Cristina Narbona inaugura en la localidad almeriense de Carboneras la mayor planta desalinizadora de Europa
Vie, 15/07/2005
La desaladora ha comenzado a trabajar ya con 10.000 metros cúbicos diarios para el abastecimiento en levante y para garantizar el riego de Níjar
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Estrella Digital/ Agencias
Almería
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró ayer en Carboneras (Almería), la mayor planta desalinizadora de Europa destacando que ahorra el 80 por ciento de la energía que consume gracias a la tecnología que tiene incorporada. La ministra hizo hincapié en que "el actual gobierno apuesta claramente por la desalación de agua de mar", y destacó que la construcción fue iniciada por el ministro de Medio Ambiente anterior, Jaume Matas, que aunque no asistió fue invitado. A partír de agosto esta planta de desalinización podrá ofrecer riego para más de 7.000 hectáreas de campo en Níjar, aunque en el futuro se podrá optimizar la producción de agua. Por otro lado, la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, subrayó el gran paso de la ciudad andaluza para paliar el déficit hídrico histórico que mantenía.
Durante el acto de inauguración, Narbona hizo especial hincapié en
este aspecto ya que el Gobierno "apuesta claramente por la desalación
de agua de mar", puesto que se trata de un recurso "cuya utilización no genera ningún conflicto territorial, está siempre ahí y a través de las tecnologías actuales puede producir agua de magnífica calidad, para beber y para regar".
Destacó, así, el "empeño máximo" del Gobierno en cuanto a mejorar las tecnologías de la desalación, que ya han venido mejorando en los últimos años, porque su compromiso es "que siga reduciéndose el consumo de energía por metro cúbico de agua desalada".
Dicho consumo de energía "se ha reducido a la mitad en pocos años", según resaltó Narbona, pero añadió que "sabemos que se puede hacer más a partir de las tecnologías existentes". De hecho, dijo que "sabemos que se pueden y se deben incorporar cada vez más energías renovables en las plantas de desalación", por lo que anunció que "las siguientes plantas que solicitaremos dentro del programa "AGUA" tendrán una determinada exigencia en ese sentido".
El Ministerio de Medio Ambiente está recogiendo una serie de proyectos de desalación que contemplan una mayor eficiencia de las instalaciones. Cristina Narbona comentó que "hay proyectos muy interesantes que pueden permitir que se obtenga el agua desalada con energía eólica" visitando la Plataforma Solar de Tabernas, también en Almería, donde hay "plantas pilotos de desalinización de agua de mar con energía solar".
En este mismo sentido, subrayó que España "está a la cabeza del mundo gracias a sus empresas" en este sector, empresas que construyen plantas en Londres, Chile o Australia y, recientemente, una empresa española ha sido adjudicataria de un proyecto en la India. Por tanto, resaltó que "nuestras empresas tienen la capacidad y la solvencia para ser competitivas a escala internacional" y que el Gobierno las va a ayudar en esa penetración en mercados exteriores.
Respecto a la planta de Carboneras, la ministra quiso recordar que su construcción fue iniciada siendo ministro de Medio Ambiente Jaume Matas, a quien cursó invitación para asistir ayer a la inauguración oficial, aunque no pudo acudir hasta Almería. Narbona reiteró que
"esta es una obra construida durante los gobiernos del PP" y que la labor del actual Gobierno ha sido hacer "la tarea necesaria para que la planta pueda empezar a funcionar".
Su puesta en funcionamiento requería "más inversiones en las conducciones que permiten que de la planta llegue el agua hasta el lugar donde se tiene que utilizar", así como "la búsqueda de consensos con quienes van a utilizar el agua". "Planificación y gestión de la demanda tienen que ser los pasos previos antes de construir una obra", abundó.
Oferta de agua
Actualmente la planta de Carboneras puede ofrecer 10.000 metros cúbicos diarios de agua para completar el abastecimiento al levante almeriense -con 120.000 habitantes que en verano se elevan a 200.000- y, a partir de agosto, garantizará el riego para más de 7.000 hectáreas del campo de Níjar.
No obstante, según la ministra, "queda tarea por hacer" ya que se están alcanzando acuerdos en otras zonas de Almería de modo que se pueda optimizar la producción de agua de la planta.
Al respecto, recordó que la sociedad estatal Acuamed está intentando llegar a convenios con zonas como Tabernas y el Almanzora "para ir ampliando, además del campo de Níjar, otros ámbitos territoriales".
Durante la inauguración, el alcalde de Carboneras, Cristóbal Fernández, expresó su preocupación por el destino de la salmuera ya que en ese municipio hay una incipiente actividad de piscifactorías justo en la zona donde se encuentra la planta, a lo que Narbona respondió que "desde el principio" la instalación tenía una solución fácil en cuanto al regreso al mar de la salinidad contenida en el agua que se obtiene del mar.
Así, explicó que la solución técnica adecuada y correcta es "la mezcla con el agua de refrigeración de la central de Endesa -junto a la planta desaladora- que permite que se regrese al mar ese agua prácticamente en las mismas condiciones en que se obtuvo".
La inversión de esta desalinizadora ha sido financiada a través de la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Sur (Acusur), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, con el 25 por ciento del total; la aportación de fondos europeos del 50 por ciento y la de los usuarios, que alcanza el 25 por ciento restante.
La desalinizadora de Carboneras es una infraestructura estratégica para el levante almeriense, diseñada para producir hasta 42 hectómetros cúbicos anuales. Va a poder tratar un volumen de agua que llega hasta los 120.000 metros cúbicos al día totalmente garantizada y de excelente calidad, con la que se asegura, sin incertidumbres, el abastecimiento urbano y el desarrollo turístico de la zona, cualquiera que sea la situación meteorológica, generando empleo y riqueza en la agricultura.
Día histórico
Por su parte, la consejera de Medio Ambiente de la Junta, Fuensanta Coves, subrayó que "hoy es un día histórico para Almería" ya que "damos un paso de gigante para paliar el déficit hídrico histórico de la provincia".
Sin embargo, se mostró crítica con el hecho de que la desaladora haya estado paralizada durante "un tiempo demasiado grande", tiempo que "no hubiéramos perdido si la infraestructura se hubiera pensado de otra manera", en clara referencia a la gestión del anterior Gobierno del PP. En cualquier caso, Coves expresó su agradecimiento "a los que iniciaron la obra, que no son los que hoy la inauguramos".
Por último, el presidente de la Junta Central de Usuarios del Campo de Níjar, Antonio López, celebró la puesta en funcionamiento de la planta y se refirió al tema del precio del agua. Para el representante de los regantes, si bien el agua desalada es cara, "el agua que no tenemos es imposible de pagar", por lo que subrayó que "hay cuestiones que no admiten discusiones".
El acto finalizó con el espectáculo 'Imaginacua', una representación teatral que forma parte del programa AGUA y que pretende transmitir a los niños un mensaje de sensibilización sobre el uso del agua.
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La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró ayer en Carboneras (Almería), la mayor planta desalinizadora de Europa destacando que ahorra el 80 por ciento de la energía que consume gracias a la tecnología que tiene incorporada. La ministra hizo hincapié en que "el actual gobierno apuesta claramente por la desalación de agua de mar", y destacó que la construcción fue iniciada por el ministro de Medio Ambiente anterior, Jaume Matas, que aunque no asistió fue invitado. A partír de agosto esta planta de desalinización podrá ofrecer riego para más de 7.000 hectáreas de campo en Níjar, aunque en el futuro se podrá optimizar la producción de agua. Por otro lado, la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, subrayó el gran paso de la ciudad andaluza para paliar el déficit hídrico histórico que mantenía.
Durante el acto de inauguración, Narbona hizo especial hincapié en
este aspecto ya que el Gobierno "apuesta claramente por la desalación
de agua de mar", puesto que se trata de un recurso "cuya utilización no genera ningún conflicto territorial, está siempre ahí y a través de las tecnologías actuales puede producir agua de magnífica calidad, para beber y para regar".
Destacó, así, el "empeño máximo" del Gobierno en cuanto a mejorar las tecnologías de la desalación, que ya han venido mejorando en los últimos años, porque su compromiso es "que siga reduciéndose el consumo de energía por metro cúbico de agua desalada".
Dicho consumo de energía "se ha reducido a la mitad en pocos años", según resaltó Narbona, pero añadió que "sabemos que se puede hacer más a partir de las tecnologías existentes". De hecho, dijo que "sabemos que se pueden y se deben incorporar cada vez más energías renovables en las plantas de desalación", por lo que anunció que "las siguientes plantas que solicitaremos dentro del programa "AGUA" tendrán una determinada exigencia en ese sentido".
El Ministerio de Medio Ambiente está recogiendo una serie de proyectos de desalación que contemplan una mayor eficiencia de las instalaciones. Cristina Narbona comentó que "hay proyectos muy interesantes que pueden permitir que se obtenga el agua desalada con energía eólica" visitando la Plataforma Solar de Tabernas, también en Almería, donde hay "plantas pilotos de desalinización de agua de mar con energía solar".
En este mismo sentido, subrayó que España "está a la cabeza del mundo gracias a sus empresas" en este sector, empresas que construyen plantas en Londres, Chile o Australia y, recientemente, una empresa española ha sido adjudicataria de un proyecto en la India. Por tanto, resaltó que "nuestras empresas tienen la capacidad y la solvencia para ser competitivas a escala internacional" y que el Gobierno las va a ayudar en esa penetración en mercados exteriores.
Respecto a la planta de Carboneras, la ministra quiso recordar que su construcción fue iniciada siendo ministro de Medio Ambiente Jaume Matas, a quien cursó invitación para asistir ayer a la inauguración oficial, aunque no pudo acudir hasta Almería. Narbona reiteró que
"esta es una obra construida durante los gobiernos del PP" y que la labor del actual Gobierno ha sido hacer "la tarea necesaria para que la planta pueda empezar a funcionar".
Su puesta en funcionamiento requería "más inversiones en las conducciones que permiten que de la planta llegue el agua hasta el lugar donde se tiene que utilizar", así como "la búsqueda de consensos con quienes van a utilizar el agua". "Planificación y gestión de la demanda tienen que ser los pasos previos antes de construir una obra", abundó.
Oferta de agua
Actualmente la planta de Carboneras puede ofrecer 10.000 metros cúbicos diarios de agua para completar el abastecimiento al levante almeriense -con 120.000 habitantes que en verano se elevan a 200.000- y, a partir de agosto, garantizará el riego para más de 7.000 hectáreas del campo de Níjar.
No obstante, según la ministra, "queda tarea por hacer" ya que se están alcanzando acuerdos en otras zonas de Almería de modo que se pueda optimizar la producción de agua de la planta.
Al respecto, recordó que la sociedad estatal Acuamed está intentando llegar a convenios con zonas como Tabernas y el Almanzora "para ir ampliando, además del campo de Níjar, otros ámbitos territoriales".
Durante la inauguración, el alcalde de Carboneras, Cristóbal Fernández, expresó su preocupación por el destino de la salmuera ya que en ese municipio hay una incipiente actividad de piscifactorías justo en la zona donde se encuentra la planta, a lo que Narbona respondió que "desde el principio" la instalación tenía una solución fácil en cuanto al regreso al mar de la salinidad contenida en el agua que se obtiene del mar.
Así, explicó que la solución técnica adecuada y correcta es "la mezcla con el agua de refrigeración de la central de Endesa -junto a la planta desaladora- que permite que se regrese al mar ese agua prácticamente en las mismas condiciones en que se obtuvo".
La inversión de esta desalinizadora ha sido financiada a través de la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Sur (Acusur), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, con el 25 por ciento del total; la aportación de fondos europeos del 50 por ciento y la de los usuarios, que alcanza el 25 por ciento restante.
La desalinizadora de Carboneras es una infraestructura estratégica para el levante almeriense, diseñada para producir hasta 42 hectómetros cúbicos anuales. Va a poder tratar un volumen de agua que llega hasta los 120.000 metros cúbicos al día totalmente garantizada y de excelente calidad, con la que se asegura, sin incertidumbres, el abastecimiento urbano y el desarrollo turístico de la zona, cualquiera que sea la situación meteorológica, generando empleo y riqueza en la agricultura.
Día histórico
Por su parte, la consejera de Medio Ambiente de la Junta, Fuensanta Coves, subrayó que "hoy es un día histórico para Almería" ya que "damos un paso de gigante para paliar el déficit hídrico histórico de la provincia".
Sin embargo, se mostró crítica con el hecho de que la desaladora haya estado paralizada durante "un tiempo demasiado grande", tiempo que "no hubiéramos perdido si la infraestructura se hubiera pensado de otra manera", en clara referencia a la gestión del anterior Gobierno del PP. En cualquier caso, Coves expresó su agradecimiento "a los que iniciaron la obra, que no son los que hoy la inauguramos".
Por último, el presidente de la Junta Central de Usuarios del Campo de Níjar, Antonio López, celebró la puesta en funcionamiento de la planta y se refirió al tema del precio del agua. Para el representante de los regantes, si bien el agua desalada es cara, "el agua que no tenemos es imposible de pagar", por lo que subrayó que "hay cuestiones que no admiten discusiones".
El acto finalizó con el espectáculo 'Imaginacua', una representación teatral que forma parte del programa AGUA y que pretende transmitir a los niños un mensaje de sensibilización sobre el uso del agua.