que supone el 0,7% del total del consumo nacional".